El Eibar se acerca al abismo, la Real a Europa
Un gol de Isak en la primera parte sentencia a los armeros, que lo intentaron hasta el final (0-1)
Al Eibar no le sale nada, por mucho que lo intente. Y lo intenta, claro que s¨ª. El equipo de Mendilibar se echa a dormir en un pajar y se clava la aguja. Son tantos partidos ya sin ganar que la desesperaci¨®n empieza a anidar en Ipurua, que se resigna a un fr¨ªo descenso sin p¨²blico en las gradas para acompa?ar el ¨²ltimo aliento. Ha pasado mucho tiempo ya desde el anterior derbi guipuzcoano en la localidad armera, que fue el que inaugur¨® esa Liga descafeinada con las tribunas de...
Al Eibar no le sale nada, por mucho que lo intente. Y lo intenta, claro que s¨ª. El equipo de Mendilibar se echa a dormir en un pajar y se clava la aguja. Son tantos partidos ya sin ganar que la desesperaci¨®n empieza a anidar en Ipurua, que se resigna a un fr¨ªo descenso sin p¨²blico en las gradas para acompa?ar el ¨²ltimo aliento. Ha pasado mucho tiempo ya desde el anterior derbi guipuzcoano en la localidad armera, que fue el que inaugur¨® esa Liga descafeinada con las tribunas desiertas. Entonces, la Real Sociedad estaba, m¨¢s o menos como ahora, buscando una v¨ªa directa a Europa, y el Eibar pasaba apuros y penurias, pero aguantaba a pie firme.
En la parte occidental de Gipuzkoa, las cosas han cambiado. Las torres de viviendas desde las que se alienta al equipo en los balcones andan mustias, aunque todav¨ªa se escuchan los ¨²ltimos gritos de ¨¢nimo, cada vez m¨¢s apagados, porque al Eibar todo le sale mal. Andaba el partido igualado, en un toma y daca, con m¨¢s toma que daca, y con un susto para Remiro despu¨¦s de una internada de Bryan Gil, cuando en un saque de esquina, la zaga local dej¨® a Isak en una isla desierta a dos metros de la porter¨ªa para que el delantero sueco marcara a placer. Estaba tan solo que tal vez sinti¨® miedo, no de la soledad, sino del fuera de juego, que no era.
Una desgracia para el Eibar, que en un acontecimiento tan concurrido como un c¨®rner, alguien consiga mesa sin reserva para el gol. De ah¨ª la l¨®gica desesperaci¨®n de Mendilibar y el consiguiente alborozo de Imanol, que encontraba un puente de plata camino de la Liga Europa, casi sin remangarse. El Eibar hab¨ªa apretado como siempre, dificultando la salida de la Real, a la que trat¨® de mantener en su campo. Lo consigui¨® casi siempre hasta el gol donostiarra. Despu¨¦s se descompuso el equipo local y concedi¨® un par de contragolpes peligrosos de la Real. En uno de ellos, la carrera de Barrenetxea acab¨® en un bal¨®n a Isak que sac¨® Dmitrovic.
En la segunda parte, otra vez se vieron las caras los mismos protagonistas. La Real pudo sentenciar en el minuto 52, cuando el delantero sueco se plant¨® ante el guardameta serbio, que le reba?¨® la pelota despu¨¦s de un sprint desde medio campo.
Fue una de las pocas salidas de la Real desde su campo tras el descanso. El Eibar encerr¨® a su rival, presionando fuerte en campo contrario, tratando de ganar todas las disputas y abriendo los balones a la banda para provocar centros laterales que buscaban a Kike. Intervino poco Bryan Gil, bien vigilado por Gorosabel. Pese a todo cre¨® peligro, aunque a su equipo le falt¨® remate. El bombardeo result¨® infructuoso, y cuando alguien remat¨®, Remiro intervino con solvencia, sobre todo en el minuto 86, cuando vol¨® a la escuadra para rechazar el lanzamiento de falta de Arbilla.
No le sali¨® nada al Eibar, que parece sentenciado. Lo intent¨® hasta el ¨²ltimo instante, pero este no es su a?o. Est¨¢ cerca del abismo y la Real con un pie en Europa. Ambos son guipuzcoanos, la provincia espa?ola m¨¢s peque?a, pero est¨¢n muy lejos el uno del otro.
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