La Real se queda corta ante el AZ Alkmaar
Despu¨¦s de un partido vistoso, que acaba en empate a cero, el equipo vasco se jugar¨¢ la clasificaci¨®n en los dos partidos que restan de la fase de grupos de la Liga Europa
La Real pudo ganar, pudo perder y finalmente empat¨®. En un partido en el que el bal¨®n rond¨® alegre las dos porter¨ªas, el marcador se qued¨® como al inicio. Nadie anot¨® aunque hubo oportunidades m¨¢s que sobradas para hacerlo. El equipo vasco no ha certificado todav¨ªa su clasificaci¨®n, ya que est¨¢ empatado a puntos con el AZ y se jugar¨¢ su pase en las dos ¨²ltimas jornadas. Aunque le favorece el resultado de Anoeta, no se puede descuidar.
Le cuesta a la Real coger su tono habitual en Europa. Los rivales continentales no han demostrado ser mejores que los del campeonato dom¨¦stico, pero su rendimiento est¨¢ siendo un tanto m¨¢s bajo. No hay razones aparentes para ese tono gris, salvo, tal vez, la escasa rotaci¨®n que ordena Imanol Alguacil entre un torneo y otro, pero es muy tentador utilizar una y otra vez a unos futbolistas que tan buen rendimiento est¨¢n dando.
Claro que en el partido frente al AZ, faltaba el faro que ilumina al equipo, David Silva. Le supli¨® Januzaj, que tiene un perfil muy diferente, pese a su buen gusto por el bal¨®n, as¨ª que fue Oyarzabal quien tom¨® el mando de las operaciones y se encarg¨® de empujar al equipo holand¨¦s hacia su campo. El capit¨¢n se lo tom¨® en serio, como siempre, y lider¨® a su equipo, que no estuvo certero frente a un equipo que ya en la ida mostr¨® abundantes carencias en la retaguardia.
Pero el AZ no era el mismo que el de Anoeta, donde dio una pobre sensaci¨®n de impericia defensiva, y pudo encajar una goleada. Enseguida se dio cuenta la Real de que se iba a encontrar un partido mucho m¨¢s ¨¢spero que el de San Sebasti¨¢n. No fue igual, porque si entonces, el despliegue donostiarra no encontr¨® respuestas efectivas, en terreno neerland¨¦s, cada intentona visitante encontraba r¨¦plica en los locales, espoleados por los cohetes que lanzaban sus seguidores desde fuera del estadio.
A un pase de la muerte de Isak, que Januzaj remat¨® alto, respond¨ªa Koopmeiners con un disparo que neutralizaba Remiro en una gran parada. Luego fue Stengs quien dispar¨® fuera por cent¨ªmetros, mientras la ofensiva realista se iba apagando poco a poco. Al descanso, quedaba muy poco claro lo que pod¨ªa suceder en el desenlace, y menos tras los minutos iniciales de la segunda parte, porque si bien la Real tom¨® el mando, se adormeci¨® durante unos minutos y estuvo el AZ a punto de sentenciar. Entre el minuto 57 y el 60, los holandeses gozaron de tres ocasiones di¨¢fanas. Primero Zaldua desvi¨® a c¨®rner un remate que buscaba la porter¨ªa; un minuto despu¨¦s, el remate de cabeza de De Wit tropez¨® casi por accidente en las piernas de Remiro, que se hab¨ªa quedado congelado en el sitio. En la siguiente jugada, Koopmeiners dispar¨® al larguero desde fuera del ¨¢rea.
Se sacudi¨® despu¨¦s la modorra el equipo de Imanol, y volvi¨® a coger las riendas del partido, aunque no pudo evitar que cada golpe tuviera respuesta inmediata, sobre todo, en los minutos finales. Despu¨¦s de un lanzamiento de falta de Roberto L¨®pez, que Bizot desvi¨®, y Willian Jos¨¦ estrell¨®, en la continuaci¨®n de la jugada, en el cuerpo de su compa?ero Portu, lleg¨® la acci¨®n m¨¢s peligrosa del AZ, ya en el minuto 87, en una galopada de Boadu que acab¨® en un centro a Aboukhlal que el delantero remat¨® muy mal por encima del larguero, cuando se encontraba solo en el ¨¢rea peque?a. El susto para la Real fue superlativo, aunque replicaron los donostiarras con un aclarado a Merino, que ya en el ¨¢rea, dispar¨® demasiado cruzado.
No era el d¨ªa de la punter¨ªa para ninguno de los dos equipos, as¨ª que tras un partido vistoso, el marcador permaneci¨® inalterable y tanto la Real como el AZ deber¨¢n jugarse la clasificaci¨®n en los partidos que restan.
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