Muere a los 77 a?os Juan de Dios Rom¨¢n, el gran ide¨®logo del balonmano espa?ol
El entrenador ha sido imprescindible en la historia del deporte espa?ol, como profesor, preparador, t¨¦cnico revolucionario, pensador y directivo
Juan de Dios Rom¨¢n Seco, que ha fallecido este s¨¢bado a los 77 a?os, nunca tuvo muy claro si era profesor o era entrenador, y sus alumnos y jugadores, tampoco. ¡°Digamos, mejor, que fue un estudioso del balonmano, un pensador, con su ego¡±, dice Cecilio Alonso, el jugador manchego que encarn¨® en los a?os ochenta la idea del balonmano moderno, de la revoluci¨®n f¨ªsica y t¨¦cnica del balonmano espa?ol, que buscaba desde siempre Juan de Dios y que se hizo realidad en el Atl¨¦tico de Madrid entre 1971 y 1985. ¡°Su llegada...
Juan de Dios Rom¨¢n Seco, que ha fallecido este s¨¢bado a los 77 a?os, nunca tuvo muy claro si era profesor o era entrenador, y sus alumnos y jugadores, tampoco. ¡°Digamos, mejor, que fue un estudioso del balonmano, un pensador, con su ego¡±, dice Cecilio Alonso, el jugador manchego que encarn¨® en los a?os ochenta la idea del balonmano moderno, de la revoluci¨®n f¨ªsica y t¨¦cnica del balonmano espa?ol, que buscaba desde siempre Juan de Dios y que se hizo realidad en el Atl¨¦tico de Madrid entre 1971 y 1985. ¡°Su llegada fue un cambio brutal en todos los aspectos. Trajo el balonmano juicioso, de raciocinio, una revoluci¨®n t¨¦cnica y t¨¢ctica. Siempre estaba aprendiendo y ense?ando, y ten¨ªa su car¨¢cter, que hab¨ªa que entender. Pero cuando te echaba una bronca siempre nos hac¨ªa sentirnos m¨¢s alumnos del INEF que jugadores¡±.
Y ese sentimiento de ser entrenador, profesor, te¨®rico e ide¨®logo del balonmano y del deporte se intensific¨® m¨¢s a¨²n en los ¨²ltimos a?os, cuando ya dej¨® la federaci¨®n y la selecci¨®n, cuando el c¨¢ncer de pulm¨®n, cuando la operaci¨®n de f¨¦mur y cadera le dejaron en una silla de ruedas, cuando el confinamiento ¨²ltimo de su barrio de Madrid, el de Infanta Mercedes, en Tetu¨¢n, le oblig¨® a cambiar por una videoconferencia su vermut semanal en una terraza con Cecilio Alonso, Luis Miguel L¨®pez y otro par de amigos de siempre. Y aunque toda la brillante generaci¨®n de t¨¦cnicos de balonmano espa?oles que ahora inundan las mejores ligas y selecciones del mundo, m¨¢s de una veintena, puedan, con todo derecho, llamarle padre, ¨¦l, Juan de Dios, solo se ha considerado siempre hijo, el hijo deportivo de Domingo B¨¢rcenas, al que siempre ha a?adido el calificativo de padre del balonmano espa?ol.
Todo empez¨®, en los a?os sesenta, franquismo y aislamiento cultural, en el Instituto Nacional de Educaci¨®n F¨ªsica (INEF), una ventana al mundo exterior abierta por Jos¨¦ Mar¨ªa Cagigal para formar a las ¨¦lites t¨¦cnicas y directivas del deporte espa?ol. All¨ª B¨¢rcenas llevaba la asignatura de balonmano y all¨ª empez¨® como profesor ayudante suyo Juan de Dios Rom¨¢n, un jovencito de M¨¦rida (17 de diciembre de 1942) y de izquierdas que, terminado el bachillerato en Extremadura, donde no hab¨ªa universidad, se fue a Madrid a estudiar Filosof¨ªa y Letras y entrenaba y ense?aba, siempre la dualidad, a los ni?os de los Jesuitas de Chamart¨ªn.
A la biblioteca del INEF empezaron a llegar revistas y libros de Europa del Este de t¨¦cnica, t¨¢ctica y teor¨ªa del balonmano, que, traducidos por Erika Schwarz y Casimiro Tylko, se convirtieron en los rudimentos con los que comenzaron entre B¨¢rcenas y Juan de Dios a construir la escuela espa?ola de balonmano, que ambos llevaron a la pr¨¢ctica en el Atl¨¦tico de Madrid y en la selecci¨®n nacional.
