Verstappen es incontenible
El piloto de Red Bull se impone en Yedda despu¨¦s de un vibrante mano a mano con Leclerc y Carlos Sainz completa el podio
Cada vez que Nicolas Latifi se estrella contra el muro, el l¨ªder de la carrera en cuesti¨®n se pone a temblar. Lo sabe perfectamente Lewis Hamilton tras el apote¨®sico desenlace del pasado Mundial de F¨®rmula 1, centrifugado por el golpetazo del muchacho de Williams en las ¨²ltimas vueltas, y ahora tambi¨¦n Checo P¨¦rez, que este domingo perdi¨® una gran oportunidad de lograr el tercer triunfo de su trayectoria y el segundo enfundado en el mono de Red Bull. Todo flu¨ªa para ¨¦l en Yedda y eso no es f¨¢cil en un laberinto tan traicioner...
Cada vez que Nicolas Latifi se estrella contra el muro, el l¨ªder de la carrera en cuesti¨®n se pone a temblar. Lo sabe perfectamente Lewis Hamilton tras el apote¨®sico desenlace del pasado Mundial de F¨®rmula 1, centrifugado por el golpetazo del muchacho de Williams en las ¨²ltimas vueltas, y ahora tambi¨¦n Checo P¨¦rez, que este domingo perdi¨® una gran oportunidad de lograr el tercer triunfo de su trayectoria y el segundo enfundado en el mono de Red Bull. Todo flu¨ªa para ¨¦l en Yedda y eso no es f¨¢cil en un laberinto tan traicionero como el Corniche Circuit, donde el s¨¢bado se convirti¨® en el primer mexicano en adjudicarse una pole position en el Mundial de F¨®rmula 1. La cercan¨ªa de la primera curva y la agilidad del monoplaza del b¨²falo rojo, combinados estos dos factores con la evidente confianza del corredor de Guadalajara en este escenario, le permitieron colocarse lejos del alcance de los Ferrari y de Max Verstappen. Sin embargo, con la mitad del trabajo hecho y adem¨¢s, de maravilla, a Latifi se le enredaron los pies y el volante y enrosc¨® una curva m¨¢s de la cuenta. Esa metedura de pata y la consiguiente aparici¨®n del coche de seguridad (vuelta 16) propiciaron el primer cambio de gui¨®n de una noche cuyo voltaje fue in crescendo, y en la que Verstappen y Charles Leclerc terminaron por protagonizar un duelo electrizante que tiene toda la pinta de repetirse muy pronto.
Con P¨¦rez en fuera de juego, el actual campe¨®n del mundo se centr¨® en no perder contacto con el trasero del Ferrari del monegasco para desencadenar una agresiva ofensiva en las ¨²ltimas vueltas. Una embestida tan vistosa que valida a todos los efectos la revoluci¨®n en el reglamento implementada esta temporada. Tras el gatillazo de la semana pasada, en Bar¨¦in, donde los dos b¨®lidos energ¨¦ticos se quedaron fritos por una aver¨ªa en el sistema de alimentaci¨®n, Verstappen dispuso en Arabia Saud¨ª del monoplaza que marc¨® el ritmo en los ensayos de invierno, por m¨¢s que la superioridad que se le presupon¨ªa no es tan relevante como aparentemente pod¨ªa parecer. Y eso es por obra de Ferrari, que tras un largo periodo de penurias ha ensamblado un prototipo a la altura de aquello que representa. En esta fiesta falta Mercedes, extraviada como est¨¢ la marca de la estrella por la falta de pegada de sus Flechas de Plata, que siguen dando botes y que convierten a un fen¨®meno del calibre de Hamilton (d¨¦cimo) en uno m¨¢s de la parrilla. A menos que la tropa de Brackley le ponga remedio pronto, la carrerilla que han cogido Red Bull y la Scuderia puede dejar tirado al fabricante de la estrella.
Una vez se desmarcaron del resto del pelot¨®n, Leclerc vio c¨®mo Verstappen le fue cocinando a fuego lento, aprovechando al m¨¢ximo las oportunidades que ofrecen las zonas de adelantamiento, b¨¢sicamente las que permiten emplear el aler¨®n trasero m¨®vil (DRS). Esta nueva generaci¨®n de coches anticipa una nueva forma de correr, seguramente debido a la igualdad forzada por el l¨ªmite presupuestario. En esta ocasi¨®n, el equipo de Maranello y el del b¨²falo rojo plantearon dos estrategias bien distintas, centr¨¢ndose unos (Ferrari) en la velocidad en las curvas y los otros (Red Bull), en sacar ventaja en las rectas. Si en Bar¨¦in fueron los italianos quienes se llevaron el premio gordo, esta vez lo hicieron los de Milton Keynes, que maximizaron el potencial de su RB18 en manos de su Ni?o Maravilla.
Colocado detr¨¢s de Leclerc, Mad Max llev¨® a cabo dos asaltos que fueron desactivados por el l¨ªder del Mundial, muy afinado en los bloqueos. Pero a Verstappen no se le puede retener. A la tercera, el chico de Hasselt opt¨® por tom¨¢rselo con m¨¢s calma, a cuatro vueltas de la bandera de cuadros. Tanto que incluso renunci¨® a meterle el morro de su Red Bull en primera instancia, con tal de salir lo m¨¢s pegado posible de la siguiente cueva y maximizar el potencial del DRS, ya en la recta. El escaso medio segundo que separ¨® a ambos al cruzar la meta es el mejor reflejo del nivel de competitividad que ha alcanzado el certamen con la ¨²ltima revisi¨®n en la normativa. Los esc¨¦pticos cada vez lo son menos. ¡°Los cambios funcionan, de eso no hay duda¡±, resumi¨® Leclerc.
Carlos Sainz complet¨® el podio ¡ªla primera vez que el espa?ol encadena dos seguidos¡ª y se afianz¨® en el segundo puesto de la tabla general. Alonso abandon¨® por un problema en el propulsor de su Alpine (36? giro), cuando el asturiano rodaba el octavo.
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