El hoyo de Schwartzman

Optimista por naturaleza y sonriente como pocos en el circuito, el risue?o Diego Schwartzman lleg¨® hace dos semanas a Par¨ªs con el gesto torcido y la cabeza gacha. Apagado, inusualmente deca¨ªdo. ¡°La realidad es que estoy jugando mal, y as¨ª es muy dif¨ªcil ganar. Entro a la cancha y no me salen las cosas. Los resultados est¨¢n a la vista, solo puedo seguir trabajando¡±, dec¨ªa el n¨²mero diez del mundo poco despu¨¦s de que pocos d¨ªas antes, cuando cay¨® en la primera ronda de Lyon, reventara una raqueta y dejase a t...

Optimista por naturaleza y sonriente como pocos en el circuito, el risue?o Diego Schwartzman lleg¨® hace dos semanas a Par¨ªs con el gesto torcido y la cabeza gacha. Apagado, inusualmente deca¨ªdo. ¡°La realidad es que estoy jugando mal, y as¨ª es muy dif¨ªcil ganar. Entro a la cancha y no me salen las cosas. Los resultados est¨¢n a la vista, solo puedo seguir trabajando¡±, dec¨ªa el n¨²mero diez del mundo poco despu¨¦s de que pocos d¨ªas antes, cuando cay¨® en la primera ronda de Lyon, reventara una raqueta y dejase a todo el mundo boquiabierto porque su comportamiento suele ser ejemplar.

Ese d¨ªa, el bonaerense, citado este mi¨¦rcoles con Rafael Nadal en el tercer turno de la central (hacia las 15.30, Eurosport), desapareci¨® del cartel a las primeras de cambio tras perder contra Richard Gasquet; es decir, id¨¦ntico rendimiento al que ofreci¨® previamente en Montecarlo (Casper Ruud), Madrid (Aslan Karatsev) y Roma (Felix-Augger Aliassime), con un ligero repunte en Barcelona (tercera ronda, contra Carre?o) que no maquilla el baj¨®n del argentino en una superficie en la que disfruta y en la que en los ¨²ltimos a?os ha ofrecido registros interesantes.

¡±Obviamente, no ha sido mi mejor gira sobre arcilla¡±, evidenciaba a las puertas del grande parisino, donde escala a escala ha ido levantando el vuelo para ofrecer una versi¨®n m¨¢s reconocible. Una situaci¨®n, en cualquier caso, poco id¨®nea para abordar a su amigo Nadal, con el que se reencontrar¨¢ en Par¨ªs tras dos duelos previos: en los cuartos de 2018 fue capaz de arrebatarle un set al mallorqu¨ªn, en una cita fragmentada en dos d¨ªas a consecuencia de la lluvia, y en las semifinales del curso pasado, en las que su resistencia fue mucho menor pese a que un par de semanas antes le hab¨ªa batido en el Foro It¨¢lico.

Trata Schwartzman (28 a?os) de salir del hoyo. Lleg¨® al torneo con solo dos triunfos y esos tres tropezones a la primera, y a ello le a?ade el crudo recordatorio de los cara a cara con Nadal: 10-1 favorable al espa?ol, 5-1 sobre arena y 2-0 en Par¨ªs. ¡°Es un adversario muy complicado, siempre es as¨ª con Diego¡±, recela el campe¨®n de 20 grandes, con el que suele compartir junto a otros tenistas piques futboleros a la Play; ¡°viene con la confianza de haber ganado cuatro partidos, y creo que tambi¨¦n de una ¨¦poca complicadilla porque la gira no hab¨ªa sido quiz¨¢ la mejor para ¨¦l¡±.

Trazados paralelos: a cuartos ¡®limpios¡¯

Aunque en din¨¢micas muy diferentes, ambos encaran el pulso despu¨¦s de completar un trazado muy similar en la primera semana. Ninguno ha cedido un solo set, y Schwartzman ha ido recuperando sensaciones en los enfrentamientos contra Yen-hsun Lu, Aljaz Bedene, Philipp Kohlschreiber y Jan-Lennard Struff. Ahora, advierte, el presente obliga a mirar al cielo de Par¨ªs ¡ªlos pron¨®sticos auguran 27 grados, con algunas nubes¡ª y al veranillo que acompa?a a esta edici¨®n porque puede tener, recalca, una intervenci¨®n determinante.

¡°Hay que estar preparado porque las condiciones son muy diferentes a las de octubre, cuando hac¨ªa fresco y el polvo de ladrillo estaba lento. Ahora, con el sol, la cancha est¨¢ bastante r¨¢pida, la bola salta mucho y entonces hay que ser algo m¨¢s agresivo, sacar un poco mejor¡±, receta Schwartzman, el cuarto tenista argentino con m¨¢s triunfos (43) en los Grand Slams, por detr¨¢s de Guillermo Vilas (139), Juan Mart¨ªn del Potro (97), David Nalbandian (86) y Juan Ignacio Chela (46); por delante de Guillermo Ca?as (41).

¡°El a?o pasado esas condiciones me favorec¨ªan a m¨ª, pod¨ªa sostenerme m¨¢s cerca de la l¨ªnea del fondo y estaba m¨¢s c¨®modo. Pero ahora, a ¨¦l le gusta esta cancha m¨¢s veloz y con pique alto; la bola le sale muy r¨¢pido, as¨ª que voy a tener que jugar m¨¢s atr¨¢s en todos los puntos; tendr¨¦ que equivocarme lo menos posible y tirar lo m¨¢s que se pueda¡±, concluye El Peque.

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