Carlos Alcaraz, contra los v¨¦rtigos: ¡°Solo quiero disfrutar¡±
El murciano, azotado por la presi¨®n, resuelve el estreno en Nueva York (7-5, 7-5 y 2-0 ante B¨¢ez) e intenta escapar del enredo veraniego: ¡°No pienso en ser el relevo¡±
Sebasti¨¢n Baez, vestido de negro y con su 1,70 estatura, corretea y brinca por toda la central de Nueva York como si fuera una pulga en busca de una cabellera bien poblada. El argentino resiste, exige y embiste, aunque Carlos Alcaraz desbloquea una severa situaci¨®n de conflicto en el segundo parcial, en el que el tercer juego se dilata durante 14 minutos de litigio. ¡°?Hay que sacarle de tarro, hoy toca sufrir!¡±, le grita su preparador, Juan Carlos Ferrero, ahora que por primera ...
Sebasti¨¢n Baez, vestido de negro y con su 1,70 estatura, corretea y brinca por toda la central de Nueva York como si fuera una pulga en busca de una cabellera bien poblada. El argentino resiste, exige y embiste, aunque Carlos Alcaraz desbloquea una severa situaci¨®n de conflicto en el segundo parcial, en el que el tercer juego se dilata durante 14 minutos de litigio. ¡°?Hay que sacarle de tarro, hoy toca sufrir!¡±, le grita su preparador, Juan Carlos Ferrero, ahora que por primera vez en la historia de un grande, las indicaciones desde el banquillo est¨¢n permitidas. Resuelto el nudo, el rival, que ya ha sido atendido por el m¨¦dico, levanta definitivamente la bandera blanca y el espa?ol avanza: 7-5, 7-5 y 2-0, en 2h 31m.
¡°Nadie se merece acabar as¨ª. En el segundo set lo he pasado muy mal para continuar a mi nivel, tanto f¨ªsica como mentalmente, pero la energ¨ªa que percibo en esta pista es especial. ?l [B¨¢ez]ha peleado hasta la ¨²ltima bola, se merece lo mejor¡±, concede nada m¨¢s acabar el chico, 19 primaveras y un sinf¨ªn de emociones en el viaje experimentado a lo largo del ¨²ltimo a?o, de Nueva York a Nueva York. Fue aqu¨ª, en el territorio salvaje del tenis ¡ªllamado La Jungla por la explosividad del p¨²blico y las sesiones¡ª, donde present¨® oficialmente su carta de presentaci¨®n. Cuando apenas hab¨ªa puesto medio pie en el profesionalismo, tumb¨® a Stefanos Tsitsipas, n¨²mero tres del mundo, y alcanz¨® los cuartos.
Fue el preludio del boom, que se constat¨® en marzo con el t¨ªtulo de Miami y que tuvo recorrido con los de Barcelona y Madrid; antes holl¨® Umag, primera alegr¨ªa en la ¨¦lite, y entre medias R¨ªo de Janeiro. De repente, un empacho de ¨¦xito. Contratos. Millones de ojos y flashes encima. Selfies y m¨¢s selfies. Una carga tan irremediable como pesada. Manej¨® Alcaraz la situaci¨®n de un modo excepcional hasta que entrado el verano y con una carga m¨¢s que considerable en el cuerpo, empez¨® a sentir de verdad los v¨¦rtigos derivados de vivir en las alturas.
¡°Por primera vez no ha sabido manejar la presi¨®n. Debo entrenar y estar listo para hacer frente a esta presi¨®n¡±, admiti¨® tras ceder en la primera ronda de Montreal contra Tommy Paul, en su derrota m¨¢s prematura de la temporada junto a la sufrida contra Sebastian Korda en Montecarlo. Entonces, tras caer en el Principado, atribuy¨® el mal resultado a las r¨¢fagas de viento y a la imprecisi¨®n a la hora de rematar algunas situaciones puntuales; en Canad¨¢, sin embargo, acab¨® preocupado porque la situaci¨®n le hab¨ªa superado y eso, en su caso, era algo nuevo.
En el fulgurante desarrollo de este a?o, el tenista ¨Csegundo que m¨¢s victorias ha firmado (45) tras Tsitsipas (46)¨C ha ido procesando qu¨¦ supone el estrellato y el ser una de las ruedas a seguir. Ahora, para tratar de atenuar los mareos se impone ¡°volver a disfrutar¡± y dejar a un lado el traje de ese Alcaraz que impresiona y al que se?ala todo el mundo para regresar a la esencia del Carlitos que no teme a nada ni a nadie. ¡°El mismo ni?o de siempre¡±, expone, citado en la siguiente ronda del torneo con Federico Coria (30 a?os y 78? del mundo).
¡°En un Masters 1.000 hay muchos jugadores, pero al haber ganado dos e ir de cabeza de serie n¨²mero dos, sent¨ª [en Montreal] esa necesidad de querer ganar. Eso me hizo no estar a mi nivel ni disfrutar del partido, y si no disfrutas en la pista, est¨¢s perdido¡±, observaba a su llegada a Nueva York el jugador al que se ha calificado como nuevo Nadal, con todo lo que ello implica. ¡°Hay un poco de presi¨®n sobre m¨ª, pero trato de no pensar en esto. No soy The Next [el siguiente]. Soy el n¨²mero cuatro. Vivo el momento, no estoy pensando en si soy el relevo o el siguiente gran jugador¡±, concluye.
MUGURUZA Y BADOSA PASAN EL CORTE
Al avance de Alcaraz se sumó el de Garbiñe Muguruza, que venció en un grande 225 días después (6-3 y 7-6(5) a Clara Tauson) y se citó con la joven Linda Fruhvirtova (17 años, 167ª del mundo). “Esto me aporta energía y alegría”, afirmó la número nueve del mundo, que logró sortear la primera barrera después de tropezar este curso en las de París y Londres.
También progesó Paula Badosa, aunque con más sufrimiento y después de remontar a Lesia Tsurenko: 3-6, 7-6 (4) y 6-3, en 2h 29m. La catalana, de 24 años, igualó la escala del año pasado y se medirá con Petra Martic (6-4 y 7-6(3) a Varvara Gracheva). Se unieron al grupeto de clasificados Albert Ramos (6-3, 6-4 y 7-5 a Norbet Gombos) y Cristina Bucsa, que registró su primer triunfo en un Grand Slam (doble 6-4 a Kaja Juvan).
En contraste, se despidieron Fernando Verdasco y Pedro Martínez: 6-2, 6-7(4), 6-3 y 6-3 para Soon-Woo Kwon y 7-5, 6-3 y 7-6(3) favorable a Christopher Eubanks.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.