La FIFA y Pap¨¢ Noel
Complacer los intereses econ¨®micos de los clubes y de los organismos internacionales terminar¨¢ con la salud de los jugadores y con la paciencia de los aficionados
El f¨²tbol habla a trav¨¦s de las tribunas. Ah¨ª est¨¢ el individuo, con su peligrosa emocionalidad, escondiendo frustraciones y deseos que arrastra qui¨¦n sabe desde cuando, qui¨¦n sabe de qu¨¦ tama?o. Y tambi¨¦n est¨¢ la comunidad, que se expresa en cantos corales, una mara?a a la que hay que escuchar porque nos cuenta sordos latidos sociales. Pero esta semana el f¨²tbol deleg¨® su palabra en su autoridad m¨¢xima: el presidente de la FIFA. Lo hizo nada menos que ante el Consejo de Europa y dej¨® esta perla: ¡°Tenemos que dar esperanzas a los africanos, para que no tengan que morir en el Mediterr¨¢neo en bu...
No interrumpa
El f¨²tbol habla a trav¨¦s de las tribunas. Ah¨ª est¨¢ el individuo, con su peligrosa emocionalidad, escondiendo frustraciones y deseos que arrastra qui¨¦n sabe desde cuando, qui¨¦n sabe de qu¨¦ tama?o. Y tambi¨¦n est¨¢ la comunidad, que se expresa en cantos corales, una mara?a a la que hay que escuchar porque nos cuenta sordos latidos sociales. Pero esta semana el f¨²tbol deleg¨® su palabra en su autoridad m¨¢xima: el presidente de la FIFA. Lo hizo nada menos que ante el Consejo de Europa y dej¨® esta perla: ¡°Tenemos que dar esperanzas a los africanos, para que no tengan que morir en el Mediterr¨¢neo en busca de una vida mejor¡±. Todo para justificar un Mundial cada dos a?os que haga m¨¢s rico al organismo que preside. La desfachatez fue tan denunciada que dieron ganas de darle un consejo: dado que el f¨²tbol habla por s¨ª mismo, no vuelva a interrumpirlo.
Aviones que se cruzan
Esta pr¨®xima semana pasar¨¢ lo que ten¨ªa que pasar: jugadores que tienen que jugar dos partidos en dos continentes al mismo tiempo. Un imposible, como dos aviones que se cruzan y que en los dos viajaran los mismos jugadores. Cumplen con su selecci¨®n o cumplen con su equipo. El Madrid lo pagar¨¢ contra el Athletic en Copa. FIFA, que prioriza reglamentariamente a las selecciones, pretende un Mundial cada dos a?os, con m¨¢s partidos de clasificaci¨®n que romper¨¢n las costuras de los calendarios. La idea rebaja a un cincuenta por ciento la excepcionalidad de los Mundiales, un campeonato que ordena la vida de los aficionados en porciones de leyenda cada cuatro a?os. Si FIFA tuviera derechos sobre las fiestas navide?as, Pap¨¢ Noel vendr¨ªa en trineo tambi¨¦n en julio. Complacer los intereses econ¨®micos de los clubes, de la UEFA y de la FIFA terminar¨¢ con la salud de los jugadores y con la paciencia de los aficionados. Todo sea por los africanos.
Correr para no caer
Ya se ve, a lo lejos, como un tren bala que viene a toda velocidad: la eliminatoria entre el PSG y el Real Madrid. ?Ustedes se fijaron que, en el f¨²tbol de estos d¨ªas, todo el mundo corre, pero no para alcanzar una meta sino para escapar del precipicio? ?Cu¨¢l es la singularidad de esta eliminatoria? Que los dos equipos deben ganarla. No importa que marchen primeros y con mucha ventaja en sus respectivas Ligas, en lo que no es un paseo, pero casi. De manera que la Liga est¨¢ descontada, como si no hubiera m¨¦rito en ganarla con autoridad. Al rev¨¦s, llevar una ventaja tan grande te pone en un escenario incomod¨ªsimo: el de las grandes expectativas creadas. Ahora a los dos les toca ganar en Champions para evitar una cat¨¢strofe tambi¨¦n econ¨®mica. Hemos pasado de vivir ilusionados a vivir amenazados por el puto f¨²tbol. Pobres entrenadores.
La pasi¨®n como estilo
Hasta Simeone sufre el impacto de los malos resultados despu¨¦s de 10 a?os dedicados a cambiar la historia de su club. Pero por ¨¦l no hay que preocuparse. Un d¨ªa qued¨¦ para hacerle una entrevista y entre la cita y el encuentro pasaron 15 d¨ªas en los que al Atl¨¦tico le fue mal. Qu¨¦ pena, pens¨¦, me voy a encontrar a un Cholo desmoralizado. Lleg¨®, se sent¨® y me comi¨®. Contra este tipo no jugar¨ªa ni a las cartas, pens¨¦. Ese d¨ªa comprend¨ª que tiene un yacimiento de pasi¨®n del que extrae una energ¨ªa imbatible. Es lo que subyace en el excelente documental de Movistar Plus: una fuerza nerviosa capaz de despertar para siempre a un club dormido. Para qu¨¦ les voy a enga?ar, el juego del Cholo no es para m¨ª. Pero me descubro ante esa gran obra construida desde el amor al f¨²tbol y al Atl¨¦tico de Madrid.
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