Benzema, el f¨²tbol y el gran f¨²tbol
Me imaginaba a todo el equipo arropando a Julen Arrizabalaga, portero del Athletic B, y luego aparece el delantero del Madrid y en dos minutos te deja una rosca inmensa
42.722. No, no es el n¨²mero premiado con el Gordo de Navidad, ni ninguno de los primeros premios. Son los aficionados que el mi¨¦rcoles disfrutaban del Athletic-Real Madrid en San Mam¨¦s. Son los que decidieron que era tiempo de comunidad, con todas las precauciones sanitarias, eso siempre, pero que, en su inmensa mayor¨ªa, se rompieron la garganta para sustentar al Athletic en ese choque que se ha dado en todas la ediciones de la Liga espa?ola. Siempre.
Y si pasaron lista encontraron que mi localidad estaba vac¨ªa. Y eso que este era el partido que ten¨ªa marcado en rojo para volver a San Mames, a mi localidad que todav¨ªa no conozco porque tras las obras ya olvidadas del cambio de campo no he tenido la posibilidad de conocernos. No s¨¦ si les pasar¨¢ a alguno de ustedes pero hay dentro de mi cabeza una cierta aprensi¨®n, una cierta reticencia, un cierto temor, tal vez por exceso de responsabilidad o de informaci¨®n o de aprensi¨®n, o todo junto, pero fue ver todas las camisetas rojiblancas que este mi¨¦rcoles llenaban Bilbao para ir cerrando el cap¨ªtulo de compras y, al mismo tiempo, ir calentando para el partido de la noche y, de pronto, mi mente activ¨® una luz de alerta y empec¨¦ a pensar seriamente en la opci¨®n de ver el partido desde casa, desde donde nunca, nunca,nunca, un partido de este tipo es el verdadero partido. Nunca. Pero mi cabeza le pudo a mi coraz¨®n y me qued¨¦ en casa demostrando que tambi¨¦n la mente tiene razones que el coraz¨®n no entiende.
Y para meterme en el partido pensaba en la papeleta que se le avecinaba a Julen Agirrezabala, habitual tercer portero de la plantilla de los leones, titular habitual en el Bilbao Athletic, perd¨®n, en el Athletic B, a quien la covid hab¨ªa puesto en la situaci¨®n para jugar de titular despu¨¦s de los test positivos de Unai Sim¨®n y Jokin Ezkieta. Me imaginaba a todo el equipo arropando a Julen, a Marcelino d¨¢ndole los consejos cl¨¢sicos de jugar tranquilo, ser t¨² mismo, no arriesgar, sobre todo al principio del partido, y hasta gestionar la intensidad que tienen esos partidos. Pensaba en Aitor Iru, entrenador de porteros del Athletic, llevando el calentamiento con mimo, con tranquilidad, con todo lo que reforzase la confianza de Julen. Bueno, al menos en mi tiempo sol¨ªa ser as¨ª, salvo que no sal¨ªamos al campo a calentar y la parte del terreno de juego hab¨ªa que visualizarla mientras calent¨¢bamos en el estrecho vestuario del viejo San Mam¨¦s. Ahora a todo eso hay que a?adirle v¨ªdeos, an¨¢lisis de los rivales y dem¨¢s cuestiones cient¨ªficas que ahora componen el trabajo de portero.
La velocidad del bal¨®n
Pero claro, luego aparece Benzema y en dos minutos te ense?a cu¨¢l es la diferencia entre el f¨²tbol y el gran f¨²tbol. Una rosca inmensa, un disparo inesperado y sin tiempo de haber calentado los guantes, una acci¨®n propia de los grandes jugadores y el marcador ya cuesta arriba.
Creo que lo que m¨¢s me sorprendi¨® en mis primeros partidos en Primera Divisi¨®n fue la velocidad del bal¨®n y c¨®mo los jugadores eran capaces de golpearlo sin postura ni posici¨®n para desplazarlo de forma precisa y r¨¢pida. La velocidad de bal¨®n de Schuster y de Dirceu en mi primer trofeo Colombino me pareci¨® hasta sobrenatural, imposible de entrenar salvo cuando lo vives en directo y te preparas para combatirla.
No se descompuso Julen aunque recibi¨® un segundo gol y todo pod¨ªa hacer presagiar que la decepci¨®n podr¨ªa hacer mella en ¨¦l, y hasta sustent¨® a su equipo con un par de paradas magn¨ªficas, de clase, para so?ar hasta el ¨²ltimo segundo con ara?ar al menos un punto. Pero el Real Madrid aguant¨® bien los envites, Courtois le mostr¨® a Julen algunas cosas interesantes para aprender y los blancos salieron de San Mam¨¦s m¨¢s l¨ªderes. La pr¨®xima vez, les prometo que estar¨¦ en la grada. Seguro.
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