Nadal cambia de perspectiva: ¡°Hay alguna opci¨®n de luchar por lo que vine aqu¨ª¡±
El balear accede como un tiro a los cuartos contra Tsitsipas tras un salto cualitativo de juego con la mejora del segundo saque gracias a una infiltraci¨®n en la espalda. Est¨¢ a tres pelda?os de su 21? grande
![Nadal sirve durante el partido contra Fognini en la central de Melbourne Park.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TLLWAH4CS4HPMGQL5IS3Z73EEQ.jpg?auth=5b0c5f5cd282ca57770a976e9f4b664257c642501d9195cbadc0308db9578642&width=414)
![Alejandro Ciriza](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fff56c9de-8d8d-4f81-a772-c84b51075421.png?auth=73935b78dfea10f9a0df8fca8d833a8b182033cbe5a21f29529d99bcdbde5685&width=100&height=100&smart=true)
Rafael Nadal y su equipo se dirigieron a primera hora del pasado viernes a una cl¨ªnica de Melbourne para que el campe¨®n de 20 grandes, dolorido de la espalda desde hac¨ªa tres semanas, se sometiese a una peque?a intervenci¨®n que significaba gastar el ¨²ltimo cartucho. De no funcionar, el destino probablemente hubiera sido bien distinto y el balear, seguramente, no estar¨ªa donde hoy est¨¢, sobrevolando los cuartos de final del Open de Australia despu¨¦s de vencer este lunes al italiano Fabio Fognini por 6-3, 6-4 y 6-2, en 2h 16m. Para su fortuna, la inyecci¨®n de anest¨¦sicos y antiinflamatorios entre las v¨¦rtebras de la zona lumbar no solo le funcion¨®, sino que supuso una liberaci¨®n definitiva. Nadal es, de nuevo, un Nadal reconocible. Sin grilletes.
De repente, lo que un d¨ªa era gris (tirando a muy oscuro) se convirti¨® en un paisaje bastante m¨¢s amable. Si antes de la tercera ronda frente al brit¨¢nico Cameron Norrie todo eran incertidumbres y dudas, ese d¨ªa ya se percibi¨® una evoluci¨®n, consolidada en el duelo contra Fognini. El de San Remo supon¨ªa una prueba mayor ¡ªes el ¨²nico rival que ha conseguido levantarle dos sets en contra en un grande, en toda su carrera¡ª y el resultado fue sumamente satisfactorio. De repente, lo que era oscuridad es ahora un escenario que proyecta bastante m¨¢s optimismo, aunque el horizonte depara un duro cruce con el griego Stefanos Tsitsipas, que llegar¨¢ fresco puesto que Matteo Berrettini no super¨® sus molestias abdominales y no compareci¨® en la pista.
En la videoconferecia con los periodistas, Nadal ofreci¨® alguna dosis de optimismo: ¡°Evidentemente, la perspectiva del torneo ahora es diferente de la de hace cinco o seis d¨ªas. La situaci¨®n ha mejorado, sin ninguna duda. Hoy [por ayer] ha sido una victoria importante para m¨ª, contra un rival que siempre me ha causado problemas; y en tres sets. El primero¡±, a?adi¨® el mallorqu¨ªn, ¡°ha sido muy bueno y despu¨¦s me he cansado un poquito porque al final, cuando uno est¨¢ 19 d¨ªas sin entrenarse a la intensidad adecuada, la preparaci¨®n se resiente. Hoy f¨ªsicamente me he encontrado m¨¢s r¨¢pido y resistente, as¨ª que he dado un paso adelante en todos los sentidos¡±.
A sus 34 a?os, Nadal domina los tiempos y el contenido del discurso. ¡°Tiene una mente muy bien estructurada para comunicar¡±, precisa una persona que le conoce desde que puso el primer pie en el circuito profesional. El tenista espa?ol no suele deslizar frases al azar, de ah¨ª que lo de esa ¡°perspectiva diferente¡± no deba caer en saco roto. Ahora s¨ª, el mallorqu¨ªn se ve capaz de asaltar el trono australiano. ¡°La espalda ha mejorado, sin ninguna duda, y ahora s¨ª que hay alguna opci¨®n de luchar por lo que vine aqu¨ª. La preparaci¨®n no ha sido la ideal, as¨ª que puede que est¨¦ con un d¨¦ficit con respecto a otros; ahora bien, si me preguntas si hace cinco d¨ªas te hubiese firmado estar como estoy ahora, lo hubiese hecho con los ojos cerrados¡±, coment¨® despu¨¦s de una reconfortante actuaci¨®n que abri¨® paso a la luz.
Efecto de colch¨®n
En su an¨¢lisis, Nadal incidi¨® en la progresi¨®n f¨ªsica y tambi¨¦n la ten¨ªstica. Despu¨¦s de casi tres semanas con el freno de mano puesto, por fin ha podido trabajar durante tres d¨ªas consecutivos con la intensidad que necesita para reactivar los automatismos y recuperar la chispa. Mencion¨® el rev¨¦s, de nuevo capital y cada d¨ªa m¨¢s determinante en su juego; tambi¨¦n la movilidad, martirio para Fognini porque no dej¨® pr¨¢cticamente una rendija; y tambi¨¦n los segundos servicios, otro aspecto fundamental en su esquema porque act¨²an de colch¨®n de seguridad si la inspiraci¨®n no es la deseada con los primeros.
Los problemas de espalda le imped¨ªan ejecutar correctamente la palanca y le forzaron a una mec¨¢nica de m¨ªnimos. Sin embargo, el pinchazo del viernes atenu¨® el dolor y, en consecuencia, ha podido recuperar la maniobra m¨¢s ofensiva del saque. De esta forma, la bola de Nadal viaja a otra velocidad. En el debut ante Laslo Djere, el registro del segundo servicio alcanz¨® un promedio de 151 km/h; contra Michael Mmoh en la segunda escala, 147 km/h; fue sensiblemente superior frente a Norrie; y este lunes el veloc¨ªmetro marc¨® 160 km/h. Es decir, un crecimiento muy significativo del primer al ¨²ltimo d¨ªa, en t¨¦rminos t¨¦cnicos.
¡°Si quiero tener opciones ante alguien como Tsitsipas, debo jugar a un nivel muy alto¡±, advert¨ªa antes del cruce (Nadal le gan¨® seis de los siete precedentes) para pasar a semifinales. El griego, en cualquier caso, llegar¨¢ con una advertencia sobre la mesa: Nadal ha desplegado las alas y est¨¢ a tres pelda?os de su 21? grande.
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