El Sevilla se atasca en Vallecas
Un golazo de Beb¨¦ impide al equipo de Lopetegui pasar del empate (1-1) y subirse al tren de la Liga ante un Rayo que manej¨® sus recursos con mayor sentido
El Sevilla se present¨® en Vallecas con la intenci¨®n apurada de subirse al ¨²ltimo vag¨®n del tren de la Liga. Puso el pie en el estribo. Pero no fue capaz de abrir la puerta. Le espera un viaje ag¨®nico hasta la siguiente estaci¨®n tras completar un partido pobre. Complicado por un Rayo que explota su peque?o yacimiento de talento con la m¨¢xima eficacia, consciente de sus limitaciones y con una pizca de fortuna bien trabajada en el majestuoso gol ...
El Sevilla se present¨® en Vallecas con la intenci¨®n apurada de subirse al ¨²ltimo vag¨®n del tren de la Liga. Puso el pie en el estribo. Pero no fue capaz de abrir la puerta. Le espera un viaje ag¨®nico hasta la siguiente estaci¨®n tras completar un partido pobre. Complicado por un Rayo que explota su peque?o yacimiento de talento con la m¨¢xima eficacia, consciente de sus limitaciones y con una pizca de fortuna bien trabajada en el majestuoso gol de Beb¨¦. ¡°Un puntito aqu¨ª, un puntito all¨ª, y as¨ª vamos alcanzando el objetivo¡±, dijo el gigante portugu¨¦s, al salir del campo. A ocho puntos del descenso, el Rayo seguir¨¢ mirando hacia abajo m¨¢s que hacia arriba. Con el orgullo reforzado, eso s¨ª, tras haber frenado en seco al Sevilla.
Cada equipo progresa a su manera, por unos carriles, seg¨²n unas coordenadas. El primer empuje del Rayo movi¨® al Sevilla fuera de su pista de despegue. Sin tener ni la mitad de los recursos de su oponente, los jugadores de Iraola se organizaron para sacar la pelota jugada con ?scar Valent¨ªn, que se multiplic¨® para dar apoyos a todo el pelot¨®n de compa?eros que se le ofrecieron con desmarques de apoyo y al espacio. Si el Sevilla recuper¨® la pelota, no fue por mucho tiempo. Los centrales, Gudelj y Kound¨¦ no lograron encontrar pasillos amplios porque ni Delaney, ni Rakitic, ni mucho menos Oliver Torres, fueron capaces de comprometerse. Obligados a actuar r¨¢pido cuando el Rayo adelant¨® sus l¨ªneas para presionar, apenas se les vio pedir la pelota.
Nteka, Beb¨¦ y Trejo est¨¢n lejos de garantizar el dinamismo necesario para organizar una presi¨®n adelantada de primer nivel. Pero la que hicieron bast¨® para atolondrar a sus oponentes. A Delaney siempre le cost¨® dominar los 360 grados de su radio de acci¨®n y esto le llev¨® a la prudencia para evitar cometer errores. M¨¢s sorprendente fue que Oliver y Rakitic solo aparecieran en escena cuando el Rayo aflojaba su hostigamiento. A partir de estas renuncias y disfunciones se atasc¨® el Sevilla. Rara vez consigui¨® suministrar a sus atacantes. Si lo hizo, fue mediante centros laterales, y en virtud de Navas casi siempre. El capit¨¢n sevillista fue el mejor de un equipo que acab¨® demasiadas jugadas por afuera por la incapacidad de sus interiores para darle velocidad y profundidad a la circulaci¨®n en el mediocampo. Durante una hora, el ¨²nico disparo del Sevilla fue obra de Mir tras controlar la pelota con la mano. Sucedi¨® a la salida de un c¨®rner y fue, hasta que lo anul¨® el VAR, el 0-1.
El Sevilla regres¨® del descanso con el recuerdo de un tiro al travesa?o de Guardiola que casi abre el marcador en la primera parte. Pero ni eso activ¨® a sus volantes, tan descolocados como en la primera parte cuando cayeron en la trampa anunciada. Beb¨¦ baj¨® a recibir con una carrera en¨¦rgica, Oliver Torres se dej¨® sorprender en su zona y el portugu¨¦s descarg¨® r¨¢pido a Balliu antes de girarse y atacar el espacio por la banda. El lateral devolvi¨® el bal¨®n al hueco y Beb¨¦ encar¨® a Agustinsson con ventaja, lo arremeti¨®, pis¨® el ¨¢rea y a las bravas se le fue del recorte, arm¨® la pierna y dispar¨® el ca?onazo. Durante unas d¨¦cimas, la pelota desapareci¨® en el aire. Bounou solo supo que hab¨ªa sido gol porque descubri¨® el proyectil en el fondo de la red.
Tres cambios
Nervioso en la banda, Lopetegui hizo tres cambios pasados los 50 minutos. Meti¨® a Acu?a, Martial y Tecatito, y quit¨® a Munir, Agustinsson y Navas. Con Ocampos en el lateral derecho y Acu?a en el izquierdo el equipo gan¨® en vigor, y con Tecatito sum¨® un jugador astuto. Al Sevilla no le alcanz¨® para legar con claridad al ¨¢rea del Rayo, ni para agilizar su juego interior, pero la coctelera comenz¨® a agitarse con fuerza. El Rayo daba s¨ªntomas de cansancio y su bloque se aflojaba alrededor del ¨¢rea de Dimitrevski cuando Tecatito dispuso de tiempo para cruzar un centro (otro m¨¢s) al segundo palo. All¨ª la pele¨® Delaney, que forceje¨® con Fran y empuj¨® la pelota a la red.
El 1-1 elev¨® los decibelios en Vallecas. Se alborot¨® el p¨²bico y se revolvieron los futbolistas y los banquillos. El partido se aceler¨® y los espacios se agrandaron. El Rayo insisti¨® por afuera, que es por donde suelen atacar los modestos. M¨¢s raro fue que el Sevilla no encontrara otro modo de atacar. Frente a un rival agotado, se sucedieron algunas ocasiones. Dimitrevski le sac¨® una volea a Martial, desde media distancia, y un cabezazo a Delaney, de nuevo, a la salida de un c¨®rner. Fue todo lo que produjo el Sevilla, adem¨¢s de una exageraci¨®n de Rafa Mir, que pidi¨® penalti, ante los aspavientos de Lopetegui. El VAR, tras revisi¨®n, desestim¨® el reclamo.
El tren de la Liga se puso en marcha y el Sevilla apenas pudo aferrarse al exterior de la puerta del ¨²ltimo vag¨®n.
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