La ¡®victoria¡¯ de Simeone y la ¡®derrota¡¯ de Guardiola
El choque de estilos y los piques subliminales entre los t¨¦cnicos del Atl¨¦tico y del City marcaron un duelo convulso
Diego Pablo Simeone y Pep Guardiola no han podido escapar del foco que se puso sobre ellos desde el momento en el que el sorteo depar¨® el enfrentamiento entre el Atl¨¦tico de Madrid y el Manchester City. Pese al intento de ambos, aderezado con cierta hipocres¨ªa, de no azuzar el debate de estilos, este termin¨® por saltar por los aires en toda su extensi¨®n ...
Diego Pablo Simeone y Pep Guardiola no han podido escapar del foco que se puso sobre ellos desde el momento en el que el sorteo depar¨® el enfrentamiento entre el Atl¨¦tico de Madrid y el Manchester City. Pese al intento de ambos, aderezado con cierta hipocres¨ªa, de no azuzar el debate de estilos, este termin¨® por saltar por los aires en toda su extensi¨®n por lo acaecido dentro y fuera del terreno de juego. La eliminatoria termin¨® emponzo?ada con im¨¢genes deleznables por parte de ambos equipos en sus minutos finales y con los dos entrenadores dirimiendo su particular batalla dial¨¦ctica en la sala de prensa. Guardiola, neg¨¢ndose a responder sobre las p¨¦rdidas de tiempo de su equipo en los minutos finales, y Simeone tir¨¢ndole a la cara que ¡°lo importante es ganar¡± y que para ello el City tuvo que recurrir a las artima?as que se le suelen achacar al Atl¨¦tico. Los ir¨®nicos aplausos del entrenador rojiblanco a las p¨¦rdidas de tiempo del campe¨®n ingl¨¦s fueron tambi¨¦n reveladoras.
Simeone no digiri¨® bien el uso de la palabra prehistoria que utiliz¨® Guardiola al t¨¦rmino del encuentro de ida para concretar lo complicado que fue, ha sido y ser¨¢ atacar a un equipo que se defiende con dos l¨ªneas de cinco. El Cholo entendi¨® que Guardiola clasific¨® el f¨²tbol del Atl¨¦tico de rudimentario, utilizando de manera sibilina el vocablo que alud¨ªa a esa etapa antigua del hombre. Ese fue el motivo por el que Simeone, en la sala de prensa del Metropolitano, pronunci¨® la frase de la noche que desenmascar¨® el cruce soterrado de declaraciones que hab¨ªan mantenido. ¡°Muchas veces, aquellos que tienen un gran l¨¦xico son muy inteligentes y te alaban con un desprecio. Pero no somos tan tontos los que quiz¨¢ tenemos menos l¨¦xico¡±, reproch¨® Simeone a Guardiola.
La eliminatoria ha generado contradicciones tan inesperadas como que Simeone y el Atl¨¦tico hayan salido victoriosos de ella pese a no haber logrado el pase a las semifinales. El caldo de cultivo de este inusual triunfo ya se fragu¨® tras el partido de ida. El Atl¨¦tico perdi¨® 1-0 y transmiti¨® una imagen ultradefensiva con esas dos l¨ªneas de cinco que empujaron a Guardiola a pronunciar la palabra prehistoria. Pocas veces una derrota y un planteamiento tan conservador hab¨ªan realzado tanto la figura de un entrenador, m¨¢s all¨¢ de las duras cr¨ªticas recibidas en Inglaterra o por parte de personajes de relumbr¨®n del f¨²tbol como Marco van Basten o Arrigo Sacchi.
Simeone plante¨® el partido del Etihad convencido de que encajar pocos goles era la ¨²nica v¨ªa para que el Atl¨¦tico pudiera tener opciones de superarla en el Metropolitano. Desde ese punto, su defensivo planteamiento fue irreprochable. Tambi¨¦n lo fue la primera parte del Metropolitano, cuando pasado el arre¨®n inicial, volvi¨® a lograr que el City no pudiera desplegar su sofisticado juego de ataque salvo en la jugada en la que Gundogan estrell¨® el bal¨®n contra un palo. Guardiola desvel¨® que en el descanso advirti¨® a sus futbolistas de que faltaba lo peor. Intuy¨® que el Atl¨¦tico se impondr¨ªa por f¨ªsico tras el desgaste sufrido tres d¨ªas antes en el trepidante partido con el Liverpool (2-2) con el liderato de la Premier League en juego. No se equivoc¨®, el equipo de Simeone, espoleado por una hinchada en estado de ignici¨®n, pas¨® por encima del City como el propio preparador catal¨¢n admiti¨®. Sus futbolistas se acongojaron con el bal¨®n y en las disputas y quedaron sometidos al vendaval del Atl¨¦tico. En ese punto se fragu¨® la derrota de Guardiola y la victoria de Simeone. Desconcertado como un boxeador fino y estilista ante un pegador desatado, el t¨¦cnico del City recurri¨® a un mediocentro m¨¢s, Fernandinho. El City comenz¨® a recurrir a los trucos arteros que se le suelen atribuir al Atl¨¦tico despu¨¦s de la incomprensible patada por detr¨¢s de Felipe a Foden tras haber cortado la jugada sin falta y estar ya ambos fuera del terreno de juego. Foden ya hab¨ªa sido objeto de la intimidaci¨®n del central brasile?o en el primer tiempo, cuando este le propin¨® un fuerte empuj¨®n en el aire en una disputa a¨¦rea que termin¨® con el aparatoso vendaje en la cabeza que luci¨® el resto del partido. Al borde del primer acto, Savic tambi¨¦n hab¨ªa mandado contra las vallas a Foden cuando el bal¨®n hab¨ªa salido por la l¨ªnea de banda.
Tras el impacto de la patada de Felipe, el atacante ingl¨¦s rod¨® para ser atendido dentro del campo y perder tiempo. Savic corri¨® desbocado para sacar a Foden detr¨¢s de la l¨ªnea de banda, pero antes de llegar fue empujado por Sterling. Ah¨ª comenz¨® la tangana, con agarrones, empujones, Grealish llamando perdedor a Savic y este tir¨¢ndole del pelo. Con Grealish, seg¨²n el Atl¨¦tico, hab¨ªa cuentas pendientes de la ida, despu¨¦s de que este insultara al montenegrino y a Vrsaljko tras sufrir un balonazo de Correa en la cara estando en el suelo.
El colegiado a?adi¨® nueve minutos tras el incidente con Foden, pero apenas se jugaron cinco por las p¨¦rdidas de tiempo de los jugadores del City en los saques de banda y en una falta que deb¨ªa ejecutar. Ederson simul¨® una lesi¨®n tras una falta lateral que Carrasco ejecut¨® cerrada y el meta brasile?o despej¨® entre una mara?a de jugadores. ¡°Al final por m¨¦rito del rival nos han ido encerrando m¨¢s. Cuando quedan cinco o diez minutos hay que jugar con este tipo de armas¡±, justific¨® Rodri. Los piques fueron m¨²ltiples hasta el final del encuentro. Savic le recrimin¨® a Guardiola lo de la prehistoria y este le respond¨ªa que no hab¨ªa dicho nada. Unos metros m¨¢s all¨¢, Hermoso llamaba cagones a los componentes de banquillo del City. Con el pitido final, Vrsaljko, tras ser empujado por Walker y Carson, tuvo un conato de pelea frenado finalmente por la Polic¨ªa Nacional. La imagen final de un choque de estilos que deriv¨® en la chocante victoria de Simeone y la derrota de Guardiola.
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