Koeman y la foto de Cruyff
La continuidad del t¨¦cnico est¨¢ condicionada por el legado que ahora administra Laporta
A Ronald Koeman se le considera un entrenador de club por excelencia desde que lleg¨® al Camp Nou en agosto de 2020. La duda est¨¢ en saber si tambi¨¦n es el t¨¦cnico que hoy necesita un equipo como el Bar?a. La inc¨®gnita se la ha planteado varias veces el mismo presidente, Joan Laporta, y sus confesiones privadas no siempre han coincidido con unas declaraciones p¨²blicas que en cualquier caso ayudan a centrar el debate desde que, adem¨¢s de afirm...
A Ronald Koeman se le considera un entrenador de club por excelencia desde que lleg¨® al Camp Nou en agosto de 2020. La duda est¨¢ en saber si tambi¨¦n es el t¨¦cnico que hoy necesita un equipo como el Bar?a. La inc¨®gnita se la ha planteado varias veces el mismo presidente, Joan Laporta, y sus confesiones privadas no siempre han coincidido con unas declaraciones p¨²blicas que en cualquier caso ayudan a centrar el debate desde que, adem¨¢s de afirmar que le respetaba, explic¨® que el t¨¦cnico ten¨ªa en su despacho una enorme foto de Cruyff: ¡°El estilo de Johan es tan innegociable como incontestable resulta el cruyffismo de Ronald¡±.
La respuesta agrad¨® y envalenton¨® al preparador neerland¨¦s: ¡°El poder tiene que ser para el entrenador. Soy cruyffista pero tambi¨¦n realista. Yo fui un defensa de posici¨®n; Johan fue atacante¡±, sintetiz¨® Koeman despu¨¦s de seguir el ejemplo de Laporta y modificar su mensaje en funci¨®n de si hablaba en la sala de prensa o para periodistas de su confianza en Barcelona o ?msterdam. El entrenador siente que le han movido la silla desde el Camp Nou. A pesar de tener contrato hasta junio de 2022, su continuidad peligr¨® a final de la temporada pasada y se discuti¨® en agosto despu¨¦s de la sufrida victoria contra el Getafe por 2-1.
Al presidente le doli¨® la manera en que el equipo claudic¨® en la Liga pasada a partir de su derrota ante el Granada y se prometi¨® que no volver¨ªa a aguantar un partido tan mal jugado como el disputado a final de agosto contra el plantel de M¨ªchel. La furia no le impidi¨® anunciar de todas maneras que hab¨ªan comenzado las negociaciones para renovar por un a?o el contrato de Koeman. A cambio de dar estabilidad y autoridad al t¨¦cnico, el presidente le exige resultados, una mejora en el juego y un mayor protagonismo para algunos jugadores olvidados como Umtiti y Riqui Puig, unos condicionantes que han sido negados por Koeman.
La tensi¨®n es manifiesta desde que el t¨¦cnico declar¨® que en el curso de entrenador no le hab¨ªan preparado para dirigir una plantilla con 31 o 32 jugadores, antes del cierre del mercado del d¨ªa 1. Nunca hasta entonces se hab¨ªa escuchado una queja suya, ni siquiera despu¨¦s de asumir la salida de Luis Su¨¢rez y m¨¢s tarde de Messi y Griezmann; de aceptar que le rebajaran el sueldo y le pagaran ¡°cuando vaya bien¡±; de quedarse sin Memphis y Eric Garc¨ªa en el mercado de invierno y ahora de Wijnaldum; y de aguantar la bandera del club durante el traspaso de poderes del dimitido presidente Josep Maria Bartomeu al regreso en marzo de Laporta.
Koeman, que fue generoso con Bartomeu cuando renunci¨® a la selecci¨®n de los Pa¨ªses Bajos para dirigir al Bar?a despu¨¦s del 2-8 de Lisboa, no se sinti¨® apoyado por Laporta. El presidente jug¨® mucho tiempo con Koeman y consult¨® con algunos t¨¦cnicos sobre la figura que deb¨ªa ocupar el banquillo del Camp Nou. La falta de dinero y de candidatos id¨®neos provoc¨® que en su regreso al club adoptara al h¨¦roe de Wembley 1992. Y ser el entrenador de Laporta supone aceptar su intervencionismo, m¨¢s manifiesto que nunca por la ausencia de Johan Cruyff y de Txiki Begiristain, las figuras que marcaron la ruta deportiva del club de 2003 a 2010.
