Gerardo Seoane, entrenador del Bayer Leverkusen: ¡°En Alemania la afici¨®n quiere que se juegue hacia adelante¡±
El t¨¦cnico suizo del rival del Atl¨¦tico, de padres gallegos, fue fichado por el Deportivo en 1999 por 150 millones de pesetas cuando era un prometedor centrocampista
Hijo de la inmigraci¨®n gallega a Suiza a mitad del siglo pasado, hace a?o y medio Gerardo Seoane (Lucerna, 43 a?os) fue captado por el Bayer Leverkusen, desde el Young Boys. En su primera temporada en Alemania, con un f¨²tbol ofensivo y vertiginoso, clasific¨® para la Champions a un equipo que este curso no termina de arrancar y que recibe este mi¨¦rcoles al Atl¨¦tico (21.00, Movistar LC), sumido en una mala racha de resultados. ¡°Es el f¨²tbol, esto es as¨ª, pero cuando logras salir de situaciones ...
Hijo de la inmigraci¨®n gallega a Suiza a mitad del siglo pasado, hace a?o y medio Gerardo Seoane (Lucerna, 43 a?os) fue captado por el Bayer Leverkusen, desde el Young Boys. En su primera temporada en Alemania, con un f¨²tbol ofensivo y vertiginoso, clasific¨® para la Champions a un equipo que este curso no termina de arrancar y que recibe este mi¨¦rcoles al Atl¨¦tico (21.00, Movistar LC), sumido en una mala racha de resultados. ¡°Es el f¨²tbol, esto es as¨ª, pero cuando logras salir de situaciones de este tipo valen como un t¨ªtulo¡±, dice un hombre que, como jugador, fue una apuesta fallida de Augusto
Pregunta: ?Qu¨¦ conserva de sus or¨ªgenes?
Respuesta: Mis padres son de Carballo, cerca de A Coru?a, y emigraron a Suiza con 20 a?os. Las vacaciones siempre las pas¨¢bamos all¨ª y yo estuve cuatro a?os en el Deportivo. Cuando mis padres se jubilaron, volvieron all¨ª. Tengo contacto diario con ellos y sol¨ªa ir mucho, pero desde que soy entrenador de Primera Divisi¨®n no puedo viajar tanto. Son mis ra¨ªces, all¨ª tengo una abuela, t¨ªos y primos.
P. Como hijo de la inmigraci¨®n, ?qu¨¦ visi¨®n tiene sobre c¨®mo afrontar sus problem¨¢ticas?
R. Son temas complejos, las fronteras se han abierto y el mundo va en una direcci¨®n. Hay que buscar soluciones sin violencia para poder vivir con tolerancia, desde el discurso y la educaci¨®n. Tiene que haber una alta responsabilidad de los pa¨ªses que reciben gente para integrarlos, de la misma manera que la tiene que haber por parte del inmigrante para adaptarse a ciertas cosas culturales del pa¨ªs que le acoge. La multiculturalidad es muy importante, es algo nuevo. Empez¨® hace 20 a?os, pero el mundo tiene 2.000 a?os y 20 es un plazo corto. Hay que seguir avanzando. Yo lo vivo en el vestuario con 10 o 15 nacionalidades diferentes. Te lo encuentras en la sociedad y en un equipo de f¨²tbol.
P. En 1999, Lendoiro pag¨® por usted 150 millones de pesetas [900.000 euros] y le puso una cl¨¢usula de rescisi¨®n de 1.500 millones [9 millones].
R. Hab¨ªa debutado en la Primera Divisi¨®n suiza con 17 y tres a?os despu¨¦s fich¨¦ por el Depor. Fue un honor formar parte de ese proyecto tan ambicioso. Llegu¨¦ en un momento no adecuado para un chico joven, porque hab¨ªa una plantilla de alto nivel. Estaban Mauro Silva, Flavio Concei?ao, Naybet, Fran, Makaay, Trist¨¢n¡ Para m¨ª fue dif¨ªcil progresar, jugaba en el filial, el Fabril, pero honestamente, entre la calidad de los jugadores que hab¨ªa en el primer equipo y mi punto de evoluci¨®n, hab¨ªa una diferencia demasiado grande como para imponerme. Estaba un poco verde y an¨ªmicamente fue duro, porque no pude jugar, pero esa experiencia me ayud¨® a crecer.
P. ?Se hizo entrenador por la frustraci¨®n de no triunfar en un gran club?
R. No, fue por el f¨²tbol y por ser el l¨ªder de un grupo de trabajo en el que eres responsable de llevar un proyecto hacia delante. Ser entrenador tiene mucho de liderazgo y de hacer progresar a las personas. Estudi¨¦ magisterio, siempre tuve inter¨¦s por la formaci¨®n. Mi idea siempre fue trabajar con juveniles y as¨ª fue durante ocho a?os en el Lucerna, donde aprend¨ª el oficio. Me empez¨® a gustar y decid¨ª dar el salto.
