Tres a?os despu¨¦s, Nadal contra la amnesia
Controlada su dolencia en el pie, el mallorqu¨ªn se concentra en recuperar los complejos automatismos sobre la hierba: ¡°Debo ir descubri¨¦ndolos de nuevo¡±
Contrasta el bronceado mallorqu¨ªn de Rafael Nadal con el blanco nuclear de su uniforme. El espa?ol, de 36 a?os, viene de completar la primera sesi¨®n de entrenamiento y de comer, y departe con los periodistas con los ojos ligeramente hinchados y vidriosos, como si acabara de amanecer. ¡°Ayer los ten¨ªa cansados¡±, dice antes de volver a coger la raqueta a media tarde y terminar de pulir la jornada con una hora extra de ensayo, rev¨¦s va y derecha viene. Le acompa?an el t¨¦cnico Francis Roig, el risue?o Marc L¨®pez y su sombra, el fisio Rafael Maym¨°. Transcurre la sesi¨®n entre la apacible quietud que ...
Contrasta el bronceado mallorqu¨ªn de Rafael Nadal con el blanco nuclear de su uniforme. El espa?ol, de 36 a?os, viene de completar la primera sesi¨®n de entrenamiento y de comer, y departe con los periodistas con los ojos ligeramente hinchados y vidriosos, como si acabara de amanecer. ¡°Ayer los ten¨ªa cansados¡±, dice antes de volver a coger la raqueta a media tarde y terminar de pulir la jornada con una hora extra de ensayo, rev¨¦s va y derecha viene. Le acompa?an el t¨¦cnico Francis Roig, el risue?o Marc L¨®pez y su sombra, el fisio Rafael Maym¨°. Transcurre la sesi¨®n entre la apacible quietud que domina el complejo de Wimbledon antes de que el torneo eche a volar.
Por la ma?ana, esa molestia ocular le ha obligado a Nadal a tener que echar mano de las gafas de sol de Maym¨°, en una escena presenciada en primera l¨ªnea por el futbolista Gerard Piqu¨¦. Al zaguero del Barcelona, a su vez organizador de la Copa Davis, le acompa?an sus dos hijos, que no quitan ojo a los pelotazos del tenista y ese ejercicio a la carrera que est¨¢ llevando a cabo para recuperar los automatismos perdidos. Se cumplen tres a?os desde que el balear disputara su ¨²ltimo partido sobre hierba ¨Cante Roger Federer¨C y, remarca, le toca rebobinar.
¡°Al final, despu¨¦s de tres a?os uno se olvida de seg¨²n qu¨¦ tipo de cosas, de lo que funciona y de lo que no funciona, con lo cual, uno tiene que ir descubri¨¦ndolo de nuevo¡±, explica Nadal, que solo una semana despu¨¦s de conquistar su 22? grande inici¨® su preparaci¨®n sobre el c¨¦sped. La primera estaci¨®n fue en Mallorca, con cinco d¨ªas de rodaje en los que puso a prueba el pie izquierdo y que le permitieron concluir que el nuevo tratamiento aplicado (radiofrecuencia) iba por el buen camino; y la segunda transcurre estos d¨ªas en Londres, la prueba definitiva del algod¨®n.
¡°Si estoy aqu¨ª es porque las cosas van bien; si no, no estar¨ªa. Estoy contento¡±, introduce, remarcando que vuelve a caminar con normalidad y que, por ahora, ya no sufre esos d¨ªas ¡°terribles¡± de cojera. ¡°Ha sido una semana l¨®gica, con momentos mejores y peores, pero claramente con una l¨ªnea ascendente¡±, prosigue, antes de recordar que no compite en el grande brit¨¢nico desde 2019 y que eso le obliga a un extra. ¡°Lo hace un pel¨ªn extracomplicado porque al final la memoria es importante; no es solo el momento actual. Cuando uno tiene una memoria m¨¢s reciente sobre la superficie, la adaptaci¨®n es m¨¢s sencilla¡±, precisa.
Primero la pandemia y despu¨¦s el infortunio del pie le impidieron desfilar por Londres, un territorio que exige unos c¨®digos muy espec¨ªficos. Seguramente, los m¨¢s dif¨ªciles de aplicar. El espa?ol, ganador del torneo en 2008 y 2010, analiza desde una perspectiva t¨¦cnica los requisitos que debe cumplir para volver a situarse ante otra situaci¨®n de privilegio y poder pelear por el t¨ªtulo.
Durante los tres minutos y medio que se prolonga la respuesta, apunta a la nueva configuraci¨®n de las bolas ¨C¡±son m¨¢s huecas que hace diez a?os, m¨¢s pinchadas, y debes elegir muy bien los golpes¡±¨C, a la forma de moverte ¨C¡±es vital c¨®mo encaras la bola, no puedes dudar¡±¨C y a que en Wimbledon, el tenista solo puede mirar hacia adelante ¨C¡±aqu¨ª no puedes defenderte¡±¨C y no dispone de margen para pensar.
La disertaci¨®n es compartida por el resto de los profesionales, que tratan de amoldarse en la antesala a esos mecanismos tan espec¨ªficos en la mec¨¢nica del golpeo, los desplazamientos y en cualquier tipo de maniobra; m¨¢s si cabe para jugadores como ¨¦l, que por un motivo u otro no han podido desfilar por el torneo en los ¨²ltimos tiempos, o de Carlos Alcaraz, que asiste tocado del codo y que intenta descifrar el lenguaje del c¨¦sped sin demasiada fortuna hasta ahora. Dos duelos preparatorios en Hurligham, dos derrotas; ayer, 7-6(2) y 6-4 frente Casper Ruud.
No es el caso de Novak Djokovic, vencedor de las tres ¨²ltimas ediciones ¨Cante Kevin Anderson, Roger Federer y Matteo Berrettini¨C y que conf¨ªa plenamente en su capacidad para ajustarse sobre la marcha al registro: ¡°No jugado ning¨²n torneo previo, pero he tenido ¨¦xito aqu¨ª en el pasado sin haber jugado antes. A lo largo de los a?os, he tenido ¨¦xito adapt¨¢ndome r¨¢pidamente a la superficie, as¨ª que no hay ninguna raz¨®n para pensar que no pueda hacerlo de nuevo¡±, advierte el serbio.
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