La pandemia confina el balonmano
Un tercio de los partidos de Liga han sido aplazados, la mitad de las plantillas ya se han aislado y la Federaci¨®n trabaja en un plan por si no pudiera completarse el calendario
La segunda ola de la pandemia ha tomado en el balonmano forma de tornado. Apenas han pasado cinco semanas desde que arranc¨® la nueva temporada de la Liga Asobal y ya existen algo m¨¢s que serias dudas de que pueda completarse todo el calendario, que este curso tiene cuatro jornadas m¨¢s porque hubo ascensos pero no descensos. La cascada de positivos en los equipos ha sido el motivo principal del aplazamiento de un tercio de los partidos que deb¨ªan haberse disputado: 24 de 72. La mitad de la categor¨ªa ha pasado o est¨¢ pasando por un confinamiento, y algunos vestuarios han ca¨ªdo casi al completo: Nava, el conjunto segoviano de la localidad m¨¢s peque?a (2.790 habitantes) que jam¨¢s ha jugado en la ¨¦lite, tiene 17 contagiados; el Cuenca, 16; y el Cangas, 10. El coronavirus no da tregua a un deporte que lleva una d¨¦cada de estrecheces.
La enfermedad se ha expandido en las casetas en los ¨²ltimos siete d¨ªas. El pasado fin de semana se suspendieron seis de los nueve choques, y para este viernes y s¨¢bado han sido cancelados, al menos, otros seis. Ante este escenario, la federaci¨®n trabaja en un documento que defina qu¨¦ ocurrir¨ªa si no pueden celebrarse todos los duelos y la competici¨®n concluye habiendo jugado cada club un n¨²mero distinto de partidos, que es lo que sucede en estos momentos. El Barcelona, por ejemplo, lleva siete encuentros y el Benidorm, solo tres.
Un deporte de mucho contacto, disputado bajo techo y sin m¨²sculo econ¨®mico, posibles causas de este escenario
Las razones exactas de este cuadro se desconocen con un virus tan silencioso, aunque s¨ª existen algunas sospechas. Tal vez sea lo inevitable en medio de un recrudecimiento de la pandemia, en un deporte de mucho contacto, disputado bajo techo, y sin el m¨²sculo financiero para que sus protagonistas vivan en una burbuja ni para realizar los test del f¨²tbol. La realidad socioecon¨®mica del balonmano provoca que el Cuenca tenga que desplazarse hasta Pontevedra en autob¨²s: 800 kil¨®metros y no menos de 10 horas con paradas. Como toda la vida, aunque ahora los peligros han cambiado, y compartir el espacio cerrado de un autocar durante tanto tiempo es uno de ellos. ¡°Yo creo que ese fue el origen del brote¡±, comenta el presidente, Isidoro G¨®mez, que tambi¨¦n es m¨¦dico. Y es posible que tambi¨¦n lo fuera en el Nava, porque 15 de los 16 jugadores que se desplazaron cinco horas por carretera a Ir¨²n resultaron infectados.
Problema en cadena
En la Asobal no se exigen PCR antes de un encuentro, eso solo ocurre en competiciones europeas. As¨ª que dos d¨ªas antes de jugar contra el Cisne en Galicia, el Cuenca realiz¨® a la expedici¨®n el habitual test r¨¢pido de anticuerpos. Todos negativos. Sin embargo, ya en el viaje de vuelta la cosa empez¨® a coger mal color. "Despu¨¦s del partido, me llama Lidio [Jim¨¦nez, el entrenador] y me dice que tiene fiebre. Al d¨ªa siguiente hab¨ªa m¨¢s jugadores con s¨ªntomas. Les hacemos las pruebas y 11 de 13 estaban contagiados¡±, relata el m¨¢ximo dirigente del club. Un examen posterior a los que no sufr¨ªan ning¨²n malestar elev¨® la cifra a 16.
Un solo positivo en un equipo origina un problema en cadena porque se a¨ªsla todo el vestuario y afecta tambi¨¦n al rival anterior
En el balonmano, un ¨²nico infectado origina un problema en cadena: el vestuario se confina, se suspende al menos el pr¨®ximo partido, y pone en alerta al anterior rival, que a veces tambi¨¦n resulta afectado. Por ejemplo, el Cisne, que vio c¨®mo un jugador dio positivo tras enfrentarse al Cuenca. De nuevo, la plantilla aislada y el choque ante el Logro?o postergado. Un c¨ªrculo vicioso. En ese aluvi¨®n de aplazamientos, algunos han llegado con el conjunto visitante ya en destino, como el Ademar en Ir¨²n; o en camino, como el Huesca, que le llamaron cuando estaba en Aranda de Duero (Burgos) camino de Nava de la Asunci¨®n.
