Los mosqueteros de Zidane

El triunvirato Casemiro-Kroos-Modric viene a significar en el Real Madrid actual lo que en un pasado reciente fueron Busquets-Xavi-Iniesta para el vistoso Barcelona del juego combinativo por excelencia. El tr¨ªo blanco, sustento del equipo en las tres Champions consecutivas (2016, 2017 y 2018), todav¨ªa hoy, dos a?os largos despu¨¦s, soporta el peso de un conjunto discontinuo en su rendimiento; capaz de lo mejor y de lo peor, pero que casi siempre mejora con la presencia del terceto sobre el campo.

La estad¨ªstica apunta que la terna del Bernab¨¦u est¨¢ a punto de dar caza al tri¨¢ngulo...

El triunvirato Casemiro-Kroos-Modric viene a significar en el Real Madrid actual lo que en un pasado reciente fueron Busquets-Xavi-Iniesta para el vistoso Barcelona del juego combinativo por excelencia. El tr¨ªo blanco, sustento del equipo en las tres Champions consecutivas (2016, 2017 y 2018), todav¨ªa hoy, dos a?os largos despu¨¦s, soporta el peso de un conjunto discontinuo en su rendimiento; capaz de lo mejor y de lo peor, pero que casi siempre mejora con la presencia del terceto sobre el campo.

La estad¨ªstica apunta que la terna del Bernab¨¦u est¨¢ a punto de dar caza al tri¨¢ngulo m¨¢gico del Camp Nou en cuanto a n¨²mero de partidos disputados juntos como titulares en la Liga y en la Champions. Ya acumulan 112 en cinco temporadas y media: 75 en la competici¨®n dom¨¦stica y 37 en la continental. Se encuentran solo a uno de los barcelonistas, que sumaron 113, (80-33), en los seis cursos y medio que compartieron vestuario y camiseta.

Rotaciones al principio. Al comienzo de la temporada, Zidane parec¨ªa tener muy claro que ten¨ªa que mimar a sus tres centrocampistas de cabecera. Medir bien sus minutos de juego y sus descansos. Consciente de que en la plantilla solo tiene un cuarto medio como tal, Fede Valverde, no los junt¨® en el once titular hasta el d¨¦cimo partido de Liga, contra el Alav¨¦s. Inesperada derrota en casa (1-2).

Antes, con diferentes coartadas que no contentaban a los interesados, los iba turnando. Adem¨¢s del uruguayo, Odegaard e Isco entraron en las rotaciones que no solo afectaban a los jugadores sino tambi¨¦n al dibujo t¨¢ctico. Tan pronto jugaba con un mediocentro y dos interiores, como colocaba dos volantes centrales y un mediapunta, posici¨®n id¨®nea para Odegaard e Isco.

Repiti¨® la estrategia en la Champions. El terceto en cuesti¨®n no compareci¨® de salida hasta el ¨²ltimo encuentro contra el Borussia M?nchengladbach, cuando el equipo se jugaba la continuidad en la competici¨®n. Ya ven¨ªan de ser titulares contra el Sevilla y el Atl¨¦tico, tambi¨¦n en partidos con trascendencia de finales a pesar de la tempranera altura de la competici¨®n.

Desde entonces los tres son indiscutibles. Solo han faltado por obligaci¨®n. Casemiro no jug¨® contra el Athletic por acumulaci¨®n de tarjetas y Modric falt¨® contra el Granada por unas molestias musculares. En las dos ¨²ltimas citas los tres han vuelto a ser titulares. En resumen, brasile?o, croata y alem¨¢n han compartido presencia en el once inicial en seis de los 17 partidos de la Liga, pero curiosamente lo han hecho en los ¨²ltimos ocho, en los que la reacci¨®n del Real Madrid se ha hecho realidad con 20 puntos de 24 posibles. Adem¨¢s, se clasific¨® para octavos en la Champions.

Equilibrio t¨¢ctico. Con una media de edad de 31,3 a?os, Casemiro (28), Modric (35) y Kroos (31) mantienen para el t¨¦cnico franc¨¦s la etiqueta de indiscutibles. Con sus roles y posiciones sobre el c¨¦sped bien definidos, se muestran complementarios tanto en la faceta defensiva como en la ofensiva. Casemiro representa el orden, la figura m¨¢s defensiva y posicional. Kroos, que se acomoda entre el central y el lateral zurdo, protagoniza el primer pase en la salida de bal¨®n en corto y los cambios de orientaci¨®n en largo. Modric, en su segunda juventud, es la conducci¨®n, quien ofrece continuidad y calidad al juego en las transiciones defensa-ataque.

Ya la temporada anterior, Zidane decidi¨® que fueran Kroos o Modric, preferentemente el primero, los responsables del comienzo del juego en la zona iniciaci¨®n. Casemiro abandona su te¨®rico puesto de mediocentro para avanzar 20 o 30 metros su posici¨®n. En ese momento se convierte en un centrocampista de ataque con una doble misi¨®n: estar atento a una posible p¨¦rdida en la salida del bal¨®n e incorporarse al remate si la situaci¨®n lo requiere. Esta permuta de posiciones conlleva un riesgo ya evidenciado en alg¨²n partido. Ante el menor error en el pase, Casemiro queda fuera del plano defensivo y se produce un vac¨ªo en el carril central que deja desamparados a los centrales.

En la fase ofensiva, Casemiro, Kroos y Modric se colocan en tres alturas diferentes y son ellos mismos quienes deciden en cada momento. Cuando el equipo presiona arriba suele ser el croata quien salta a la altura de Benzema, pero lo puede hacer Kroos si su compa?ero necesita un respiro.

La jugada contra el Atl¨¦tico. En el derbi, Zidane modific¨® el posicionamiento interior de Modric y Kroos. Les escor¨® a las bandas para crear superioridad num¨¦rica y posicional por fuera y sacar el bal¨®n por esa zona. En ese partido, Casemiro nunca sali¨® de su posici¨®n central. La jugada le sali¨® perfecta. Cort¨® las alas a los dos laterales largos rojiblancos y provoc¨® una situaci¨®n t¨¢ctica que oblig¨® a Simeone a cambiar de planes.

La emergente aparici¨®n de Valverde la temporada pasada no se ha visto refrendada en la presente. La lesi¨®n que le mantuvo seis partidos fuera de ¨®rbita (tres de Liga y tres de Champions) ha influido en su falta de rendimiento. Tampoco Odegaard, que comenz¨® de titular los dos primeros partidos de Liga, ha tenido continuidad. Hasta el punto de desaparecer de la escena una vez recuperado de la lesi¨®n. Ambos contin¨²an a la sombra del terceto incombustible.