El laberinto de Jo?o F¨¦lix

Desde el batacazo en Cornell¨¤, Jo?o F¨¦lix suma tres suplencias consecutivas para un total de cinco en los ocho ¨²ltimos partidos en los que ha estado disponible. Del duelo copero sali¨® con una notable hinchaz¨®n en el empeine del pie derecho. El morat¨®n se situaba en una zona pr¨®xima al edema ¨®seo del tobillo que tantos problemas ...

Desde el batacazo en Cornell¨¤, Jo?o F¨¦lix suma tres suplencias consecutivas para un total de cinco en los ocho ¨²ltimos partidos en los que ha estado disponible. Del duelo copero sali¨® con una notable hinchaz¨®n en el empeine del pie derecho. El morat¨®n se situaba en una zona pr¨®xima al edema ¨®seo del tobillo que tantos problemas le dio al luso en el final de la temporada pasada. El percance pod¨ªa hacer pensar que la triple raci¨®n de banquillo consecutiva del luso no solo respond¨ªa al buen momento de Lemar y Correa, sino a un intento por evitar una reca¨ªda de una lesi¨®n de compleja recuperaci¨®n, por dolorosa y porque los tiempos del tratamiento no son continuos.

Por lo que dijo este s¨¢bado Simeone en la previa del partido que enfrenta este domingo en el Metroplitano al Atl¨¦tico, l¨ªder de LaLiga, con el Valencia (Movistar, 21. 00), la hinchaz¨®n de Cornell¨¢ en las proximidades del citado edema ¨®seo que padeci¨® el curso pasado no tuvo nada que ver con en su decisi¨®n de dejar fuera durante tres partidos consecutivos a Jo?o F¨¦lix. ¡°En Cornell¨¢ tuvo un pisot¨®n en el pie, el tobillo fue anteriormente, pero posteriormente no ten¨ªa nada. Al partido siguiente, que no jugamos ante el Bilbao, ten¨ªa el pisot¨®n y en el siguiente, contra el Sevilla, jug¨® Correa¡±. Tras esta explicaci¨®n, Simeone admiti¨® que consider¨® que el buen momento de Lemar y Correa hab¨ªa provocado las suplencias del portugu¨¦s. ¡°Estamos tocando lo que mejor le venga al equipo, siempre creemos que los futbolistas tienen nombres y, evidentemente, buscando cu¨¢les nos sirven para el partido que tenemos que jugar vamos en busca de sus caracter¨ªsticas para potenciar el equipo¡±, justific¨® el Cholo.

Sin embargo, la duda de si las suplencias de Jo?o F¨¦lix solo responden a decisiones t¨¦cnicas las hab¨ªa alimentado su segundo, Nelson Vivas, cuando declar¨® en los micr¨®fonos de Movistar, minutos antes de la cita con el Sevilla, que el portugu¨¦s no hab¨ªa sido titular por molestias en el tobillo.

Momentos

Desde lo futbol¨ªstico, Jo?o F¨¦lix vive en un laberinto de salida compleja. Pese a su buen inicio de temporada, a¨²n no goza del estatus de intocable o de piedra angular del proyecto. Simeone solo se lo va a conceder cuando mantenga un rendimiento notable. Entre las cosas que menos soporta el preparador argentino es que la prensa le d¨¦ categor¨ªa de imprescindible a un jugador que, seg¨²n ¨¦l, a¨²n no se lo ha ganado.

¡°Ustedes buscan centrar el tema en un futbolista. Los jugadores tienen momentos buenos, muy buenos, extraordinarios y otros irregulares. Como entrenadores buscamos el mejor momento de cada uno de los futbolistas que tenemos. A Jo?o le necesitamos. Cuando est¨¢ en su mejor versi¨®n es desequilibrante, diferente, con situaciones para definir arriba y le necesitamos en esa versi¨®n¡±, incidi¨® Simeone. En Anoeta, tras el triunfo (0-2), el entrenador resalt¨® que el triunfo se hab¨ªa dado sin el luso. Quiz¨¢ estaba ya anunciando lo que vendr¨ªa despu¨¦s.

Ya desde la derrota en derbi, en el que Jo?o F¨¦lix mostr¨® un enfado notable tras ser sustituido, empez¨® a bajar su rendimiento y su participaci¨®n. Ahora se ha encontrado con que Lemar hace parte de las funciones de enganche que ¨¦l desempe?a. La crecida de minutos del franc¨¦s ha coincidido con la secuencia del luso en el banquillo. Correa le da a Simeone chispa en ataque y trabajo en la banda derecha en partidos en los que el preparador cree que es necesario incidir en esas tareas. El Cholo no quiere que ninguno de los dos se le desenganche. Correa, para que no tenga que reclamar que ¨¦l no quiere estar en el Atl¨¦tico si no es para jugar. Y Lemar porque siente que ha recuperado a un jugador que daba por perdido.