El Bar?a destempla al Madrid
Los de Jasikevicius, impulsados por Kuric, Sanli y Mirotic, manejan el ritmo del cl¨¢sico y cortan la racha de triunfos del conjunto de Laso (75-85)
El cl¨¢sico es un universo aparte que no entiende de rachas y s¨ª de biorritmos. Llegaba el Bar?a rumiando cuatro derrotas en sus ¨²ltimos cinco partidos y presum¨ªa el Madrid de una secuencia de 21 triunfos en 22 encuentros. Pero los azulgrana frenaron a los blancos en un duelo en el que controlaron mejor el juego, la pelota y las emociones. Los puntos de Kuric y Sanli, 17 por barba, y los latigazos reivindicativos de Mirotic, sirvieron a los azulgrana para superar al conjunto de Laso, que se destempl¨® en el tercer cuarto ante un rival m¨¢s robusto en defensa y fluido en ataque. El impulso final de Abalde en la direcci¨®n no pudo compensar la floja ficha madridista, que acumul¨® tantas asistencias como p¨¦rdidas de bal¨®n (13). Jasikevicius consolida la tendencia y toma de nuevo la medida a su rival. Desde su llegada al Palau el balance del cl¨¢sico es de 8-3 para los cul¨¦s.
No falt¨® la emoci¨®n, los roces y la tensi¨®n, aunque fuera una contienda de entreguerras. Tres semanas m¨¢s tarde de lo previsto, por fin pudo disputarse el cl¨¢sico liguero, el tercero de la temporada tras la final de la Supercopa en Tenerife y el duelo de la Euroliga en el Palau, con un triunfo por bando. En tiempos de inestabilidad y problemas sobrevenidos, en los que los entrenadores miran tanto el parte m¨¦dico como la pizarra, Tavares y Mirotic llegaron justo a tiempo a la cita tras superar la covid para completar un cartel rutilante. El madridista fue directo al quinteto y el azulgrana esper¨® turno en el banquillo (los dos superaron los 20 minutos en pista). Tambi¨¦n Deck fue reclutado por Laso a pesar de su falta de rodaje, pero su participaci¨®n result¨® intrascendente. Sin apenas reparar en ajustes y tanteos, los dos equipos se lanzaron a imponer su plan de partido. La hoja de ruta la descifr¨® Jasikevicius con una estrategia que se les atraganta a los blancos.
Kuric y Sanli fueron los primeros arietes del Bar?a, y Taylor, el primer sustento del Madrid hasta que los blancos consiguieron activar a Tavares. El conjunto de Laso gobern¨® el primer cuarto a trav¨¦s de su dominio en el rebote. Pero las p¨¦rdidas de bal¨®n y el desenfoque desde el per¨ªmetro recortaron r¨¢pidamente su carrerilla.
Se interrumpi¨® el encuentro en el minuto nueve para que Felipe Reyes recibiera la ovaci¨®n del WiZink Center que le neg¨® el eco de la pandemia y Jasikevicius aprovech¨® para terminar de apretar las tuercas. La aparici¨®n de Mirotic y Davies consolid¨® al Bar?a y el pulso se igual¨® en las alturas. El conjunto azulgrana tuvo tiempo de atajar la efervescencia de su rival y de marcharse al descanso con dos puntos de ventaja. Del 24-18 del primer parcial al 40-42 al entreacto. Del 5 de 13 en triples del Madrid, al 6 de 8 cul¨¦; del 73% de los blancos en tiros de dos, al 43% de los azulgrana. Un cuarto para cada equipo y los detalles como ¨²nico resquicio para marcar diferencias.
La misma inactividad que not¨® Deck en sus primeros envites contra Mirotic ¡ªen su segunda aparici¨®n tras su aventura en la NBA¡ª, la vivi¨® Calathes en la primera mitad, en su segundo partido tras dos meses de baja. Sin embargo, en la reanudaci¨®n, el base griego encontr¨® el tiento en un tramo clave y, al ritmo que marc¨® su batuta, el Bar?a ensay¨® el primer demarraje de la tarde (42-51, m. 23). Despu¨¦s luci¨® manejo Laprovittola (9 puntos, cinco rebotes y seis asistencias; 19 de valoraci¨®n). El Madrid intent¨® recortar la desventaja a bocados, con dos triples de Llull, pero comenz¨® a caminar definitivamente a contrapi¨¦.
El vigor de Jokubaitis y la clase de Higgins redoblaron la apuesta de Jasikevicius y el tercer cuarto cay¨® del lado azulgrana. La renta cul¨¦ alcanz¨® la barrera psicol¨®gica del +10 (51-61, m. 29). El Madrid no encontr¨® ni el ritmo ni los recursos para romper el s¨®lido dique de contenci¨®n del Bar?a, que penaliz¨® la espesura en ataque de los blancos con r¨¢pidas transiciones. Solo perdieron cuatro balones los azulgrana en todo el partido.
