Un dron y poco f¨²tbol en San Mam¨¦s

En San Mam¨¦s han pasado cosas extra?as a lo largo de su historia. En el antiguo campo, hubo quien se subi¨®, en estado ebrio, a lo m¨¢s alto del arco que sujetaba la cubierta de la tribuna y tuvo que subir la Polic¨ªa Armada para bajarlo de all¨ª, se supone que con no demasiadas buenas maneras. Eran tiempos antiguos.

En los modernos pasan otras cosas. Como que en el c¨¦sped se estrelle un dron y que a nadie le extra?e. Llevaba una pancarta en contra de la Eurocopa, que no se vio, porque el aparato dej¨® de volar antes de tiempo. Fue...

En San Mam¨¦s han pasado cosas extra?as a lo largo de su historia. En el antiguo campo, hubo quien se subi¨®, en estado ebrio, a lo m¨¢s alto del arco que sujetaba la cubierta de la tribuna y tuvo que subir la Polic¨ªa Armada para bajarlo de all¨ª, se supone que con no demasiadas buenas maneras. Eran tiempos antiguos.

En los modernos pasan otras cosas. Como que en el c¨¦sped se estrelle un dron y que a nadie le extra?e. Llevaba una pancarta en contra de la Eurocopa, que no se vio, porque el aparato dej¨® de volar antes de tiempo. Fue entretenido, aunque fugaz, en un partido sin demasiados momentos para la diversi¨®n. De hecho, el dron fue la ¨²nica cosa fuera de lo com¨²n que sucedi¨® en la segunda parte, ¨¢spera como la lija, dif¨ªcil de tragar, y que se les hizo bola a los futbolistas que aparecieron sobre el c¨¦sped.

Para el Athletic, el partido frente al Eibar era el ensayo general de cara a la final de Copa. Es probable que Marcelino utilice a los mismos jugadores que jugaron en San Mam¨¦s en la cita de La Cartuja contra la Real, aunque tendr¨¢n que afinar. Para el equipo de Mendilibar, la cita ya era una final, nada de ensayos. Se la juega cada fin de semana desde el borde del precipicio, as¨ª que no hab¨ªa motivos para la especulaci¨®n ni en uno ni en otro bando. Sin embargo, cuando ambos equipos necesitan la victoria para aquilatar sus objetivos, sucede muy a menudo que los dos acaben frustrados.

El Eibar sali¨® como siempre, presion¨® desde el principio, pero no cont¨® con que De Marcos suele ser indetectable al radar en alguna de sus incursiones por la derecha. Ocurri¨® por primera vez en un saque de banda, en el que busc¨® la pared; centr¨® a la primera y Yuri disfrut¨® de una volea desde el punto de penalti que entr¨® como un misil en la porter¨ªa. Con el marcador de su parte, el Athletic ten¨ªa todas las papeletas, pero no contaba con un error descomunal de Unai L¨®pez, que recibi¨® la pelota y como un quarterback sin jugada, comenz¨® a recular hacia su ¨¢rea sin encontrar pase claro, hasta que lleg¨® Kike Garc¨ªa para rob¨¢rsela con limpieza y batir a Unai Sim¨®n en su salida para empatar.

Con el tanteador igualado, el partido se puso muy espeso, como el engrudo. Nadie volvi¨® a acertar con la porter¨ªa, aunque De Marcos tuvo la ocasi¨®n m¨¢s clara en un remate con el pecho que Dmitrovic sac¨® de la l¨ªnea con el pie. Nada m¨¢s ocurri¨®. Ni el Athletic tuvo un ensayo feliz de cara a la final contra la Real Sociedad, ni el Eibar consigui¨® desequilibrar a su favor en un partido en el que necesitaba la victoria. En los ¨²ltimos minutos, con un punto al menos en el bolsillo, decidi¨® conservar, mientras el Athletic encadenaba imprecisiones.

Qued¨® lo del dron que se encontr¨® en el c¨¦sped Pizarro G¨®mez, el mismo ¨¢rbitro que hace unas semanas se encontr¨®, tambi¨¦n en San Mam¨¦s, un tel¨¦fono m¨®vil en el ¨¢rea peque?a. En su pr¨®xima visita se traer¨¢ un detector de metales. Por si encuentro oro. Ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil que hallar f¨²tbol en un partido como el que jugaron Athletic y Eibar.

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