Jasikevicius se adue?a del cl¨¢sico
El Bar?a vuelve a superar al Madrid (68-86) con el libreto del t¨¦cnico lituano, ganador en 9 de los 12 duelos directos ante los blancos, con seis victorias en el Palacio incluidas. Laprovittola resuelve el pulso con 12 puntos en cuatro minutos
Desde que Sarunas Jasikevicius entrena al Bar?a el balance de los cl¨¢sicos es de 9 a 3 a favor de los azulgrana. Una contabilidad que incluye seis triunfos en otros tantos partidos disputados en la cancha del Real Madrid. Esta vez, el encargado de consolidar el dominio de la pizarra del t¨¦cnico lituano fue Laprovittola (20 puntos, con 5 de 5 en triples)...
Desde que Sarunas Jasikevicius entrena al Bar?a el balance de los cl¨¢sicos es de 9 a 3 a favor de los azulgrana. Una contabilidad que incluye seis triunfos en otros tantos partidos disputados en la cancha del Real Madrid. Esta vez, el encargado de consolidar el dominio de la pizarra del t¨¦cnico lituano fue Laprovittola (20 puntos, con 5 de 5 en triples). La arrolladora salida del base argentino resolvi¨® el pulso en apenas cuatro minutos. Los 36 restantes fueron un quiero y no puedo de los de Laso y un ejercicio de solvencia del cuadro cul¨¦ (68-86). Incluso con un Mirotic de perfil bajo (9 puntos el d¨ªa de su 31 cumplea?os), le bast¨® al Bar?a para imponer su juego, intensidad y creciente dominio psicol¨®gico sobre su rival. El Madrid cedi¨® su primera derrota en casa en la Euroliga, pero la quinta en sus ¨²ltimos nueve encuentros.
Era otro cl¨¢sico de entreguerras y el gui¨®n planteaba un pulso entre la raz¨®n y el coraz¨®n, entre la honrrilla y el resarcimiento. Para no gastar fuerzas en v¨ªsperas de la Copa ni ceder terreno ante el enemigo ¨ªntimo. Y la intriga se resolvi¨® en un santiam¨¦n. El Bar?a consolid¨® el optimismo, el Madrid, los dilemas recientes. En el cuentakil¨®metros de los de Laso pesa la sensaci¨®n de haber trastocado la hoja de ruta por la saturaci¨®n sobrevenida de partidos para recuperar los aplazados. A los azulgrana la recuperaci¨®n les llegar¨¢ m¨¢s tarde y, por lo visto, parece que en mejor momento.
Los dos entrenadores apostaron por una terna de peque?os para dinamizar la puesta en escena. Con Heurtel, Causeur y Abalde en los locales, y Calathes, Laprovittola y Exum en los visitantes. Pero solo la f¨®rmula de Jasikevicius se puso en ¨®rbita gracias, sobre todo, a la sobresaliente actuaci¨®n de Laprovittola. El base argentino anot¨® 12 puntos en apenas cuatro minutos, con tres triples y un dos m¨¢s uno, y abri¨® un roto en la defensa madridista que se convirti¨® en un descosido monumental poco despu¨¦s. A¨²n no lo sab¨ªa pero acababa de decidir el cl¨¢sico por la v¨ªa r¨¢pida.
No reaccionaron los de Laso. El 2-15 que dej¨® Lapro antes de tomarse un respiro devino en un 2-24 con el relevo de Exum en la intendencia, y la contundente embestida azulgrana creci¨® hasta el 8-28 al cierre del primer acto. Ni rastro del Madrid m¨¢s all¨¢ del empe?o insuficiente de Tavares (25 puntos en 28 minutos). Como si los blancos siguieran en el atolladero de Estambul y el Bar?a en el quinto cuarto del cl¨¢sico liguero de hace 20 d¨ªas.