Cuesti¨®n de cadencia y comp¨¢s. Jug¨® el Bar?a con m¨¢s armon¨ªa. Laso toc¨® teclas y reuni¨® a Heurtel con Williams-Goss en la sala de m¨¢quinas, pero ninguno de los dos encontr¨® la medida entre la pausa y la aceleraci¨®n, entre el v¨¦rtigo y las prisas. Y, en mitad de los dilemas madridistas, lleg¨® un triple de Smits que apuntal¨® el optimismo azulgrana (56-68, m. 33).
La presencia de Rudy y Deck fue la que enderez¨® al Madrid. Cuando peor pintaba el panorama para el conjunto de Laso cuaj¨® la mezcla, con el impulso y la determinaci¨®n de Abalde en la direcci¨®n y los primeros espacios para correr. As¨ª lleg¨® un parcial de 10-0, con dos mates de Poirier, cinco puntos de Williams-Goss y un tiro libre de Rudy, que fall¨® el triple que hubiera completado la remontada parcial (66-68, m. 36). Pero no termin¨® de encontrarse el Madrid, que reclam¨® con vehemencia una falta no pitada sobre Hanga en mitad de su incompleto abordaje (69-74). Mantuvo la calma y el pulso el Bar?a, sumando tiros libres. Punto a punto hasta apuntarse el cl¨¢sico con un triple de Mirotic que ejerci¨® de puntilla. Una victoria que permite a los de Jasikevicius no descolgarse en la lucha por el primer puesto en la temporada regular (ahora est¨¢n a cuatro triunfos de los blancos pero con tres partidos menos). Otra muesca en la contabilidad particular de los dos grandes. EL 11 de febrero, nuevo episodio en la Euroliga.
Tributo a Felipe Reyes
En el minuto nueve del cl¨¢sico, coincidiendo con el dorsal que llev¨® el excapit¨¢n madridista en su camiseta, el juego se detuvo y Felipe Reyes salt¨® a la pista, acompa?ado por sus hijos Chloe y Axel, para recibir el tributo de su afici¨®n, la ovaci¨®n que le neg¨® en su d¨ªa la pandemia y sus gradas vac¨ªas. ¡°Por fin lleg¨® el d¨ªa de despedirme de vosotros en una cancha de baloncesto, que era lo que yo quer¨ªa. Han sido 17 a?os incre¨ªbles, donde hemos conseguido muchos ¨¦xitos y hemos cumplido muchos sue?os¡±, cont¨® Felipe, micr¨®fono en mano, antes de abrir su lista de agradecimientos.
Emblema de la generaci¨®n que instal¨® a Espa?a en el podio de Europeos, Mundiales y Juegos, el excapit¨¢n madridista cerr¨® el pasado mes de junio su colecci¨®n de plusmarcas en la que est¨¢ instalado como el jugador con m¨¢s partidos en la historia de la liga espa?ola (824) y el cuarto en la Euroliga (357). Su ¨²ltimo partido lo disput¨® el 29 de abril del a?o pasado ante el Efes en la Euroliga. Ning¨²n jugador madridista resisti¨® su longevidad competitiva hasta los 41 a?os en activo (en marzo cumplir¨¢ 42). Una maratoniana carrera de 23 temporadas en la ¨¦lite en las que conquist¨® 24 t¨ªtulos de clubes y 10 medallas con la selecci¨®n espa?ola (con tres oros europeos, uno mundial, y dos platas ol¨ªmpicas entre ellas).
Solo el pionero Juan Castellv¨ª, que particip¨® en la fundaci¨®n de la secci¨®n en 1931, lleg¨® a vestir de blanco con 39. La misma edad que alcanzaron en el equipo de f¨²tbol el m¨ªtico Ferenc Puskas y el guardameta Miguel ?ngel. Con 17 temporadas en el club, Felipe super¨® los 16 cursos que alcanzaron Wayne Brabender y Clifford Luyk, e igual¨® las 17 campa?as de Juan Antonio Corbal¨¢n y Fernando Romay y se qued¨® a solo una de las 18 de Rafael Rull¨¢n. En total, 1.046 partidos con el Real Madrid y 1.565 en toda su carrera.
La pandemia trastoc¨® sus plazos y, pese a estirar su carrera un curso m¨¢s de lo que ten¨ªa previsto, se acab¨® retirando en tiempos de eco en las gradas. ¡°Sois parte de mi familia, os voy a llevar siempre en mi coraz¨®n. Solo os pido que sig¨¢is animando como siempre. Como la afici¨®n del mejor club del mundo¡±, cerr¨® Felipe en su pr¨®rroga de capitan¨ªa.
Puedes seguir a EL PA?S DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.