Dos golazos alivian al Madrid
El Real, pitado al descanso por su hinchada, remonta en el segundo periodo y despacha al Alav¨¦s con vocaci¨®n y dos tantos de bandera de Asensio y Vinicius
No anda el Madrid en su mejor momento, pero con su af¨¢n del segundo periodo y dos golazos se sacudi¨® al Alav¨¦s. Del Real achacoso del primer tramo a un Real festivo tras el descanso. De los pitos iniciales a las palmas del final. No transitan del todo bien Vinicius y Benzema, pero ambos dejaron su sello goleador y algunos trazos ilustrados. Y emergi¨® Asensio. Nadie como ¨¦l simboliz¨® el discurrir del encuentro. Una pifia del balear le pudo meter en un l¨ªo al Madrid con 0-0. Murmullos en la grada. Pero en un parpadeo, Asensio hizo saltar el cerrojo visitante con un gol franquiciado que levant¨® a...
No anda el Madrid en su mejor momento, pero con su af¨¢n del segundo periodo y dos golazos se sacudi¨® al Alav¨¦s. Del Real achacoso del primer tramo a un Real festivo tras el descanso. De los pitos iniciales a las palmas del final. No transitan del todo bien Vinicius y Benzema, pero ambos dejaron su sello goleador y algunos trazos ilustrados. Y emergi¨® Asensio. Nadie como ¨¦l simboliz¨® el discurrir del encuentro. Una pifia del balear le pudo meter en un l¨ªo al Madrid con 0-0. Murmullos en la grada. Pero en un parpadeo, Asensio hizo saltar el cerrojo visitante con un gol franquiciado que levant¨® al p¨²blico. Habr¨¢ que etiquetarlo como la asensiada o algo similar. Cuando activa su zurda en el per¨ªmetro del ¨¢rea la pelota cruza la escuadra m¨¢s alejada como un tiro.
El sufrido Alav¨¦s es un equipo llano. Su cartilla se reduce a dos cap¨ªtulos: sin la pelota todos se api?an y sudan como regaderas; y con ella es unidireccional, todos rastrean a Joselu. No es casual, el ariete lleva 12 de los 19 goles del conjunto de Mendilibar. Lo suyo es la p¨¦rtiga, pilla y pilla vuelo, un tormento para Milit?o, su principal centinela. Puede que Joselu no llegue a peinar el bal¨®n, pero con su constante traj¨ªn logra que muchas veces tampoco interfiera el comisario de turno.
En Joselu empieza y acaba el ataque babazorro. Salvo que el adversario le d¨¦ vidilla. Lo hizo Casemiro, adormecido dentro del ¨¢rea. Duarte le birl¨® la pelota y Jason sacudi¨® el primer anfiteatro. Nadie tuvo mejor ocasi¨®n en el primer periodo.
Al Madrid algo elemental de estos d¨ªas le define Vinicius. El brasile?o ha sufrido un cierto apag¨®n. El hombre no amaina, no afloja en su empe?o, pero ha perdido desborde, chispa. Adem¨¢s, los rivales ya no disimulan con las emboscadas al expansivo extremo blanco. A Tenaglia, el oficial que le puso encima Mendilibar, nunca le faltaron auxilios con Jason, Pina y Miazga. Le buscaba y le buscaba el Real. Sin ¨¦xito, as¨ª que el juego giraba a la otra orilla, donde Asensio prefer¨ªa zonas interiores y dejaba el pasillo para Carvajal. Tampoco fue el remedio para el Madrid, que apenas tuvo a la vista a Benzema, cuya reciente baja ha coincidido con el reverso del brasile?o, cuya abnegaci¨®n le permite, incluso en tiempos sombr¨ªos, dejar alg¨²n goteo. Para suerte blanca, Asensio ha elevado su producci¨®n.
El grupo de Ancelotti no supo interpretar de entrada el asalto a la adelantada defensa alavesista. Sosegado Kroos en el banquillo tras tanto tute, nadie filtraba un pase y apenas Modric en un par de ocasiones delineaba alg¨²n pase en diagonal que hiciera bascular a la retaguardia de los de Mendilibar. Todo era sosaina. Y un sector de la hinchada de Chamart¨ªn expres¨® su enojo al descanso.
De vuelta de la tregua, el Madrid tuvo otra combusti¨®n. Y se activ¨® Modric, con lo que eso significa. Ya no fue el equipo de merienda del primer periodo. Sin alardes, pero con el gancho suficiente para enchironar cada vez m¨¢s al Alav¨¦s, que, m¨¢s forzado, perdi¨® soltura. Fruto de la crecida lleg¨® la mejor pincelada de Vinicius. Por fin mand¨® a la lona a su marcador y Pacheco fue obligado a una parada crucial. El rechace le lleg¨® a Benzema, pero Lejeune tir¨® de escoba bajo el larguero.
Cuando m¨¢s apretaba el Real lleg¨® el momento cumbre del partido. Un desliz de Asensio cerca de su ¨¢rea deriv¨® en un cara a cara de Pere Pons con Courtois. El blanquiazul, que llevaba un instante en el campo, no tuvo tino. Lejos de contrariarse, en cuesti¨®n de segundos Asensio firm¨® un golazo a lo Asensio. Tiene la patente, ese disparo combado desde el pico derecho del rancho ajeno que resulta diab¨®lico para los contrarios. La diana liber¨® m¨¢s de la cuenta al balear, tan fr¨ªo por lo general. El chico se dirigi¨® al p¨²blico para censurar los silbidos precedentes y reclamar apoyos. La gente de Chamart¨ªn lo pas¨® por alto, m¨¢xime tras su versallesca colaboraci¨®n en el 2-0. Un tuya-m¨ªa taconazo a taconazo de Asensio y Benzema concluy¨® con el tanto de Vinicius, que resopl¨® tras seis partidos de barbecho goleador. Ancelotti, docto como pocos en la gesti¨®n del vestuario, gestion¨® la retirada del ruedo de ambos. Y consigui¨® lo que pretend¨ªa, el aplauso popular a Vinicius y Asensio.
Para entonces ya no hab¨ªa huellas del Alav¨¦s, vencido por el talento de los solistas del Real. Un remate al poste derecho de Pacheco de Benzema fue el preludio del 3-0. Tambi¨¦n el capit¨¢n precisaba su bingo. Un claro penalti a Rodrygo se lo puso en bandeja y Benzema, que necesita cuerda tras su regreso de la enfermer¨ªa, tambi¨¦n dej¨® su apunte. Con la dedicaci¨®n del segundo tiempo y dos golazos mediante, el Real Madrid pas¨® p¨¢gina como l¨ªder otra jornada m¨¢s.
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