El Madrid a?adi¨® varios pu?ados de ansiedad a la saturaci¨®n f¨ªsica y mental mostrada ante el Fenerbah?e el martes (51 puntos en 40 minutos, su peor anotaci¨®n en 11 a?os) y de la descompensada receta sali¨® un inopinado zarandeo del Bar?a (10-36, m. 12). Inferiores en el rebote, espesos en la transici¨®n, y seco desde el triple (0 de 7 al descanso; 2 de 22 al final), los blancos palidecieron de nuevo y comenzaron a apelar al car¨¢cter antes de encontrar el juego. Calathes se adue?¨® del libro de instrucciones y el paso al frente de Causeur apenas le vali¨® a su equipo para desatar un intercambio de canastas.
La sobrevenida fluidez anotadora result¨® un trampantojo para el conjunto de Laso, que tambi¨¦n perdi¨® el segundo cuarto (23-24). El Madrid se march¨® al entreacto cavilando, con el rostro demudado. Rumiando la tunda, la secuencia de derrotas recientes, la racha ante el Bar?a y los dilemas ante el futuro inmediato.
Pugnaban los dos grandes por un liderato continental moment¨¢neo (a¨²n restan nueve jornadas de la liga regular) y menos trascendente que el de la ACB. En la competici¨®n nacional (16-4 para los blancos y 14-3 para los azulgrana) el primer puesto otorga ventaja de campo en todas las eliminatorias por el t¨ªtulo incluida la final, mientras que en la Euroliga basta con acabar en uno de los cuatro primeros puestos para garantizarse el factor cancha en el cruce de cuartos, frontera definitiva antes de la Final Four.
Con ese logro parcial bastante encarrilado por ambas partes, por la holgura respecto al quinto clasificado, y lo estresante del calendario, la cita recomendaba prudencia a priori. Para medir fuerzas y cuidar recursos a menos de una semana de la Copa del Rey de Granada ¡ªen el parte m¨¦dico madridista: Deck, Taylor y Rudy; en el de los cul¨¦s: Abrines, Oriola y Higgings (que finalmente pasar¨¢ por el quir¨®fano para curar su fascitis plantar y estar¨¢ unos tres meses de baja)¡ª. Pero el orgullo no entiende de contenci¨®n y, en la reanudaci¨®n, el Bar?a se lanz¨® a apuntalar otro golpe moral a su rival y el Madrid, a intentar, al menos, suavizar la afrenta.
No encontraron resquicios los blancos. Con Yabusele de nuevo anulado por la defensa azulgrana, su kriptonita, (8 puntos en 25 minutos en el duelo europeo en el Palau, 7 en 30 en el cl¨¢sico liguero y 4 en 31 esta vez) y el dominio constante de los generadores de juego de Jasikevicius, el Bar?a fue gestionando sin sobresaltos la hucha que llen¨® Lapro al inicio.
El primer triple del Madrid, anotado por Abalde, lleg¨® a los 22 minutos de partido y el siguiente, de Williams-Goss, 11 m¨¢s tarde. A pesar de la colecci¨®n de puntos de Tavares, la diferencia en ese tramo oscil¨® siempre en la frontera de los 20 puntos. El 53-69 del minuto 28 fue el m¨¢ximo acercamiento de los blancos (55-71, al t¨¦rmino del tercer cuarto).
Solo en la recta de meta, el Bar?a se concedi¨® un suspiro de autocomplacencia. Y, con 62-75 en el marcador, Llull y Williams-Goss fallaron tres triples consecutivos que abr¨ªan el horizonte de la ¨¦pica para los madridistas. El que no fall¨® fue Laprovittola, que con su quinto triple en cinco intentos cerr¨® el triunfo del Bar?a y su faena de puerta grande en el WiZink Center. El sexto triunfo consecutivo de Jasikevicius en Madrid. ¡°Me voy preocupado por no dominar el juego¡±, dej¨® dicho Laso en su an¨¢lisis postpartido. ¡°Hay que estar orgullosos y ser inteligentes. Los pr¨®ximos partidos empiezan de cero¡±, cerr¨® el t¨¦cnico del Bar?a tras alcanzar a los blancos en el liderato.
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