La audacia de Boy¨¦ puede con la prudencia del Villarreal
Un golazo del argentino, que entr¨® en el minuto 66, descompone el plan de Emery y premia al Elche con tres puntos que por juego parec¨ªa condenado a perder
Un golpe de audacia de Lucas Boy¨¦ revent¨® un partido laboriosamente construido a base de paciencia, dolor y disciplina, como quien levanta un monumento a los prudentes. El imperio de los entrenadores, el reino del control absoluto, la asepsia y el pe?azo, equilibraban el choque entre Elche y Villarreal y condenaba al aburrimiento a los 12.000 hinchas congregados en el Mart¨ªnez Valero a la hora de la siesta cuando el delantero argentino, que acababa de entrar al campo, resolvi¨® una jugada digna de potrero, de patio de colegio, de calle cortada.
El tiro de Boy¨¦, un chumbazo pegado al palo de Rulli, dej¨® fr¨ªo al Villarreal cuando parec¨ªa que se desplegaba y comenzaba a dominar a un rival cansado. Deshechos sus planes de repente, de la nada, en un saque de banda desaforado, Emery se llev¨® la mano a la cara en se?al de claudicaci¨®n. Despu¨¦s de una hora de atasco prefabricado, la inercia inmovilista ya no pod¨ªa transformarse en reacci¨®n heroica. El gesto de abatimiento de Gerard Moreno, tras m¨¢s de una hora de choques, carreras est¨¦riles y jugadas de seguridad para evitar contragolpes, revel¨® la frustraci¨®n general. Con el 1-0 en contra, a los futbolistas ya no les qued¨® energ¨ªa para nada m¨¢s.
Faltaban diez minutos para que acabara la interminable exhibici¨®n de tacticismo recalcitrante que perpetraban ambos conjuntos, cuando Boy¨¦ se asom¨® a la raya izquierda de su ataque y le pidi¨® a Pere Milla que sacara de banda para ¨¦l. Pere Milla hizo lo que no deb¨ªa. Manose¨® la pelota y se la entreg¨® despu¨¦s de pens¨¢rselo, de modo que alrededor de Boy¨¦ acudi¨® media defensa del Villarreral avisada. Al receptor le dio lo mismo. Pis¨® la pelota y cuando la academia le demandaba d¨¢rsela r¨¢pidamente a un compa?ero para no perderla, ¨¦l se la qued¨®. Hostigado por Mario, Parejo y Gerard Moreno, la aguant¨® en zigzag hasta que Moreno meti¨® la puntera. El bal¨®n se desplaz¨® hacia Gumbau, que pasaba por ah¨ª, y como quiera que la acci¨®n progres¨® hasta el borde del ¨¢rea visitante, Albiol acudi¨® al despeje. Entonces Gumbau se la pas¨® a Boy¨¦, que persigui¨® la gloria con el optimismo de los ni?os, quebr¨® a Albiol y antes de que Pau Torres le cerrara el ¨¢ngulo, pis¨® el ¨¢rea y remat¨® con el alma.
Fue el primer tiro del Elche entre los tres palos. Fue el 1-0. Fue el desenlace inesperado de un partido que bien mereci¨® una siesta, o un paseo por el Palmar hasta el minuto 77, el minuto de la locura de Boy¨¦, que ingres¨® en el 66 y no se qued¨® en paz hasta que no deshizo la paciente obra de los cautelosos ins¨ªpidos que no repararon en la gente que empe?¨® el mediod¨ªa del domingo en ir al estadio a procurarse un poco de emoci¨®n en plena ola de ¨®micron.
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