?Y por qu¨¦ no Carlos Alcaraz?

Cuando Rafael y yo, y el resto del equipo, nos traslad¨¢bamos a Doha para disputar el primer torneo del a?o sol¨ªamos iniciar nuestra inmersi¨®n haciendo cavilaciones y apuestas sobre los tenistas que se mantendr¨ªan en los primeros puestos del ranking, o sobre los que se ver¨ªan desbancados por los serios litigantes del curso anterior. El mes de enero se prestaba. Recuerdo con placer las largas tertulias y vaticinios al respecto mientras nos traslad¨¢bamos al club o en las charlas durante desayunos o almuerzos. Todos sab¨ªamos que habr¨ªa sorpresas, expectativas que se cumplir¨ªan y otras que n...

Cuando Rafael y yo, y el resto del equipo, nos traslad¨¢bamos a Doha para disputar el primer torneo del a?o sol¨ªamos iniciar nuestra inmersi¨®n haciendo cavilaciones y apuestas sobre los tenistas que se mantendr¨ªan en los primeros puestos del ranking, o sobre los que se ver¨ªan desbancados por los serios litigantes del curso anterior. El mes de enero se prestaba. Recuerdo con placer las largas tertulias y vaticinios al respecto mientras nos traslad¨¢bamos al club o en las charlas durante desayunos o almuerzos. Todos sab¨ªamos que habr¨ªa sorpresas, expectativas que se cumplir¨ªan y otras que no, tenistas que iban a sufrir un retroceso poco vislumbrado u otros que irrumpir¨ªan en los primeros puestos habiendo avisado menos.

El Open de Australia, que ya en enero empieza a despejar algunas dudas, es probablemente el torneo m¨¢s complicado del a?o. Los jugadores llegan sin el rodaje y la adrenalina que ya les impulsan cuando disputan Roland Garros o Wimbledon. No tienen tiempo al tanteo y saben que lo que ocurra en el primer grande del a?o puede aportarles cierta tranquilidad o, por el contrario, cierto nerviosismo que pueden arrastrar hasta bien entrada la temporada.

Las condiciones en Melbourne son, adem¨¢s, de las m¨¢s cambiantes de todo el circuito. No solo puede ocurrir que de un d¨ªa para otro las temperaturas se desplomen o suban quince grados por un cambio de rotaci¨®n de viento, sino que en la misma jornada, la temperatura puede oscilar enormemente de un partido que te toque en el primer o segundo turno de la ma?ana o en el de la noche. El calor extremo hace que el bote de la pelota sea mucho m¨¢s vivo, el juego mucho m¨¢s r¨¢pido y la exigencia f¨ªsica mucho m¨¢s notable. Por la noche, la pelota se vuelve bastante pesada y resulta mucho m¨¢s complicado hacer un juego r¨¢pido y ejecutar golpes ganadores.

Lamento la eliminaci¨®n de Garbi?e Muguruza y ahora nos agarramos a la opci¨®n de Paula Badosa, que en sus dos primeros partidos ha confirmado que est¨¢ entre las favoritas. Ha empezado el torneo con esp¨ªritu ganador. No ha entregado ning¨²n set, muestra gran confianza y despliega un juego de alt¨ªsimo nivel. Creo que seguir¨¢ siendo protagonista de nuestras cr¨®nicas y, muy probablemente, hasta la misma final del torneo.

En el cuadro masculino nos quedan Roberto Bautista y Pablo Carre?o, habiendo cedido alg¨²n set y superando algunas dificultades, y Carlos Alcaraz y Rafael, cuyos marcadores han sido m¨¢s contundentes. Nuestro representante m¨¢s joven se va a topar en su pr¨®ximo encuentro con el actual n¨²mero siete del ranking, el italiano Matteo Berrettini, un nada despreciable primer escollo. No me cabe duda, sin embargo, de que ser¨¢ uno de los platos fuertes de la jornada. Estoy seguro de que el murciano tiene posibilidades de vencer y de confirmar por qu¨¦ est¨¢, tambi¨¦n, en esas quinielas iniciales que le dibujan un recorrido en incesante l¨ªnea ascendente.

Y Rafael, que despu¨¦s de un primer partido en el que mostr¨® cierta dificultad en los desplazamientos, sobre todo cuando perd¨ªa la iniciativa, en su segunda ronda estuvo mucho m¨¢s ¨¢gil y definitivo. Progresa en la l¨ªnea correcta de mejorar d¨ªa a d¨ªa y eso me da esperanzas de que, superadas dos rondas m¨¢s, se meter¨ªa en la segunda semana con opciones, a mi entender, de aspirar a lo m¨¢ximo.

Ojal¨¢ se vayan cumpliendo mis conjeturas de principios de a?o y podamos seguir muchas jornadas m¨¢s a nuestros jugadores en un torneo tan complicado como maravilloso, al que, por fin, dedicamos muy merecida atenci¨®n.

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