El cruyffismo se resume ahora en Laporta porque las figuras de Ramon Planes, actual secretario t¨¦cnico, y Mateu Alemany, director de f¨²tbol, nunca se han asociado al ide¨®logo futbol¨ªstico del Bar?a, creador del Dream Team y avalador de Pep Guardiola. Cruyff apost¨® en 2008 por Guardiola a propuesta de Begiristain despu¨¦s de que una parte de la directiva sopesara la contrataci¨®n de Mourinho. Y la intervenci¨®n del neerland¨¦s fue igualmente decisiva en 2003 para mantener en el puesto a Rijkaard cuando los directivos liderados por Sandro Rosell pidieron la cabeza del t¨¦cnico y su relevo por Pere Gratac¨®s a la espera de Luiz Felipe Scolari.
Rosell siempre apost¨® por los futbolistas, desde Ronaldinho hasta Neymar, mientras que Laporta prefiere vertebrar el equipo a partir de una l¨ªnea de juego asociada a Cruyff. As¨ª se explica que mantuviera a Rijkaard despu¨¦s del 5-1 encajado ante el M¨¢laga de Salva Ballesta con la condici¨®n de renunciar al doble pivote formado por Xavi y Cocu y apostar por el 4-3-3 con el fichaje de Davids, un volante que empuj¨® y liber¨® a Ronaldinho. Laporta intercede ahora para que Koeman se olvide del 3-5-2 y recupere el 4-3-3. Ocurre que las ilusiones del presidente son dif¨ªciles de corresponder por el empobrecimiento de la plantilla y la falta de dinero en el Bar?a.
Ganarse al p¨²blico
A veces da la sensaci¨®n de que el presidente vive en una realidad opuesta a la que manejan los ejecutivos, los avalistas y el propio entrenador, que ya ha advertido que jugar¨¢ con tres centrales y los que hagan falta cuando tenga que asegurar el resultado, como ya se vio ante el Getafe. El barcelonismo tiene muy en cuenta que no todos los entrenadores holandeses son iguales y piensan lo mismo desde que conocieron a Cruyff y a Van Gaal. Y ahora saben que, adem¨¢s de ser un hombre fiel al club y un buen detector de talentos, familiarizado con La Masia, Koeman es un testarudo que se siente observado en cada partido por el Camp Nou.
Al t¨¦cnico, siempre directo y sin dobleces, le anima en cualquier caso el regreso del p¨²blico al estadio porque aspira a ganarse a la afici¨®n y a la plantilla para convencer a Laporta. Al equipo, sin embargo, le falta fiabilidad, trazo e identidad, capaz de jugar muy bien contra la Real y muy mal ante el Getafe. La cuesti¨®n es que la propuesta del entrenador sea compatible con las aspiraciones de un presidente que se interes¨® por el fichaje de Julen Nagelsmann. Koeman y Nagelsmann ocupar¨¢n precisamente hoy los dos banquillos mientras Jordi Cruyff, el hijo de Johan, ejerce de responsable del departamento de captaci¨®n de talento internacional del Bar?a.
¡°Nuestra relaci¨®n es buena, perfecta para m¨ª¡±, aclara Koeman ante la visita del Bayern. ¡°No tengo ning¨²n problema con el presidente; hemos tenido cositas, pero estamos bien¡±. El capit¨¢n Busquets asiente: ¡°El m¨ªster ha tenido un gran impacto. Sabe lo que quiere. Tenemos confianza en ¨¦l y en su staff. Y si hay problemas deber¨ªan hablarlo entre ellos, pero no creo que sea as¨ª¡±. El problema es que las charlas entre Laporta y Koeman se explican por separado ¡ª¡±habla demasiado¡±, dice el entrenador del presidente¡ª, como si se hubieran encontrado casualmente despu¨¦s de que el mandatario descartara fichar al t¨¦cnico por culpa del dinero en 2003.
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