La Real se complica el pase
Los de Imanol Alguacil empatan en Anoeta frente al Rijeka y se jugar¨¢n la clasificaci¨®n en San Paolo ante el N¨¢poles
La Real se complic¨® este jueves la vida en Anoeta frente a un rival menor. El Rijeka ya estaba fuera de la Liga Europa, pero jug¨® en el campo donostiarra como si le fuera la Champions en el intento. Ahora, los hombres de Imanol tendr¨¢n que salir al abordaje en San Paolo frente al N¨¢poles, que ya gan¨® en San Sebasti¨¢n. El empate entre los italianos y el AZ Alkmaar (1-1) obliga al equipo vasco a igualar el resultado de los holandeses en la ¨²ltima jornada. Si estos ganan, la Real tendr¨¢ que hacerlo tambi¨¦n para acceder a dieciseisavos, as¨ª que no podr¨¢ especular frente a un N¨¢poles que necesita c...
La Real se complic¨® este jueves la vida en Anoeta frente a un rival menor. El Rijeka ya estaba fuera de la Liga Europa, pero jug¨® en el campo donostiarra como si le fuera la Champions en el intento. Ahora, los hombres de Imanol tendr¨¢n que salir al abordaje en San Paolo frente al N¨¢poles, que ya gan¨® en San Sebasti¨¢n. El empate entre los italianos y el AZ Alkmaar (1-1) obliga al equipo vasco a igualar el resultado de los holandeses en la ¨²ltima jornada. Si estos ganan, la Real tendr¨¢ que hacerlo tambi¨¦n para acceder a dieciseisavos, as¨ª que no podr¨¢ especular frente a un N¨¢poles que necesita conseguir al menos un empate.
La Real Sociedad ten¨ªa bien encaminado su plan frente a un Rijeka que no es nada del otro mundo. Ni de este. Un equipo del mont¨®n. Pero a veces, los rivales de medio pelo se hacen bola y son intragables. Estaban los donostiarras bien puestos, con una actitud excelente, y muchas ganas de solventar r¨¢pido el tr¨¢mite. Isak, bullidor, alegre en el campo como un cascabel, hab¨ªa tenido la primera ocasi¨®n a los 10 minutos, despu¨¦s de una falta de Merino que el ¨¢rbitro no vio, y que se hubiera ido al limbo de los errores, porque en la Liga Europa no hay VAR.
?O s¨ª lo hay?, porque nueve minutos m¨¢s tarde, Isak fue otra vez protagonista. Lanz¨® un c¨®rner la Real, entr¨® el futbolista sueco al remate, pero tal vez en homenaje a Maradona, levant¨® el brazo y golpe¨® la pelota. Joao Pinheiro, el juez portugu¨¦s, vio otra cosa y se?al¨® penalti. Se mont¨® el quilombo.
Los jugadores del Rijeka rodearon al ¨¢rbitro, escandalizados. El auxiliar de l¨ªnea m¨¢s cercano pareci¨® ratificar la decisi¨®n de su compa?ero y Oyarzabal situ¨® la pelota a once metros mientras Simon Rozman, el entrenador croata, le com¨ªa la oreja al cuarto ¨¢rbitro. Entonces apareci¨® el VAR de andar por casa. Alguien le dijo algo al ¨¢rbitro por el sistema de comunicaci¨®n interno. Tuvo que ser un chivatazo. El ¨¢rbitro se acerc¨® al linier, hablaron, y convirti¨® el penalti en un bal¨®n a tierra. Ni siquiera se?al¨® falta de Isak. Todo muy extra?o. Como el monitor de televisi¨®n en la mesa del delegado de la UEFA, junto a los banquillos.
La esperp¨¦ntica decisi¨®n de Pinheiro, que acab¨® acertando al equivocarse, desequilibr¨® en cierta manera a la Real, no tan l¨²cida desde entonces frente a la ordenada defensa de cinco jugadores que plante¨® el Rijeka, casi inoperante en ataque hasta que provoc¨® un c¨®rner en una falta de entendimiento entre Remiro y Monreal. El lanzamiento lo pein¨® Galovic y lo remach¨® Velkoski para adelantar por sorpresa al equipo croata.
A la Real le tocaba remar desde ese momento. Se apret¨® la zaga visitante, cerrando los caminos y aguant¨® con firmeza hasta el descanso. Tras la pausa, Imanol toc¨® a rebato, lanz¨® a sus hombres a la remontada. A todos. El central Le Normand fue el primero en actuar, pero su disparo desde fuera del ¨¢rea lo reba?¨® Nevistic, el guardameta croata que trabaj¨® a destajo. Luego fue Oyarzabal el que intent¨® un eslalon que un defensa sac¨® desde la l¨ªnea.
Sali¨® Jon Bautista, el delantero que desatasc¨® el partido de ida, y en una de sus primeras acciones recibi¨® de Gorosabel desde la derecha, se zaf¨® de su marcador d¨¢ndose la vuelta y fusil¨® el empate. Se volc¨® entonces la Real a por la victoria, pero de nuevo en un c¨®rner regresaron sus males. Era la primera llegada del Rijeka en la segunda parte. Forz¨® dos lanzamientos, y a la segunda, Loncar agarr¨® un bal¨®n suelto en el punto de penalti para superar a Remiro.
Otra vez le toc¨® remar a la Real, cada vez con menos tiempo y un rival encerrad¨ªsimo en su ¨¢rea. Monreal consigui¨® abrir la lata otra vez, pero ya era tarde, y el empate obliga a los donostiarras a encomendarse a San Paolo.