Miss Himalaya
Elizabeth Hawley era una mujer ¨²nica, independiente, no quiso estudiar mecanograf¨ªa para no ser la secretaria de nadie y rechaz¨® casarse. Su voz es una de las m¨¢s fascinantes en la historia del alpinismo
Nunca pis¨® el campo base del Everest, pero conoc¨ªa cada rinc¨®n del techo del planeta. Hab¨ªa nacido en Chicago en 1923, pero hizo de Katmand¨² su lugar en el mundo. La vida de Elizabeth Hawley es una de las m¨¢s fascinantes en la historia del alpinismo a pesar de que no la escribi¨® con un piolet sino con un bol¨ªgrafo. Conocida como la notaria del Himalaya, esta peque?a y enigm¨¢tica mujer se convirti¨® en la mayor experta en los ...
Nunca pis¨® el campo base del Everest, pero conoc¨ªa cada rinc¨®n del techo del planeta. Hab¨ªa nacido en Chicago en 1923, pero hizo de Katmand¨² su lugar en el mundo. La vida de Elizabeth Hawley es una de las m¨¢s fascinantes en la historia del alpinismo a pesar de que no la escribi¨® con un piolet sino con un bol¨ªgrafo. Conocida como la notaria del Himalaya, esta peque?a y enigm¨¢tica mujer se convirti¨® en la mayor experta en los ochomiles.
Durante d¨¦cadas, cada monta?ero que llegaba a Nepal pasaba por su casa. El interrogatorio era severo, propio de un sabueso. Hawley preguntaba por cada m¨ªnimo detalle, desde el estado civil del alpinista a qu¨¦ se ve¨ªa desde la cima o d¨®nde estaba el Sol. As¨ª caz¨® a quienes ment¨ªan sobre sus logros. Su veredicto no se discut¨ªa. Era tan respetada como temida.
En La historia de Miss Hawley, La guardiana de las monta?as (Desnivel), Bernadette McDonald retrata a esta mujer ¨²nica, voraz lectora de peri¨®dicos, fina documentalista. No quiso estudiar mecanograf¨ªa para no ser la secretaria de nadie, rechaz¨® casarse, siempre independiente, y trabaj¨® para revistas como Fortune y Time. Ahorraba para viajar por todo el mundo hasta que en 1959 lleg¨® a Katmand¨² y guard¨® la maleta. All¨ª se convirti¨® en una enciclopedia viviente de sus monta?as. Odiaba escribir pero le encantaba investigar. Guardaba cada dato en cientos de archivos en estanter¨ªas, mucho antes de comprarse su primer ordenador.
¡°Las monta?as de estos alrededores est¨¢n plagadas de tipos lo suficientemente locos como para querer dejarse la piel con tal de llegar a las cumbres¡±, escribi¨® por carta a su madre. Fue amiga de Edmund Hillary (fue ella quien le dijo que su mujer y su hija hab¨ªan muerto en un accidente de helic¨®ptero) y de Reinhold Messner, cuyas haza?as vivi¨® en primera persona. ¡°Cuando llegaba a Katmand¨² con alguna idea loca, ella me escuchaba. Y nunca dijo que era imposible¡±, la recordaba Messner, el primer hombre con los 14 ochomiles.
Elizabeth Hawley no par¨® de trabajar hasta los 92 a?os, cuando las expediciones comerciales hab¨ªan sepultado las aventuras de los pioneros. Muri¨® en 2018, a los 94. Su recuerdo es eterno.
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