Nadal remonta a Aliassime y se reencontrar¨¢ con Djokovic
El espa?ol salva un cruce irregular y extenuante con el canadiense (3-6, 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3, tras 4h 20m), y el martes se medir¨¢ en los cuartos de Par¨ªs con el n¨²mero uno
Al ¨®rdago de Felix Auger Aliassime, porque lo suyo es un desaf¨ªo en toda regla, responde Rafael Nadal con una demostraci¨®n de fe ¨Cla que tiene para no desistir en la carrera y devolver con un cortado definitivo la bola, y de ah¨ª al break¨C e instinto, mucho instinto; el de golpear cuando se debe y donde m¨¢s da?o se hace para zafarse finalmente del canadiense (3-6, 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3) y sortear una encerrona de 4h 20m. As¨ª se desbloquean los octavos, con un buen paliz¨®n en el cuerpo; as¨ª llega la r¨²brica y, a la par, la confirmaci¨®n de aquello que se sospechaba tras el sorteo del cuadro:...
Al ¨®rdago de Felix Auger Aliassime, porque lo suyo es un desaf¨ªo en toda regla, responde Rafael Nadal con una demostraci¨®n de fe ¨Cla que tiene para no desistir en la carrera y devolver con un cortado definitivo la bola, y de ah¨ª al break¨C e instinto, mucho instinto; el de golpear cuando se debe y donde m¨¢s da?o se hace para zafarse finalmente del canadiense (3-6, 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3) y sortear una encerrona de 4h 20m. As¨ª se desbloquean los octavos, con un buen paliz¨®n en el cuerpo; as¨ª llega la r¨²brica y, a la par, la confirmaci¨®n de aquello que se sospechaba tras el sorteo del cuadro: ¨¦l y Novak Djokovic volver¨¢n a verse las caras. Esta vez es pronto, el martes en los cuartos.
Ambos se reencontrar¨¢n en la Philippe Chatrier tras la victoria del curso pasado del serbio, que ape¨® al espa?ol en las semifinales. Es el ¨²ltimo precedente de un listado sin igual en el tenis, ya que nadie no hay una rivalidad tan cacareada ni tan encarnizada. En total, son 58 cruces, en los que Djokovic (35 a?os) manda con un estrecho margen: 30-28. Sin embargo, sobre tierra batida el que domina es Nadal (19-8), que tambi¨¦n lleva claramente la iniciativa en el territorio parisino (7-2). En los Grand Slams, el registr¨® tambi¨¦n est¨¢ a su favor: 10-7. Regresa el cl¨¢sico, pero antes, un buen viaje en la monta?a rusa.
Contagiado por el d¨ªa, plomizo, muy h¨²medo y gris¨¢ceo este domingo de Par¨ªs, el espa?ol hizo una salida en falso. No se encontraba Nadal, a remolque de la derecha del canadiense, sin sentir el drive y lento en las maniobras, como si de repente hubiera retrocedido un par de pasos y perdido varias marchas; mucha bola corta a media pista, poca profundidad en los golpes y err¨¢tico con el servicio. En resumidas cuentas, demasiado terreno a favor de Aliassime, un joven de gran proyecci¨®n ¨Cnoveno del mundo a sus 21 a?os, semifinalista el curso pasado en el US Open¨C y que en los ¨²ltimos tiempos ha dado un salto significativo en los grandes escenarios.
Buena culpa de ello la tiene el hombre que observaba desde terreno neutral, ni un banquillo ni otro. Al final, Toni Nadal, t¨ªo y mentor del gran campe¨®n, decidi¨® presenciar el partido desde el palco presidencial, situado entre el presidente de la Federaci¨®n Francesa (FFT), Gilles Moretton, y el ex jugador iran¨ª Mansour Bahrami. El t¨¦cnico, que asesora a Aliassime desde hace poco m¨¢s de un a?o, se hab¨ªa sentado en el box de su sobrino en las tres primeras rondas y, l¨®gicamente, en el banquillo de su jugador; esta vez, sin embargo, prefiri¨® la soluci¨®n intermedia para evitar cualquier contradicci¨®n.
