?Que somos el Real Madrid, carajo!
De aquellos doce clubes que quisieron montar una Superliga exclusiva solo el Bar?a ha aportado pruebas concluyentes de estar chupando el musgo de las piedras
¡°Estamos todos arruinados¡±, dijo Florentino a sus ap¨®stoles el 20 de abril de este mismo a?o. Pasaban unos cuantos minutos de la medianoche y recuerdo que comenc¨¦ a mirar los cuadros que tengo colgados en sal¨®n, seguramente pensando en vender y aportar mi peque?o grano de arena a los m¨¢s necesitados. Se los hab¨ªa comprado a una amiga de mi madre que se apunt¨® a un curso de pintura despu¨¦s de su segundo divorcio, as¨ª que no encontr¨¦ mucho bot¨ªn en todo aquello y decid¨ª darle ...
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¡°Estamos todos arruinados¡±, dijo Florentino a sus ap¨®stoles el 20 de abril de este mismo a?o. Pasaban unos cuantos minutos de la medianoche y recuerdo que comenc¨¦ a mirar los cuadros que tengo colgados en sal¨®n, seguramente pensando en vender y aportar mi peque?o grano de arena a los m¨¢s necesitados. Se los hab¨ªa comprado a una amiga de mi madre que se apunt¨® a un curso de pintura despu¨¦s de su segundo divorcio, as¨ª que no encontr¨¦ mucho bot¨ªn en todo aquello y decid¨ª darle otra vuelta al anuncio de P¨¦rez contemplando, quiz¨¢, la posibilidad de que el presidente del Real Madrid no estuviera contando toda la verdad.
La gente dice este tipo de cosas continuamente, un poco por compasi¨®n y otro poco por no convertirse en la primera fuente de cr¨¦dito cuando alg¨²n conocido se sienta apurado. Hace unos a?os, mientras se constru¨ªa un chalet de dos plantas con piscina, mi amigo Xaime nos confes¨® que hab¨ªa enviado cartas a varias multinacionales solicitando su colaboraci¨®n en la crianza de sus tres hijos, dos de ellos reci¨¦n nacidos. ¡°Me estuve informando y algunas te mandan potitos, otras, pa?ales, alg¨²n juguete¡ No est¨¢n los tiempos para descartar nada¡±, se explicaba haciendo gestos indescifrables con una mano mientras con la otra aceptaba un presupuesto para instalar suelos de chapa marina en las ocho habitaciones del casopl¨®n: sentirse pobre, en algunos casos, no deja de ser un capricho solo al alcance de los m¨¢s afortunados.
De aquellos doce clubes que quisieron montar una Superliga exclusiva firmando un formulario predeterminado de Microsoft Word -conven¨ªa mantener la mascarada de las goteras en el estadio y los ratones en los bolsillos- solo el Bar?a ha aportado pruebas concluyentes de estar chupando el musgo de las piedras. Los dem¨¢s, comenzando por un Tottenham Hotspur que al d¨ªa siguiente de hablar Florentino le solt¨® 20 millones de libras a Mourinho en concepto de finiquito, siguen mostrando un poder¨ªo econ¨®mico que no ser¨¢ el de los clubes-estado, pero tampoco se les ve entrando en el mercado de fichajes excesivamente preocupados por el precio de la langosta.
Ofrecer ciento sesenta millones por un futbolista al que podr¨ªas firmar gratis en cuatro meses nos da una idea, m¨¢s o menos fiable, de lo que algunos entienden por vivir en la ruina. Y hacen bien en invertirlos si los tienen, solo faltar¨ªa. Incluso har¨ªan bien en gastarlos si no los tienen y alguien les f¨ªa, que para eso est¨¢n los bancos y los fondos de inversi¨®n. Firmar a Kylian Mbapp¨¦ mientras construyes un nuevo estadio supone un esfuerzo importante para las arcas del Real Madrid pero, sobre todo, exige un sacrificio moral a esos aficionados que llevaban varios meses remendando camisetas con publicidad de Zanussi -o aquella vaquita de Remy-Picot- y de la noche a la ma?ana tienen que volver a ponerse los visones de andar por casa para no dar el cante en los casinos. ¡°?Que somos el Real Madrid, carajo!¡±, vuelve a ser el grito de guerra habitual entre la parroquia merengue cuando se pide la cuenta.
Y es que, arruinado o no, al madridismo se le debe reconocer que nunca aspir¨® a ser el m¨¢s rico del cementerio¡ Aunque por el camino vayan fingiendo alg¨²n funeral y su nueva casa tenga aspecto de tanatorio extraterrestre con cubierta retr¨¢ctil: bueno es que, a estas alturas del cuento, no hayan mandado construir una por persona.
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