Mi primera Liga sin el Din¨¢mico

¡°?Ha salido el Din¨¢mico!¡±.

Corr¨ªa la noticia y todos a comprarlo. Cuando entonces, como dec¨ªa Umbral, el f¨²tbol no era la correa sin fin que es hoy y los veranos se nos hac¨ªan largos. La Copa ven¨ªa terminando a mediados de junio, la Liga no empezaba hasta septiembre. Los equipos regresaban de vacaciones ya muy avanzado julio y se tomaban dos semanas de pretemporada antes de los torneos veraniegos. En ese p¨¢ramo florec¨ªa, de golpe, el Din¨¢mico.

Aquel prodigio de orfebrer¨ªa de imprenta mejoraba a?o a a?o. Empez¨® en...

¡°?Ha salido el Din¨¢mico!¡±.

Corr¨ªa la noticia y todos a comprarlo. Cuando entonces, como dec¨ªa Umbral, el f¨²tbol no era la correa sin fin que es hoy y los veranos se nos hac¨ªan largos. La Copa ven¨ªa terminando a mediados de junio, la Liga no empezaba hasta septiembre. Los equipos regresaban de vacaciones ya muy avanzado julio y se tomaban dos semanas de pretemporada antes de los torneos veraniegos. En ese p¨¢ramo florec¨ªa, de golpe, el Din¨¢mico.

Aquel prodigio de orfebrer¨ªa de imprenta mejoraba a?o a a?o. Empez¨® en la 49-50 como un mero calendario de Liga, de los que circulaban tantos, hechos por tal o cual marca publicitaria, pero inclu¨ªa dos mejoras: la clasificaci¨®n hist¨®rica de la Liga, que daba para mil discusiones, y fotos de los campeones de Liga y Copa, Bar?a y Valencia en la ocasi¨®n. Ya al a?o siguiente sal¨ªan las fotos, muy reducidas pero limpias, de todos los titulares de los equipos de Primera y Segunda. Un trabajo ¨ªmprobo de cartas a todos los clubes ¡°que en la ¨¦poca contestaban, ¨²ltimamente ya no¡­¡±, me dice Tom¨¢s Tocino Maquieira, hijo de Tom¨¢s Tocino Garc¨ªa, el creador, y continuador de su tarea hasta ahora mismo.

Tom¨¢s Tocino padre fue un verdadero genio. Nacido en Benavente, lleg¨® a Vigo con siete a?os. De padre linotipista y hermano estenotipista, ambos en el Faro de Vigo, empez¨® como cajista en el mismo peri¨®dico. La guerra le zarande¨® y el fin le pill¨® en Arag¨®n. Decidi¨® instalarse en Zaragoza ¡°porque all¨ª hab¨ªa m¨¢s oportunidades¡±, mont¨® su imprenta y tuvo esa idea del Din¨¢mico. En el lanzamiento del primero fue audaz e imprimi¨® 50.000. Le devolvieron 27.000. Ni corto ni perezoso, puso a Mary, la secretaria eterna (a¨²n vive, con 90 a?os) a hacer, con su buena letra, etiquetas para sobres con las direcciones de las peluquer¨ªas de otros tantos pueblos de Espa?a. ?Por qu¨¦ a las peluquer¨ªas? Porque por all¨ª pasaban todos los hombres, antes o despu¨¦s. Aquello funcion¨® y el del segundo a?o, que adem¨¢s de las caras de los futbolistas llevaba en la contraportada una tabla para saber qu¨¦ d¨ªa de la semana fue el de tu nacimiento, result¨® ya un ¨¦xito.

El n¨²mero de innovaciones fue creciente, casi dir¨ªamos que desbocado. Cada a?o hab¨ªa sorpresas. Pero el verdadero prodigio era c¨®mo consegu¨ªa meter tant¨ªsima informaci¨®n en tan poco sitio. Un gran avance fue la Ficha Pitonisa, con todas las alineaciones de todos los partidos de Primera y Segunda del a?o anterior, incluyendo claves como niebla, lluvioso, seco, asistencia, jugador expulsado y partidos de sanci¨®n, goleadores de los partidos, penaltis marcados o fallados, ¨¢rbitro y fecha¡­ Para esa informaci¨®n de cada equipo no hac¨ªa falta m¨¢s que una carilla del tama?o de un bolsillo de camisa, donde se pod¨ªa llevar para consultarlo y zanjar discusiones. En la otra carilla, los rostros de los jugadores y lugar de nacimiento.

Se fue abriendo a multitud de informaciones ¨²tiles. He ojeado al azar el de la 70-71, ¨¦poca en la que vend¨ªa 325.000, e incluye las se?ales de tr¨¢fico, normas elementales, permisos que necesita cada veh¨ªculo, las claves de matr¨ªcula por provincias y todas las banderas de todos los pa¨ªses de la tierra con sus datos de extensi¨®n, poblaci¨®n, capital, moneda, idioma y clave de matr¨ªcula en los coches. Otro a?o trajo el Reglamento desarrollado en dibujos, y un concurso bajo el t¨ªtulo ¡°El Reglamento aprender¨¢s y tambi¨¦n te divertir¨¢s¡±. Con los a?os conoc¨ª a uno que lo hab¨ªa ganado y lo pod¨ªa demostrar, porque su fotito sali¨® el a?o siguiente. Conserva aquello como oro en pa?o.

El lema del Din¨¢mico era: ¡°Para aprender, leer¡­ para discutir, saber¡±. Incluso cre¨® una min¨²scula estanter¨ªa de pl¨¢stico, para conservarlos ordenadamente.

Hace 30 a?os, cuando empez¨® Canal+, les hicimos un reportaje. Fui a Zaragoza. Ya no estaba Tom¨¢s Tocino padre, sino el hijo: ¡°Mi padre est¨¢ retirado, vive en Vigo. No lo cierro por no darle un disgusto. Y por este se?or, que est¨¢ desde el primer d¨ªa¡­¡±. Y me present¨® a Ferm¨ªn Gonzalo, que a¨²n vive tambi¨¦n, con 89. ¡°Pero cuando mi padre falte lo cerrar¨¦¡±. Felizmente, no fue as¨ª. La imprenta iba bien, mejoraron las posibilidades de recabar informaci¨®n, las nuevas m¨¢quinas necesitaban menos gente, alguien le dio la idea de reeditar todos los anteriores y ha vendido bastantes colecciones completas.

Pero se acab¨®. ?l mismo tiene ya 75 a?os, cuatro m¨¢s que el Din¨¢mico. Del ¨²ltimo n¨²mero se vendieron 8.000. A¨²n llegan peticiones de cualquier parte del mundo, pero ya no tiene sentido seguir. ¡°La artesan¨ªa ya no es rentable¡±.

No quise despedirme sin preguntarle algo que me intrig¨® siempre: ¡°?Por qu¨¦ se llama Din¨¢mico? ?Por qu¨¦ Ficha Pitonisa?¡±. Me qued¨¦ sin saberlo: ¡°Ni idea. Mi padre era un genio. Se le ocurr¨ªan cosas sin sentido aparente, pero todas le funcionaron. Cuando cre¨® el Superdin¨¢mico salt¨® de 10 a 25 pesetas y funcion¨®¡±.

Descanse en paz el Din¨¢mico. Cumpli¨® su misi¨®n.

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