¡°En el club supo aislarnos de todo el ruido del equipo de f¨²tbol formando una especie de burbuja que nos proteg¨ªa, un grupo tremendo de buenas gentes que sal¨ªamos a cenar, de copas¡ Eran tiempos m¨¢s abiertos¡±, recuerda Cecilio Alonso. ¡°?ramos un ejemplo de uni¨®n y solidez¡±.
Dirigi¨® al Atl¨¦tico, en una primera etapa, entre 1971 y 1985 (cinco ligas y cinco copas), y pas¨® a su primera etapa en la selecci¨®n, que dur¨® hasta 1988. Regres¨® al Atl¨¦tico en 1990 y estuvo hasta 1992, cuando Jes¨²s Gil cerr¨® la secci¨®n. En su segunda etapa de seleccionador nacional (entre 1995 y 2000) llegaron las primeras grandes medallas, la consagraci¨®n de sus ideas y de su direcci¨®n al gran nivel internacional: bronce en los Juegos de Atenas 96 y S¨ªdney 2000; plata en los Europeos de 1996 y 1998, y bronce en los de 2000. Fue la era de Masip, Garralda, Barrufet, Urdangarin¡ Dirigi¨® 221 partidos al equipo nacional, m¨¢s que ninguno otro en Espa?a. Termin¨® su carrera de entrenador varios a?os despu¨¦s, construyendo con Domingo D¨ªaz de Mera el Ciudad Real y llevando al equipo manchego de Dujshebaev a la final de la Copa de Europa (derrota en 2005 ante el Bar?a de Xesco Espar). Cuando en 2008 fue elegido presidente de la federaci¨®n espa?ola, su primera decisi¨®n fue nombrar seleccionador a Valero Rivera, el t¨¦cnico zaragozano que hab¨ªa creado el Bar?a invencible en Espa?a y en Europa de los a?os noventa.
Rivera llev¨® a la selecci¨®n en 2013 a su segundo campeonato del mundo (el primero, en 2005, lo guio Juan Carlos Pastor). Y despu¨¦s de ellos, Jordi Ribera ha conseguido dos Europeos, 2018 y 2020. ¡°El problema es de entrenadores, no de materia prima¡±, sol¨ªa decir cuando le preguntaban por qu¨¦ en pa¨ªses como Alemania, con grandes talentos juveniles, no progresaba el juego del balonmano como progresaba en Espa?a, por ejemplo. Nunca quiso tener tiempo libre. Cuando dej¨® los cargos, aprovech¨® para recopilar todos sus escritos y dar forma a su monumental Evoluci¨®n del juego del balonmano, una historia en nueve partes publicadas entre 2007 y 2019, cuyo cap¨ªtulo m¨¢s significativo, el segundo, es un an¨¢lisis hist¨®rico de todas las escuelas que han guiado hegem¨®nicamente su deporte desde su mayor¨ªa de edad, en la posguerra europea ¡ªla sueca, la rumana, la sovi¨¦tica, la n¨®rdica, la creatividad de la escuela francesa...¡ª, hasta culminar con la consolidaci¨®n de la escuela espa?ola de cuyo nacimiento y desarrollo es ¨¦l uno de los grandes responsables. El libro es, claro, una hermosa y did¨¢ctica forma de autobiograf¨ªa.
¡°Hay una gran contradicci¨®n espa?ola¡±, reflexiona Cecilio Alonso. ¡°Tenemos los mejores t¨¦cnicos, los mejores jugadores, el mejor juego, y el balonmano en Espa?a es una ruina econ¨®mica, un deporte residual¡±.
Y ellos, y muchos m¨¢s t¨¦cnicos espa?oles, hasta 25 en la actualidad entre clubes mundiales y selecciones de todos los continentes, alcanzaron el nivel extraordinario que poseen gracias, seguramente, a la tenacidad y perseverancia de un entrenador¡ªprofesor¡ª pensador inquieto que siempre ha querido contribuir al desarrollo del deporte espa?ol con sus reflexiones e ideas sobre la necesaria profesionalizaci¨®n de todos los deportes. Siempre se le han llevado los demonios al contemplar el p¨¢ramo en que se ha convertido la liga espa?ola de balonmano, un panorama que los d¨ªas grises, tristes y lluviosos de finales de noviembre vuelven m¨¢s triste a¨²n por el estado de salud de personas tan imprescindibles como Juan de Dios Rom¨¢n.