P. Era un jugador de talento, ?le falt¨® sacrificio y tuvo el pecado de juventud como el salir de noche?
R. Voy a ser honesto en este punto. Con 20 a?os, en A Coru?a, sal¨ªa a cenar con mis amigos como cualquier futbolista profesional, pero de una manera adecuada. Nunca sobrepas¨¦ esos l¨ªmites. Para m¨ª, a nivel competitivo me falt¨® la madurez para imponerme. Desde los 17 a?os hasta los 32, que me retir¨¦ por lesi¨®n, siempre lo di todo por el f¨²tbol. Soy una persona, ambiciosa y muy disciplinada, tambi¨¦n como entrenador, pero creo que todo el mundo sale con un amigo a tomar una copa de vino, es lo normal. No fue esa la raz¨®n por la que no triunf¨¦. No me alcanz¨® el nivel y mi estado de madurez o mi calidad no me permitieron imponerme. Volv¨ª a Suiza y jugu¨¦ ocho a?os, en el 80% de los partidos fui titular e incluso capit¨¢n. Es verdad que era un jugador con talento, pero a lo mejor me faltaban otras cosas. Ser futbolista no es solo saber tocar un bal¨®n; est¨¢n la agresividad, la disputa, la constancia o el f¨ªsico.
P. ?C¨®mo explica el cambio de los resultados de la temporada pasada a esta?
R. Estoy en un club muy bien estructurado, con un CEO espa?ol [Fernando Carro], un director general deportivo [Simon Rolfes] que ha jugado al f¨²tbol y un equipo de mucho talento. El a?o pasado fuimos capaces de sacar el m¨¢ximo rendimiento y los resultados hacen crecer la confianza. En este hicimos una buena pretemporada, pero en la Copa y en la Liga empezamos con mal pie. El equipo est¨¢ falto de confianza y estamos buscando dar con la tecla. Nos est¨¢ costando, aunque en casi todos los partidos, salvo con el Hoffenheim en casa que perdimos 0-3, el equipo estuvo a la par del adversario y con posibilidades de ganar. Casi siempre tuvimos ocasiones y generamos m¨¢s que el adversario. Igual que con el Brujas en la Champions. Llegamos mucho y nos meten un gol a bal¨®n parado. Nos falta lucidez y calma, se nota que llevamos la mochila de las derrotas.
P. Les marcan con facilidad.
R. Si analizamos los goles, nos falta un punto de agresividad para defender esas situaciones. Damos el dedo peque?o y nos cogen el brazo entero. Nos falta contundencia, pero estamos trabajando duro para mejorar.
P. ?Notan la falta de su joven estrella Florian Wirtz?
R. Junto con Musiala, del Bayern, son los dos chicos m¨¢s prometedores de Alemania. Es un jugador de un talento impresionante, un mediapunta capaz de definir, de asistir, con mucha creatividad, y una personalidad y una mentalidad excelentes. Lo echamos de menos, es el jugador que une la parte defensiva con la ofensiva. Tuvo una lesi¨®n del ligamento cruzado y la expectativa es que no pueda volver hasta octubre o noviembre. Es comparable a Jo?o F¨¦lix, un chico joven con personalidad y desparpajo, que tiene calidad para tomar las decisiones correctas y al mismo tiempo con una alta madurez para su edad. Debemos darle el tiempo necesario para su recuperaci¨®n y su vuelta, aunque nos duela no tenerle.
P. Hay un boom de entrenadores suizos en Alemania que siguen el paradigma que se impone de equipos que juegan a un alto ritmo y con transiciones r¨¢pidas.
R. Hay un buen trabajo en la formaci¨®n de entrenadores en Suiza, con buenas infraestructuras. Es normal ver t¨¦cnicos alemanes o austriacos en Suiza y al rev¨¦s. Ling¨¹¨ªsticamente, formamos un pa¨ªs y hay una corriente similar en estos pa¨ªses de jugar con ataques r¨¢pidos y con una condici¨®n f¨ªsica muy elevada. Tenemos un equipo construido en esa direcci¨®n, con jugadores ofensivos de talento individual y con rapidez para jugar con desparpajo hacia adelante. La Bundesliga es muy din¨¢mica. En Espa?a, al juego con el bal¨®n se le da un toque m¨¢s estructurado, aqu¨ª es muy vertical. Incluso el Bayern, que podr¨ªa jugar a m¨¢s posesi¨®n, llega 30 veces a rematar. En Alemania la afici¨®n quiere ver que se juega hacia delante.
P. ?Qu¨¦ partido espera?
R. Necesitamos un margen de error muy peque?o porque ellos te penalizan enseguida. Tienen una contundencia y una presencia f¨ªsica muy altas que nos van a demandar lo m¨¢ximo en las disputas. Son muy guerreros, cada pelota la pelean al m¨¢ximo. A ver si somos capaces de igualarles en eso para despu¨¦s emplear a nuestros jugadores r¨¢pidos y nuestra verticalidad. Por otro lado, tambi¨¦n nos alegramos de poder medirnos a uno de los mejores equipos de Europa.
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