El Mallorca sucumbe ante Trigueros y compa?¨ªa

La versi¨®n m¨¢s coral, la m¨¢s genuina del Villarreal, la que conecta con la identidad y los gustos de sus jugadores, se impuso a un Mallorca que se qued¨® a medio camino en todos sus empe?os. Con Iborra, Parejo y Trigueros dirigiendo el tr¨¢fico en las canales que determinan lo esencial de lo accesorio en el juego de un equipo, el Villarreal gestion¨® el partido sin vacilaciones, con una precisi¨®n irresistible para su rival. Los interiores jugaron tan bien que compensaron sin problemas la baja de Gerard Moreno, sorprendentemente sustituido por Alberto Moreno, que es lateral de formaci¨®n. El Villar...

La versi¨®n m¨¢s coral, la m¨¢s genuina del Villarreal, la que conecta con la identidad y los gustos de sus jugadores, se impuso a un Mallorca que se qued¨® a medio camino en todos sus empe?os. Con Iborra, Parejo y Trigueros dirigiendo el tr¨¢fico en las canales que determinan lo esencial de lo accesorio en el juego de un equipo, el Villarreal gestion¨® el partido sin vacilaciones, con una precisi¨®n irresistible para su rival. Los interiores jugaron tan bien que compensaron sin problemas la baja de Gerard Moreno, sorprendentemente sustituido por Alberto Moreno, que es lateral de formaci¨®n. El Villarreal sali¨® de la jornada metido en puestos europeos. El Mallorca pag¨® su viaje a La Cer¨¢mica dando otro paso hacia las profundidades de una crisis de resultados que lo arrima al descenso.

El Mallorca no terminaba de asentarse en el campo cuando pasados los diez minutos el partido comenz¨® a escap¨¢rsele a chorros. Sucedi¨® en un episodio de intendencia que sus jugadores debieron controlar. No lo hicieron. Luis Garc¨ªa, el entrenador, se llev¨® las manos a la cabeza al ver la falta de agresividad de Kubo en un ejercicio de presi¨®n aparentemente sencillo. Pedraza sac¨® de banda para Alberto Moreno frente al ¨¢rea de los visitantes, y sin que nadie lo importunara recibi¨® la pared del falso nueve antes de irse hasta la l¨ªnea de fondo y centrar. Apurado por la irrupci¨®n de Trigueros en el primer palo, Russo hizo un escorzo y desvi¨® el bal¨®n hacia su propia porter¨ªa.

El 1-0 fue un martillo en la cabeza del Mallorca, que hab¨ªa salido al campo a contemporizar y debi¨® buscar soluciones que desconoc¨ªa. La ventaja fue un punto de apoyo s¨®lido para Iborra y Parejo, capaces de interpretar la partitura del doble pivote sin que todo suene a doble pegote, como suele suceder. Siempre bien escalonados, siempre en su sitio, siempre l¨²cidos y precisos en sus decisiones y en sus pases, los dos volantes se las apa?aron para ordenar a todo el equipo desde la base de las jugadas. En el v¨¦rtice del tri¨¢ngulo contaron con el apoyo inestimable de Trigueros, autor del 2-0 en una acci¨®n que sintetiz¨® la velada.

Hab¨ªa transcurrido media hora cuando aprovechando que el Mallorca se desmadejaba en la b¨²squeda del empate, Parejo sali¨® desde su campo con un pase largo y vertical para Alberto Moreno. El andaluz, que se desmarc¨® al espacio con la misma puntualidad que se multiplic¨® en los apoyos sencillos, descarg¨® r¨¢pido para Iborra, atento para cambiar de orientaci¨®n hacia el oportuno Pedraza. El carrilero volvi¨® a desbordar por la izquierda y esta vez su centro lo emboc¨® Trigueros, maestro de la aparici¨®n.

El s¨¦ptimo gol del manchego en lo que va de temporada fue un r¨¦cord personal y sirvi¨® para coronar una preciosa obra colectiva. El 2-0 fue la s¨ªntesis de lo mejor de este Villarreal, tan bien ensamblado desde sus medios como socorrido por el oficio de Alberto Moreno, ejemplo de todo aquello que debe hacer un delantero para ayudar a su equipo a evolucionar, contraste doloroso con los puntas del Mallorca, cuya desaparici¨®n castig¨® al sus compa?eros ante la evidencia de que, en el f¨²tbol contempor¨¢neo, como en el f¨²tbol prehist¨®rico, sin la colaboraci¨®n de todos no es posible hacer nada.

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