La FIA mima la espalda de Hamilton
El regulador de la F¨®rmula 1 intervendr¨¢ para limitar el rebote de los coches que martiriz¨® al brit¨¢nico en Bak¨² y que tanto condiciona a Mercedes
A ojos de la mayor¨ªa de los aficionados a la F¨®rmula 1, Lewis Hamilton es la sombra del piloto que era hace poco m¨¢s de seis meses, cuando demostr¨® seguir siendo el m¨¢s r¨¢pido de entre los integrantes de la parrilla, por m¨¢s que el t¨ªtulo se lo terminara encasquetando Max Verstappen, indudablemente favorecido por las decisiones tomadas por Direcci¨®n de Carrera en aquel estrepitoso ¨²ltimo gran premio, en Abu Dabi. Aquella fuerza tan tremenda que llev¨® al brit¨¢nico a recortarle al neerland¨¦s 19 puntos en tres pruebas, para llegar empatado con ¨¦l a la ¨²ltima parada del calendario, parece haberse ...
A ojos de la mayor¨ªa de los aficionados a la F¨®rmula 1, Lewis Hamilton es la sombra del piloto que era hace poco m¨¢s de seis meses, cuando demostr¨® seguir siendo el m¨¢s r¨¢pido de entre los integrantes de la parrilla, por m¨¢s que el t¨ªtulo se lo terminara encasquetando Max Verstappen, indudablemente favorecido por las decisiones tomadas por Direcci¨®n de Carrera en aquel estrepitoso ¨²ltimo gran premio, en Abu Dabi. Aquella fuerza tan tremenda que llev¨® al brit¨¢nico a recortarle al neerland¨¦s 19 puntos en tres pruebas, para llegar empatado con ¨¦l a la ¨²ltima parada del calendario, parece haberse evaporado en la misma proporci¨®n que su coche, la todopoderosa Flecha de Plata que hab¨ªa encadenado los siete t¨ªtulos anteriores (2014 ¨C 2020), se ha desafilado. Ni el Mercedes es el monoplaza de antes ni Hamilton es capaz de marcar la diferencia, ya no solo al medirse a la competencia, sino incluso al cruzar sus datos con los de su vecino de taller.
Este fin de semana, el Mundial desembarca en Montreal tras un viaje expr¨¦s directamente desde Bak¨², donde George Russell se encaram¨® al podio por tercera vez. El contraste entre el rendimiento de los dos corredores del fabricante alem¨¢n es evidente: Russell figura el cuarto en la tabla general, con 99 puntos, 37 m¨¢s que el heptacampe¨®n del mundo, que es sexto y que solo se ha subido una vez al caj¨®n. De las ocho carreras disputadas, solo en la primera (Bar¨¦in), Hamilton cruz¨® la meta por delante de su compatriota. Si llevamos la comparativa a las cronometradas, esto es, la velocidad pura a una sola vuelta lanzada, la balanza vuelve a decantarse hacia el lado de Russell por cinco a tres. En su cuarta temporada en el certamen, el joven de Norfolk, de 24 a?os, no solo es el principal sustento para el constructor de Stuttgart ¨Ces el ¨²nico piloto que ha puntuado en las ocho citas celebradas hasta ahora, y siempre ha terminado entre los cinco primeros¨C, sino que se ha habituado a sacarle los colores a su te¨®rico jefe de filas, que el domingo pasado, en Azerbaiy¨¢n, donde finaliz¨® el cuarto, proyect¨® su imagen m¨¢s vulnerable.
Nada m¨¢s aparcar su b¨®lido en el parque cerrado, a Hamilton se le hizo de noche antes de poder salir del habit¨¢culo. Estaba molido por el dolor en la zona lumbar que le martiriz¨® durante toda la carrera, como consecuencia del brutal rebote contra el asfalto del W13, que en Bak¨² se convirti¨® en una tortura para el chico de Stevenage. ¡°La espalda me est¨¢ matando¡±, se quej¨® por la radio, metido en el fragor de la batalla, en un claro mensaje dirigido a la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIA). El recado ten¨ªa toda la intenci¨®n del mundo, habida cuenta de la guerra pol¨ªtica existente entre Mercedes y el resto de las estructuras. Y surti¨® efecto: la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIA) inform¨® este jueves, en la previa del Gran Premio de Canad¨¢, que introducir¨¢ una serie de medidas de control para analizar, de forma individualizada, ese zarandeo vertical y los efectos que puede tener en la salud de los corredores. Para ello se analizar¨¢ al detalle el dise?o de los patines y c¨®mo se desgastan al rozar con el asfalto. ¡°Esta intervenci¨®n se lleva a cabo en pos de la seguridad de los pilotos, y tras consultar con el departamento m¨¦dico¡±, especificaba la nota mandada a las escuder¨ªas.
Quien m¨¢s, quien menos, arranc¨® el curso con problemas del bautizado como porpoising, esa especie de rebote generado por el vac¨ªo intermitente que se crea debajo de los monoplazas de ¨²ltima generaci¨®n, tras el redise?o del suelo impuesto por la nueva reglamentaci¨®n vigente. Pero mientras la mayor¨ªa de los equipos consigui¨® resolver o mitigar ese traqueteo infernal, Mercedes se qued¨® encallado en ¨¦l. Eso oblig¨® a la tropa de Brackley a levantar el coche m¨¢s de lo ideal, con la consiguiente p¨¦rdida de prestaciones. En Montmel¨®, hace menos de un mes, los t¨¦cnicos pensaban haber dado con la tecla adecuada, una impresi¨®n avalada por el cron¨®metro: Russell concluy¨® en el podio y Hamilton lo hizo el quinto tras escalar desde la ¨²ltima posici¨®n.
Lo que ocurri¨® despu¨¦s nadie se lo esperaba, y es que las soluciones implementadas en el Circuit no solo no sirvieron en escenarios como M¨®naco, una semana despu¨¦s, o en Bak¨², sino que todav¨ªa agravaron el tema. Y la clave de ello est¨¢ en la irregularidad de la pista y los baches que tanto abundan en los circuitos urbanos. ¡°En las primeras carreras sufrimos el porpoising y en Barcelona, no¡±, comentaba esta semana James Vowles, responsable de estrategia de Mercedes. ¡°Nos esforzamos mucho en resolverlo, y estoy convencido de que hemos avanzado. En Montmel¨®, el coche fue estable y pudimos bajarlo. Esa fue la clave para trabajar en la puesta a punto y hacerlo m¨¢s competitivo¡±, explica el ingeniero. ¡°Sin embargo, tanto en M¨®naco como en Bak¨² descubrimos un segundo problema que estaba siendo enmascarado por el primero¡±, se explaya Vowles, antes de detallar la diferencia entre los dos tipos de efecto: ¡°Como hemos resuelto el porpoising, ahora podemos bajar el coche, pero eso provoca que la panza golpee el piso, y ese es el rebote que tenemos en estos momentos¡±
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