Esta crisis supone otra carga para una disciplina que llevaba a?os con una econom¨ªa de subsistencia. ¡°Hemos pasado de un presupuesto de 600.000 euros o algo m¨¢s si est¨¢bamos en Europa a 400.000 y pico¡±, desvela el presidente del Cuenca, uno de los clubes que tutea al segundo escal¨®n de la Liga. ¡°A los jugadores les bajamos las n¨®minas un 20% y les dijimos que, si les llegaba una oferta, podr¨ªamos aceptarla¡±, contin¨²a. Y as¨ª ha ocurrido con su estrella Leo Dutra, que se ha marchado al Wisla polaco. ¡°Esto es un palo para el balonmano. Nuestro n¨²mero de socios ha bajado a la mitad y, adem¨¢s, solo pagan la cuarta parte que el a?o pasado porque no pueden ver la mayor¨ªa de los partidos. Con esto no nos llega ni para el arbitraje¡±, advierte Isidoro G¨®mez.
PCR inasumibles
El balonmano fue el primer deporte de relevancia en Espa?a que empez¨® a meter p¨²blico para suavizar el desplome de sus cuentas, aunque en cifras muy bajas por las restricciones de cada comunidad. El Sargal de Cuenca, con capacidad para casi 2.000 espectadores, solo acoge a 100 y el Nava, a 200 en un pabell¨®n de 1.100. A la ca¨ªda de ingresos se ha unido el coste de los protocolos sanitarios. ¡°Nosotros gastaremos unos 50.000 euros esta temporada en controles. Pero si tuvi¨¦ramos que hacer PCR ser¨ªa inasumible. M¨¢s de 100.000 euros por las 34 jornadas, m¨¢s test intermedios¡±, detalla el presidente del Nava, Juli¨¢n Mateo. El desembolso en Cuenca por controles es m¨¢s modesto: unos 15.000.
El Cuenca, que tutea al segundo escal¨®n de la Liga, ha reducido sus n¨®minas un 20% y ha facilitado la salida de su m¨¢ximo goleador
Mateo s¨ª cree que el curso podr¨¢ cerrarse pese a los aplazamientos acumulados. ¡°No tenemos problemas en jugar mi¨¦rcoles y domingo¡±, aclara. M¨¢s pesimista se muestra G¨®mez, del Cuenca: ¡°Va a ser imposible¡±. Mientras, la Federaci¨®n, en medio de la guerra institucional con la Asobal (la patronal), subraya que ellos ya propusieron sin ¨¦xito cambiar el formato (del todos contra todos, a dos grupos y fase final) para reducir ocho o diez jornadas, y aligerar un calendario que no tiene un fin de semana libre hasta abril.
La pandemia no deja en paz al balonmano, que empez¨® retrasando las dos primeras fechas a la espera del protocolo del CSD, sigui¨® con los falsos positivos del Benidorm que lo descabalgaron de Europa, ofreci¨® la imagen del primer partido de ¨¦lite en Espa?a (Le¨®n-Sinfin) disputado con mascarillas ante el malestar de sus protagonistas, y, de forma continua, este goteo de suspensiones que ha puesto en cuarentena a todo el deporte.
La mascarilla, necesaria
Una semana ha durado la norma de Castilla y Le¨®n para que en las Ligas no profesionales se use mascarilla. La estrenaron los jugadores del Ademar-Sinf¨ªn el pasado s¨¢bado entre las protestas de los protagonistas, que conocieron la regla esa misma ma?ana. ¡°No fue agradable, acabaron m¨¢s cansados de lo normal¡±, comentaba el t¨¦cnico local, Manolo Cadenas. Tres d¨ªas despu¨¦s, la regla desapareci¨®.
La ciencia, sin embargo, recomienda su utilizaci¨®n, especialmente en un deporte como el balonmano. ¡°Por el alto contacto f¨ªsico; el aumento de la ventilaci¨®n de los jugadores, de hasta 200 litros de aire por minuto; y por celebrarse en recintos cerrados¡±, explica el presidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina Deportiva (Semed), Pedro Manonelles. ¡°Es verdad que no aporta confort, que puede provocar sensaci¨®n de agobio o exceso de calor, pero no afecta al rendimiento. Eso est¨¢ demostrado¡±, advierte el catedr¨¢tico, que matiza, eso s¨ª, que la mascarilla debe ser quir¨²rgica y no FPP2, porque en ese caso s¨ª perjudica en los esfuerzos de alta intensidad.
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