Djokovic se agranda a tiempo

Aprieta y ahoga poco a poco Alexander Zverev, hasta que llega el momento liberador: con 3-1 abajo en la tercera manga y el alem¨¢n m¨¢s y m¨¢s amenazante, Novak Djokovic revienta la raqueta contra el suelo de la central y las esquirlas de grafito se dispersan por el fondo. Es el principio del fin. El principio del fin de su rival. Los tres impactos tienen un efecto cat¨¢rtico para el n¨²mero uno, que a partir de ah¨ª destraba el duelo con el oficio de los elegidos y un tenis al alcance de muy pocos. Despu¨¦s de 3h 30m, el ...

Aprieta y ahoga poco a poco Alexander Zverev, hasta que llega el momento liberador: con 3-1 abajo en la tercera manga y el alem¨¢n m¨¢s y m¨¢s amenazante, Novak Djokovic revienta la raqueta contra el suelo de la central y las esquirlas de grafito se dispersan por el fondo. Es el principio del fin. El principio del fin de su rival. Los tres impactos tienen un efecto cat¨¢rtico para el n¨²mero uno, que a partir de ah¨ª destraba el duelo con el oficio de los elegidos y un tenis al alcance de muy pocos. Despu¨¦s de 3h 30m, el serbio firma su acceso a las semifinales (6-7(6), 6-2, 6-4 y 7-6(6) y se cita con el ruso Aslan Karatsev, un tenista que disputa su primer grande y ocupa el 114? puesto del ranking.

Se agranda Djokovic en el momento adecuado. M¨¢s all¨¢ de las suspicacias en torno a sus dolencias en el costado derecho, el balc¨¢nico ha ofrecido un recital de resistencia en un pulso que se le ha puesto cuesta arriba y en el que ha lucido lo mejor de su repertorio, aunque todav¨ªa con margen de progresi¨®n. Zverev se las ha hecho pasar canutas durante un buen rato, pero Nole es Nole, y siempre est¨¢ ah¨ª. Nunca se le debe dar por muerto. Sienta m¨¢s o menos dolor, el de Belgrado defiende su soberan¨ªa en una pista que le pertenece, como a Roger Federer la de Wimbledon o a Rafael Nadal la de Roland Garros. La de Melbourne forma parte de su territorio, as¨ª que va a ir con todo.

¡°Ha sido un alivio para m¨ª, aunque no recomendar¨ªa hacerlo¡±, bromea cuando se le pregunta por ese gesto que marc¨® el punto de inflexi¨®n del partido, una verdadera monta?a rusa emocional y deportiva. ¡°Por supuesto que no estoy orgulloso de este tipo de momentos, pero en circunstancias as¨ª atraviesas por una batalla interior. Tengo mis propios demonios, y seguro que los dem¨¢s tambi¨¦n. Todos somos diferentes. No lo he hecho con la intenci¨®n de que me ayudara, pero realmente me ha ayudado. Pobre raqueta¡­¡±, expone el rey actual del circuito, que lidia con un presente adverso: el m¨²sculo que enreda y, sobre todo, la tensi¨®n de ganar el 18? grande que estrechar¨ªa la gran carrera hist¨®rica.

Explica Nole que a estas alturas, y en la situaci¨®n en la que se encuentra ¨¦l, y en realidad la mayor¨ªa porque la cuarentena est¨¢ haciendo estragos en los cuerpos de los tenistas, que desde que comenz¨® a sufrir los problemas ha dejado de entrenar, y que est¨¢ concentrado al cien por cien en su recuperaci¨®n. ¡°La prioridad es la recuperaci¨®n¡±, precisa.

¡°No siento que necesite entrenarme una hora y media, porque en los dos ¨²ltimos meses ya he trabajado lo que ten¨ªa que trabajar en t¨¦rminos de tenis¡±, a?ade satisfecho, despu¨¦s de pasar un mal rato contra Zverev. En cualquier caso, certero casi siempre para apagar fuegos sobre la pista. Cada opci¨®n de break (seis de nueve al final) es un para¨ªso para ¨¦l, mientras niega una y otra vez al alem¨¢n (3/12), que tiene un ca?¨®n en la derecha (225 km/h) pero se topa con ese magistral restador que lo devuelve todo. Solo as¨ª puede salir adelante en un torneo en el que el servicio pesa m¨¢s si cabe, con la pista r¨¢pida a m¨¢s no poder.

Aplicado, Djokovic cierra su intervenci¨®n hacia las semifinales con 23 aces, dos m¨¢s que su rival. Pero antes ha tenido que resolver un l¨ªo de a¨²pa. Cuando parec¨ªa que iba a llevar el primer parcial se le escapa, y cuando empezaba a edificar la victoria, Zverev le frena y acelera en el tercero. Entonces llega la furia, el raquetazo. Los diablos ya conocidos. Tambi¨¦n, la redenci¨®n. ¡°Nos hemos llevado al l¨ªmite¡±, detalla. Encendido y enfocado a la vez, ara?a cinco juegos consecutivos para adjudicarse el set. Ahora s¨ª, est¨¢ m¨¢s cerca de donde quer¨ªa, pero el chico de Hamburgo tiene ganas de guerra y empieza como un tiro en el cuarto, con bola para hacer el 4-0 y conducir el encuentro hacia el callej¨®n que le interesa.

Sin embargo, no atina, no le deja Djokovic y este entra en combusti¨®n. Equilibra y comienza a apretar la soga, aunque Zverev resiste. Pero la suerte del alem¨¢n ya est¨¢ decidida. Nole luce lanza y escudo, y atrapa una victoria que le sabe a gloria y le sit¨²a en una posici¨®n de fuerza de cara al litigio del jueves con el primerizo Karatsev.

Australia: resultados (martes 16) y orden de juego (mi¨¦rcoles 17).