El ¡®amigo¡¯ invisible del f¨²tbol

Se me hace dif¨ªcil pensar en un a?o en el que haya m¨¢s ganas de que pase p¨¢gina y podamos decir que la pesadilla queda detr¨¢s de nosotros. Los hay, siempre, a nivel individual con esos a?os en los que los proyectos no han salido, en los que, en lo deportivo, tu f¨ªsico ha estado limitado por las lesiones o porque has perdido o te has quedado a un palmo de todas las glorias (traducido: has perdido todas las finales que has jugado). Pero un a?o en el que se dir¨ªa que todos estamos deseando contar campanadas, ponernos vacunas y que todo vuelva a la normalidad normal, no a esa nueva que no nos acab...

Se me hace dif¨ªcil pensar en un a?o en el que haya m¨¢s ganas de que pase p¨¢gina y podamos decir que la pesadilla queda detr¨¢s de nosotros. Los hay, siempre, a nivel individual con esos a?os en los que los proyectos no han salido, en los que, en lo deportivo, tu f¨ªsico ha estado limitado por las lesiones o porque has perdido o te has quedado a un palmo de todas las glorias (traducido: has perdido todas las finales que has jugado). Pero un a?o en el que se dir¨ªa que todos estamos deseando contar campanadas, ponernos vacunas y que todo vuelva a la normalidad normal, no a esa nueva que no nos acaba de convencer...¡±

As¨ª empezaba mi art¨ªculo de hace un a?o y as¨ª deber¨ªa, tal vez, empezar este. Creo que menos a los que les ha tocado el Gordo de Navidad o hasta un quinto premio, para el resto se dir¨ªa que estamos metidos en la noria movida por ese h¨¢mster llamado covid y apellidado como sea. Bueno s¨ª, tambi¨¦n a todos esos a los que el h¨¢mster y la vida se ha llevado en estos 12 meses. No creo que haya habido cena de Navidad ni vaya a haber cena de Nochevieja que no est¨¦ centrada en este asunto.

Como en el f¨²tbol pasa lo que pasa en el mundo, los jugadores, entrenadores y dem¨¢s ocupados en este tema han vuelto a la actividad diaria acompa?ados de un amigo invisible, llam¨¦mosle virus, que no se sabe cu¨¢ndo ni d¨®nde se ha subido a su cuerpo para de forma generosa y como corresponder¨ªa al mejor modelo social ser compartido con todos los de su vestuario.

Recuperar las emociones en directo

Ah¨ª anda todo el mundo queriendo mostrar una cara de normalidad ante la anormalidad m¨¢s absoluta. Plantillas desoladas, entrenadores que no saben con qu¨¦ efectivos van a disponer a la hora del partido, ni tan siquiera si ellos mismos van a estar disponibles para el banquillo e imaginando las soluciones posibles para esa emergencia. Todos mirando hacia arriba, disimulando y silbando para ver si el asunto le afecta m¨¢s al vecino que a nosotros, para ver si empieza ya la jornada y todo vuelve a la anormalidad de la normalidad actual de los partidos. Unos cuantos partidos de la Premier League para mantenernos pegados a la zanahoria de los mitos, un hermoso partido entre Manchester City y Leicester para recordarnos que ese juego simple nos permite, a los que nos gusta, claro, olvidarnos de todo y sacarnos una sonrisa, aunque no seamos hinchas de ninguna de esas camisetas.

Vaya, ya ven, yo les hab¨ªa mostrado mi prop¨®sito de volver al f¨²tbol en directo con el nuevo a?o y por ah¨ª tambi¨¦n la cosa se complica. Menos aforo, mayores restricciones, m¨¢s limitaciones. Aunque ya me gusta como prop¨®sito personal para 2022 el de recuperar mi normalidad y esas emociones en directo, las de compartir con los dem¨¢s de la grada; no abrazo, claro, eso parece que llegar¨¢ m¨¢s tarde, ni tan siquiera bocadillo, bota de vino o botella de agua, sin tap¨®n, claro, pero al menos s¨ª vibraciones y miradas, gestos c¨®mplices o desesperados; alg¨²n grito fuera de tono, aprender de la nueva ceremonia con los goles y su postergada confirmaci¨®n mediante el VAR, la distancia al entrar, la distancia al salir; tal vez, un paseo bajo la lluvia al ir y otro para volver con el partido a¨²n fresco en la memoria...

Alguna nueva superstici¨®n aparecer¨¢, y no quiero ni imaginarme si al Athletic se le ocurre ganar un t¨ªtulo sin el bocadillo en la grada, con la mascarilla puesta y as¨ª ya para siempre, siempre, siempre, ya hasta el final de los tiempos¡­ O hasta el a?o que viene, claro.

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