El atardecer interrumpe el apogeo de Jon Rahm
El vasco roza el liderato del Masters sin poder acabar la segunda jornada
Bocinazo en el Masters. Son las cinco y media de la tarde en Augusta y en el campo resuena la se?al sonora que avisa del final de la jornada. El sol desaparece tras los ¨¢rboles. Ante la falta de luz, los jugadores han de dar sus ¨²ltimos golpes antes de irse a casa y continuar este s¨¢bado con la tarea donde lo dejaron. Para Jon Rahm no es golpe cualquiera. Est¨¢ en el hoyo 13 y tiene un putt corto para sumar su sexto birdie de la jornada, trepar hasta -9 en la clasificaci¨®n y compartir el liderato con Dustin Johnson, Jus...
Bocinazo en el Masters. Son las cinco y media de la tarde en Augusta y en el campo resuena la se?al sonora que avisa del final de la jornada. El sol desaparece tras los ¨¢rboles. Ante la falta de luz, los jugadores han de dar sus ¨²ltimos golpes antes de irse a casa y continuar este s¨¢bado con la tarea donde lo dejaron. Para Jon Rahm no es golpe cualquiera. Est¨¢ en el hoyo 13 y tiene un putt corto para sumar su sexto birdie de la jornada, trepar hasta -9 en la clasificaci¨®n y compartir el liderato con Dustin Johnson, Justin Thomas, Abraham Ancer y Cameron Smith, que s¨ª han cerrado su ronda y ya descansan. Una vez suena el claxon, Rahm puede elegir: acabar el hoyo o reanudarlo al d¨ªa siguiente muy temprano. No le puede la ansiedad. Marca la bola y su primer golpe de este s¨¢bado ser¨¢ para ser col¨ªder del Masters de Augusta. Por delante, otros cinco hoyos y la tercera ronda.
El atardecer de noviembre interrumpi¨® una clase apote¨®sica de Rahm. Calmado, confiado, sin apenas un fallo. En el 2 hizo el birdie de rigor (entre los jugadores de este curso es el que mejores registros hist¨®ricos presenta en ese hoyo), clav¨® el putt en el 4, cumpli¨® recortando otro golpe en el par cinco del 8 y cerr¨® los nueve primeros hoyos con otro birdie para bajar cuatro en el d¨ªa. El segundo tramo lo comenz¨® con un peque?o apuro, un segundo impacto que no caz¨® green, pero que convirti¨® en otra chispa de magia con las manos para volver cerca de bandera. Birdie en el coraz¨®n de Amen Corner, par tres del 12, y ese birdie que ten¨ªa dado en el 13 cuando se apag¨® la luz. El mejor Rahm en un Masters.
Al lado del vasco, Bryson DeChambeau se hund¨ªa con todo el equipo. El ca?onero sigui¨® a lo suyo. A los golpetazos m¨¢s salvajes ¡ªmand¨® la bola en el 2 a 380 yardas, 348 metros de salida¡ª le siguieron sus consecuencias. En el 3 envi¨® el proyectil a lo desconocido. La bola acab¨® perdida. No hubo manera de encontrarla. Augusta se la comi¨®. Puede que fuera la venganza ante quien hab¨ªa osado desafiar al campo con sus mamporros. Bryson volvi¨® a la casilla de salida y la tortura acab¨® con un triple bogey. De nuevo la potencia sin control. El patinazo descoloc¨® a DeChambeau y ya no pudo levantarse. Se hundi¨® todav¨ªa m¨¢s con bogeys en el 4 y en el 5, y a cada hoyo su rostro se desencajaba m¨¢s y m¨¢s. De favorito al puesto 61 con +1. Tendr¨¢ que remar en los hoyos que le quedan por jugar para pasar un corte que salva a los 50 primeros de la clasificaci¨®n. Tiger estaba en el par en el d¨ªa (-4) tras 10 hoyos.
El Masters se ha convertido en un marat¨®n. Una monta?a rusa f¨ªsica y psicol¨®gica. Las tres horas de diluvio del jueves mandaron todos los planes a la papelera. Los litros de agua no solo dejaron un campo m¨¢s h¨²medo que con las horas se ha ido secando y volviendo m¨¢s pu?etero, sino que han obligado a un tetris para recuperar el tiempo perdido. Ayer se acab¨® la primera jornada y se comenz¨® la segunda, que no se pudo completar, y hoy se ha de terminar esa segunda ronda y si es posible cerrar la tercera, de modo que para el domingo quede el final de la pel¨ªcula al menos como estaba previsto. No hay tampoco muchas m¨¢s soluciones porque manda la televisi¨®n. CBS tiene sesi¨®n de f¨²tbol americano por la tarde. Alguien debe ponerse una chaqueta verde por la ma?ana.
Dos torneos en uno
En ese correcalles que exprime tanto los cuerpos como la mente, hubo dos Masters en uno. Algunos golfistas tuvieron que hacer horas extra para acabar lo que les qued¨® pendiente el jueves, descansar apenas media hora y volver a fajarse con 18 hoyos por delante. Fueron por ejemplo Dustin Johnson, Justin Thomas, Brooks Koepka y Rory McIlroy, Otros, en cambio, se aburr¨ªan en la sala de espera. Tiger, Rahm y DeChambeau eran como ni?os en la clase del colegio esperando que les dejaran salir a jugar al patio.
Y qu¨¦ patio. Augusta se puso todo lo guapa que puede lucir en noviembre (nunca ser¨¢ como en abril). Los greens eran m¨¢s rebeldes, la bola ya no se posaba d¨®cil como si fuera de plomo y las ca¨ªdas traicionaban cualquier c¨¢lculo. As¨ª iban y ven¨ªan las rachas. Tan pronto Dustin Johnson parec¨ªa imparable dejando en una caricatura el tri¨¢ngulo de Amen Corner, con birdies en el 11, 12 y 13 pateando como la seda, como sal¨ªa escaldado con dos bogeys en los dos hoyos siguientes. La inspiraci¨®n llegaba y se esfumaba igual de r¨¢pido. Lo sabe Justin Thomas, que encaden¨® cuatro birdies entre el 15 y 18 para desembocar en un doble bogey en el 1 que fue como un pu?etazo en el est¨®mago. Pese a las idas y venidas, Johnson y Thomas, la pareja americana, present¨® el curr¨ªculum para ir el domingo al sastre.
Las carreteras en Augusta son de ida y vuelta. Koepka y McIlroy parec¨ªan desahuciados al comienzo de la jornada y sin embargo resucitaron cuando estaban m¨¢s cerca de hacer las maletas que de seguir entre los elegidos. El estadounidense est¨¢ en toda la pomada con -5, y el norirland¨¦s est¨¢ vivo con -3. Queda un mundo en Augusta.
Clasificaci¨®n del Masters de Augusta.