Los penaltis reviven al Madrid
El conjunto blanco vence al Celta con dos tantos de Benzema desde los 11 metros. El delantero franc¨¦s fall¨® otro lanzamiento y el l¨ªder acaba sufriendo en Bala¨ªdos (1-2)
El Real Madrid sobrevivi¨® a una mala tarde en Vigo y se llev¨® un triunfo que no acab¨® de merecer del todo ante un rival que por momentos le encontr¨® las cosquillas. La resoluci¨®n fue abrupta y alimenta la pol¨¦mica tras un partido con tres penaltis se?alados en contra del equipo local, al que adem¨¢s se le anul¨® un gol a instancias del videoarbitraje, ese que ahora ya apenas entra en lo que sucede en las ¨¢reas. Si el error no es grosero manda el ¨¢rbitro que est¨¢ sobre el campo. La cuesti¨®n es discernir el valor de la groser¨ªa...
El Real Madrid sobrevivi¨® a una mala tarde en Vigo y se llev¨® un triunfo que no acab¨® de merecer del todo ante un rival que por momentos le encontr¨® las cosquillas. La resoluci¨®n fue abrupta y alimenta la pol¨¦mica tras un partido con tres penaltis se?alados en contra del equipo local, al que adem¨¢s se le anul¨® un gol a instancias del videoarbitraje, ese que ahora ya apenas entra en lo que sucede en las ¨¢reas. Si el error no es grosero manda el ¨¢rbitro que est¨¢ sobre el campo. La cuesti¨®n es discernir el valor de la groser¨ªa. Y mientras tanto la Liga acaba con unos modos y maneras arbitrales diferentes a los que estaban implantados cuando se inici¨®. No es que la normativa sea diferente, pero como si lo pareciese. Esta vez es el Celta de Vigo el que se queja, pero la repercusi¨®n en el debate futbolero es mayor que una pataleta m¨¢s de un equipo de media tabla. En Sevilla y Barcelona tambi¨¦n hay lamentos. Aguardaban un tropiezo para alimentar sus anhelos de engancharse a la Liga.
Fue un partido bien jugado, grato de presenciar como pod¨ªa aguardarse desde la pizarra. En ella estaban Mendy y Benzema, dos aportaciones trascendentes para el Madrid. A rebufo de su delantero, el l¨ªder hizo camino porque oper¨® de nueve, advirti¨® de sus galones de pichichi al poco de iniciarse el partido con un testarazo que se fue al lateral de la red y transform¨® con hielo en las venas el penalti que adelant¨® a su equipo, pero sobre todo se convirti¨® en indetectable cuando trabaj¨® como diez. Benzema fue el regista del Madrid en el amanecer de un partido que encaden¨® golpes en una y otra porter¨ªa, un bello espect¨¢culo futbol¨ªstico.
El Madrid marc¨® apenas pasado el cuarto de hora. Para entonces el Celta se sent¨ªa c¨®modo, pero pen¨® por una acci¨®n en la que no estaba amenazado y en la que Nolito derrib¨® en el ¨¢rea local a Eder Milit?o, que no parec¨ªa una amenaza. Fue un penalti de delantero, una imprudencia. A Benzema no le temblaron las piernas ante Dituro, un acreditado parapenaltis que se venci¨® hacia su derecha y vio entrar la pelota rasa y por el centro de la meta, tras un excelente enga?o del lanzador.
El Celta ten¨ªa argumentos para levantarse y los encontr¨® en el ataque posicional, donde busc¨® superioridades con Brais y Nolito de interiores en posiciones muy adelantadas. Hall¨® la manera de juntar pases por dentro y por el camino le llegaron varias opciones a bal¨®n parado desde la frontal para propiciar un duelo de altura: Iago Aspas frente a Courtois, una zurda m¨¢gica contra una manopla de lujo que sac¨® un intento teledirigido a la escuadra. Quiso el Celta, que mezcl¨® bien el juego, voraz al recuperar y dispararse en ataque, paciente para mover al rival. Y la mecha suele prender si abunda dinamita. El Celta la encontr¨® con un centro de Nolito que remat¨® Galhardo al palo. La pelota se pase¨® por la l¨ªnea de gol y se col¨® ante la mirada de Aspas y Alaba. Bala¨ªdos grit¨® el gol, Galhardo lo festej¨®, se quit¨® la camiseta y se gan¨® la amonestaci¨®n antes de que el VAR, ah¨ª s¨ª, mandase parar. Aspas hab¨ªa partido desde el fuera de juego para acompa?ar la acci¨®n y los ¨¢rbitros entendieron que interfiri¨® en el intento de Alaba de llegar a la pelota.
Fue un anticl¨ªmax celeste, pero el Madrid, err¨¢tico con bal¨®n si no encontraba a Benzema, palideci¨®. El descanso no rebaj¨® la presi¨®n de la grada, azuzada con alguna elecci¨®n musical con mensaje. Esc¨¢ndalo, cant¨® la gente, con Raphael de fondo y la sensaci¨®n de que el arbitraje da?aba a su equipo. El Celta volvi¨® al campo como un avi¨®n, desatado, ambicioso, con buen pie, como el de Javi Gal¨¢n, que con dos centros mont¨® dos incendios. En el primero empat¨® Nolito, en el segundo casi anota Galhardo.
El Madrid estaba tocado, pero no precis¨® f¨²tbol para alzarse. S¨ª un par de penaltis, que acabaron de desquiciar al celtismo. El primero exhibi¨® a Modric, que con un taconazo abri¨® la defensa celeste antes de que Rodrygo, reci¨¦n entrado al campo, cayese ante Murillo, que no pareci¨® hacer mucho por derribarle. ¡°Nos dijeron que los penaltitos no los iban a pitar¡±, hab¨ªa lamentado Ancelotti, de baja en Bala¨ªdos por covid, a finales del pasado mes de noviembre.
Con todo, Dituro volvi¨® a elegir su diestra y ah¨ª encontr¨® el lanzamiento de Benzema. Apenas hubo tiempo ni acciones para calibrar las consecuencias del episodio: cuatro minutos despu¨¦s Mendy se fue al suelo en un bal¨®n dividido al que acudi¨® Kevin V¨¢zquez, que pareci¨® retirar la pierna en ¨²ltima instancia. Pero el ¨¢rbitro regres¨® al punto fat¨ªdico y el VAR ya no entra en discusiones. Benzema repiti¨® localizaci¨®n, pero Dituro cambi¨® de idea y el Madrid volvi¨® a mandar en el marcador con 20 minutos por jugar. El barullo y la entrada de los refrescos pararon unos instantes al Celta, antes de un ¨²ltimo asedio en el que el l¨ªder sufri¨® para alzar los brazos victorioso. Lo hizo adem¨¢s, sin sufrir amonestaciones: Milit?o, Mendy, Casemiro y Modric podr¨¢n alinearse la pr¨®xima jornada.
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