La carta de las 15 desaf¨ªa al mundo macho
Muchas mujeres no se sienten ni representadas, ni escuchadas y les toca pelear en el barro
El contencioso en el f¨²tbol femenino, que acaba de atravesar por una huelga de ¨¢rbitras en el comienzo de la nueva Liga Profesional, ha entrado en fragor con la carta de las 15 jugadoras que han declinado participar en los dos pr¨®ximos amistosos, contra Suecia y Estados Unidos. Es el m¨¢s reciente, pero no el ¨²ltimo, del amplio n¨²mero de conflictos que han presidido el r¨¢pido desarrollo del f¨²tbol femenino en Espa?a.
Este a?o sirve como bot¨®n de muestra: ...
El contencioso en el f¨²tbol femenino, que acaba de atravesar por una huelga de ¨¢rbitras en el comienzo de la nueva Liga Profesional, ha entrado en fragor con la carta de las 15 jugadoras que han declinado participar en los dos pr¨®ximos amistosos, contra Suecia y Estados Unidos. Es el m¨¢s reciente, pero no el ¨²ltimo, del amplio n¨²mero de conflictos que han presidido el r¨¢pido desarrollo del f¨²tbol femenino en Espa?a.
Este a?o sirve como bot¨®n de muestra: campeona del mundo sub-20, subcampeonas europeas sub-19, un equipo (Bar?a) finalista en la Liga de Campeones y una de sus jugadoras, Alexia Putellas, elegida mejor futbolista del mundo en la temporada 2020-21. Las firmantes de la carta son internacionales consagradas, pertenecientes a varios clubes espa?oles, europeos y americanos. Est¨¢ claro que las mujeres espa?olas son alguien en el f¨²tbol.
En mayor o menor proporci¨®n pretenden aprovechar las oportunidades econ¨®micas que depara el incipiente mercado profesional, administrado por un mundo de hombres que no tienen problemas en utilizar el novedoso espacio de la mujer en el f¨²tbol para dirimir sus particulares batallas econ¨®micas y pol¨ªticas. En la carta, enviada a la Federaci¨®n a escasos meses del Mundial, las jugadoras expresan una frustraci¨®n que no es novedosa, ni sorprendente. No se sienten en condiciones de jugar los pr¨®ximos partidos amistosos con Suecia y Estados Unidos.
Son m¨¢s que conocidas las malas relaciones que mantiene un nutrido grupo de jugadoras con la Federaci¨®n que preside Luis Rubiales y con el seleccionador, Jorge Vilda, que no ha dudado en calificar de rid¨ªculo mundial la decisi¨®n de las jugadoras. La respuesta a la misiva ha sido tajante: intolerable, chantajista, despectiva al honor y los valores del deporte. Se dice desde un organismo cuyo presidente graba en secreto conversaciones con ministros, requiere servicios de esp¨ªas y se busca una gruesa comisi¨®n por la disputa de la Supercopa en Arabia Saud¨ª.
Para las jugadoras estadounidenses, la carta es todo menos rid¨ªcula. Varias de ellas, entre las que figura Megan Rapinoe, estrella medi¨¢tica del equipo, han elogiado el coraje de las internacionales espa?olas, comprenden su situaci¨®n y expresan toda su adhesi¨®n. Qui¨¦n sabe si lo plasmar¨¢n de manera gr¨¢fica en el partido que Espa?a y Estados Unidos disputar¨¢n en Pamplona el d¨ªa 11.
Las americanas conocen muy bien este pedregoso paisaje. Despu¨¦s de largos a?os de incomprensi¨®n y desprecio consiguieron el pasado a?o que se les pagara el mismo dinero que a los hombres y recibieran la misma proporci¨®n de la cantidad que su federaci¨®n percibe de la FIFA. Utilizaron el prestigio de su palmar¨¦s ¡ªinfinitamente mejor que el de la selecci¨®n masculina¡ª para entablar y vencer la batalla por la igualdad.
La Carta de las 15 es mucho m¨¢s que una queja caprichosa o un desaf¨ªo inaceptable. Es una declaraci¨®n de rebeld¨ªa frente a una estructura radicalmente masculina. En Espa?a, la Federaci¨®n est¨¢ presidida por un hombre. En su junta directiva, integrada por 11 personas, s¨®lo hay una mujer. En la Liga de F¨²tbol Profesional, una mujer, Amaia Gorostiza, presidenta del Eibar, aparece entre los 40 dirigentes restantes. Entre los 16 cargos directivos del Real Madrid, ¨²nicamente figura una mujer. En el Bar?a, 18 hombres y una mujer. En el Atl¨¦tico de Madrid, el consejo de administraci¨®n es exclusivamente masculino. El seleccionador nacional es un hombre. De los 16 equipos de la nueva Liga Femenina Profesional, 11 son entrenadores.
Es este mundo de hombres el que gobierna con mano f¨¦rrea el f¨²tbol femenino y aprovecha su creciente desarrollo para utilizarlo como arma de combate en las enconadas luchas por el poder que libran sus capitostes. En ese ¨¢mbito, muchas mujeres no se sienten ni representadas, ni escuchadas. Les toca pelear en el barro.
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