Desde esa posici¨®n equidistante ve¨ªa que Nadal (35 a?os) no terminaba de carburar, mientras que su chico gobernaba el peloteo y encarrilaba el primer parcial con dos zarpazos certeros, sin dudas ni temblores, la ¨²nica v¨ªa posible para vencer al miedo esc¨¦nico que produce un cruce con el balear en la Chatrier. Ah¨ª abajo, frente a ¨¦l, todo se hace muy largo, o m¨¢s bien eterno. Desesperante. Pero iba Aliassime por el camino adecuado. El envite era formal. Mandaba el canadiense y se rebozaba de arena su rival al rectificar el paso, todav¨ªa encorsetado, con el brazo izquierdo a¨²n en fase durmiente. Era la und¨¦cima vez que el mallorqu¨ªn ced¨ªa el primer set en Par¨ªs (dos veces ha perdido en esa circunstancia) y solo cab¨ªa un giro.
No fue dr¨¢stico, sino progresivo, cocido a fuego lento. E inteligente. Al final, con mucha tensi¨®n, eso s¨ª. Ante la situaci¨®n de peligro, a falta de dinamita en los tiros, Nadal apost¨® por la compensaci¨®n. En lugar de buscar a pecho descubierto el volantazo se equilibr¨®; solidific¨® el saque, redujo un punto el riesgo y se endureci¨®, someti¨¦ndole a Aliassime a una tensi¨®n constante en los intercambios. Firm¨® 11 errores menos en la segunda manga (15 en la primera) y el canadiense rebaj¨® las prestaciones. La din¨¢mica continu¨® en la tercera, cada vez m¨¢s jer¨¢rquico e impositivo el espa?ol. Se puso serio: ni una vez abri¨® la puerta y hasta ocho opciones de break se procur¨®. Le bast¨® un doble golpe para desnivelar y encauzar aparentemente un duelo que luego se torci¨® otra vez. Era una tarde maratoniana, de rodeos.
Cara y cruz, de 2006 a 2015
Aliassime demarr¨® en el cuarto, pero se encontr¨® con una respuesta fulminante. Ya lo saben: el arte de rehacerse. As¨ª es el tenis, as¨ª es Roland Garros. Y as¨ª es Nadal, con el cuchillo entre los dientes cuando la escena solo admit¨ªa ese paso adelante; lo contrario, seguramente, hubiera significado la perdici¨®n. Completada la fase de rodaje y cogida ya la carrerilla, la puesta a punto para afrontar las rampas finales del torneo, ahora enfila un careo de m¨¢xima exigencia con Djokovic, que aterrizar¨¢ con menos desgaste y con la maquinaria a punto, visto lo visto estos d¨ªas: 8h 13m invertidas en las cuatro primeras rondas, por las 10h 43m al otro lado de la red.
El del martes ser¨¢ el tercer encuentro entre Nadal y Djokovic en los cuartos del grande franc¨¦s. Coincidieron en dicha escala en 2006 y gan¨® el espa?ol, pero volvieron a toparse en 2015 y el que se adjudic¨® la victoria fue el serbio.
En cualquier caso, la referencia m¨¢s cercana corresponde al a?o pasado. El de Belgrado remont¨® y posteriormente se proclamar¨ªa campe¨®n en Wimbledon, igualando as¨ª los 20 grandes que ten¨ªan hasta entonces el de Manacor y el suizo Roger Federer; sin embargo, al comienzo de esta temporada se produjo un nuevo giro. Detenido y deportado, Nole vio c¨®mo Nadal triunfaba en Australia y se situaba al frente de la gran carrera hist¨®rica por ser el jugador m¨¢s laureado. Ahora, la historia emplaza a otro cl¨¢sico entre los cl¨¢sicos.
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