El Sevilla perdona al Betis

Los derbis son partidos que exigen un tremendo control de las emociones de los jugadores. El ambiente del exterior y la presi¨®n de las aficiones suelen producir ansiedad en los futbolistas. No es de extra?ar, por lo tanto, que en estos duelos se suelan dar muchas expulsiones. No faltaron, por supuesto, en la edici¨®n oficial 138 del duelo de la m¨¢xima rivalidad en Sevilla. Y una detr¨¢s de otra hasta marcar de forma decisiva un partido que el Betis ten¨ªa absolutamente controlado y que d...

Los derbis son partidos que exigen un tremendo control de las emociones de los jugadores. El ambiente del exterior y la presi¨®n de las aficiones suelen producir ansiedad en los futbolistas. No es de extra?ar, por lo tanto, que en estos duelos se suelan dar muchas expulsiones. No faltaron, por supuesto, en la edici¨®n oficial 138 del duelo de la m¨¢xima rivalidad en Sevilla. Y una detr¨¢s de otra hasta marcar de forma decisiva un partido que el Betis ten¨ªa absolutamente controlado y que decidi¨® entregar a su eterno rival. En un escaso cuarto de hora hubo tres tarjetas rojas, dos para el Betis y una para el Sevilla (Fekir y Borja; y Montiel). La ansiedad, la ingenuidad y la falta de autocontrol le pasaron factura al Betis. As¨ª, el Sevilla, que ten¨ªa el partido perdido, se encontr¨® al inicio de la segunda parte en superioridad ante un Betis con nueve jugadores. Ocurri¨® que el atasco futbol¨ªstico de los de Sampaoli es de tal calibre que les cost¨® un mundo superar a un Betis metido atr¨¢s a defender su gol de ventaja en el marcador. Solo Gudelj, con un misil lejano, pudo perforar la meta defendida por Bravo en el minuto 82.

La emoci¨®n ti?¨® entonces un derbi en el que el Betis se defend¨ªa como pod¨ªa y el Sevilla buscaba el segundo gol de forma desesperada. Fue Gudelj, precisamente, el que tuvo las mejores opciones en un tramo final trepidante. El serbio, el mejor atacante de los de Sampaoli, envi¨® una volea al larguero. Todav¨ªa en la ¨²ltima jugada del encuentro, Bravo le hizo un parad¨®n despu¨¦s de un medido centro de Navas. El Betis, que hab¨ªa tenido el derbi en sus manos y lo hab¨ªa entregado, se defendi¨® toda una parte con uno menos ante un Sevilla inoperante. Fue el momento de otros h¨¦roes que suelen aparecer en los derbis, caso de Edgar, que se multiplic¨® para cortar balones de gol del Sevilla. El uno a uno final de un derbi loco, de tres expulsiones, sabe a gloria al Betis y penaliza a un Sevilla sin f¨²tbol, que acab¨® perdonando a su rival.

Navas, en propia puerta

Una entrada de Montiel a la rodilla de ?lex Moreno abri¨® el camino del gol a un Betis por momentos superado por el toque, eso s¨ª, intrascendente, del Sevilla. Ocurri¨® que seis minutos despu¨¦s de la cartulina roja a Montiel, con intervenci¨®n del VAR, Navas, su sustituto, se met¨ªa un gol en propia puerta despu¨¦s de un despeje de Gudelj y con la colaboraci¨®n de Bono.

El derbi se hab¨ªa puesto de dulce para el Betis, con 1-0 en el marcador y en superioridad num¨¦rica, hasta que Fekir, tan buen jugador como imprevisible en sus reacciones, solt¨® el brazo hacia atr¨¢s para golpear al Papu. El VAR intervino y el campe¨®n del mundo con Francia, que no supo medir sus emociones, se march¨® a los vestuarios con un enfado monumental. Mal por Fekir, que sum¨® su quinta expulsi¨®n en su estancia en la Liga espa?ola (m¨¢s una en la Liga Europa).

Lo que nadie pod¨ªa esperar es que Borja Iglesias, a los 49 minutos, decidiera disparar contra su propio equipo al ganarse otra tarjeta roja de manera infantil al pisar el tobillo de Jord¨¢n. De nuevo, la falta de temple, de pausa, de cabeza, lleg¨® en forma de factura para el equipo local.

Un nuevo partido, pero con 1-0 para el Betis, emergi¨® de un caldo de cultivo donde los verdiblancos hab¨ªan sido peligrosos al contragolpe ante un Sevilla dominador, de buen toque, pero sin pegada. El Betis, al que le falt¨® el bal¨®n, pudo marcar, sin embargo, a los 22 minutos, solo ante Bono y despu¨¦s de una dejada de tac¨®n deliciosa de Canales. En el Sevilla la tuvo Mir tras un error de Sabaly en la salida del bal¨®n, pero Edgar sac¨® el esf¨¦rico, flojo, antes de que entrara. Fue Bono el que mantuvo a su equipo en el partido con un parad¨®n a Borja.

Bono volvi¨® a parar ante ?lex Moreno. Entonces Borja pis¨® a Jord¨¢n y vio la roja. El Sevilla, con 10 ante un Betis con nueve, domin¨® a su antojo, pero sin profundidad ante un Betis muy bravo. Solo Gudelj, con un gran disparo, bati¨® a Bravo. El Sevilla lo intent¨® y el propio Gudelj volvi¨® a rematar al larguero. No lleg¨® el segundo y el Betis celebr¨® un punto cuando ten¨ªa los tres al descanso. Al Sevilla, muy escaso de f¨²tbol, le queda una dura penitencia por delante.

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