Los porteros juegan a favor de Seti¨¦n
Un autogol de Lecomte y las paradas de Rulli dan la primera victoria al Villarreal con su nuevo t¨¦cnico en campo del Espanyol
Los porteros decidieron un partido que ten¨ªa en vilo a los entrenadores en el Espanyol-Villarreal. Rulli fue un muro que puso a salvo la silla de Quique Seti¨¦n y Lecomte se marc¨® un autogol que conden¨® al equipo del desesperado Diego Mart¨ªnez. Nada nuevo porque la hinchada ya est¨¢ acostumbrada a las pifias de sus guardametas en Cornell¨¤. A favor de Lecomte conviene explicar en cualquier caso que el tanto fue tan esperp¨¦ntico que no exime de responsabilidad a la zaga blanquiazul y en especial de Brian Ol...
Los porteros decidieron un partido que ten¨ªa en vilo a los entrenadores en el Espanyol-Villarreal. Rulli fue un muro que puso a salvo la silla de Quique Seti¨¦n y Lecomte se marc¨® un autogol que conden¨® al equipo del desesperado Diego Mart¨ªnez. Nada nuevo porque la hinchada ya est¨¢ acostumbrada a las pifias de sus guardametas en Cornell¨¤. A favor de Lecomte conviene explicar en cualquier caso que el tanto fue tan esperp¨¦ntico que no exime de responsabilidad a la zaga blanquiazul y en especial de Brian Oliv¨¢n de la misma manera que los distintos rechazos avalaron a Pino y Moreno por parte del Villarreal.
Algunos aficionados abandonaron el estadio antes de tiempo mientras que muchos de los que se quedaron pidieron a coro la dimisi¨®n de la directiva despu¨¦s de que una hora antes su hubiera convocado una manifestaci¨®n contra el due?o Chen Yansheng. La respuesta fue muy escasa y la tensi¨®n se concentr¨® en la cancha y en el banquillo del Villarreal. Nadie reproch¨® nada al Espanyol. El equipo estuvo m¨¢s cerca de la victoria que de la derrota, especialmente esforzado, no inferior al contrario, que respir¨® aliviado con el primer ¨¦xito desde la llegada de Quique Seti¨¦n.
Jug¨® el Villareal de salida al toque, el pase como hilo del juego, muy junto el equipo, demasiado paciente y poco profundo, como si los futbolistas todav¨ªa necesitaran conocerse, familiarizarse con el plan de Seti¨¦n, que no es precisamente el de Unai Emery. Alrededor de la figura del t¨¦cnico c¨¢ntabro siempre hay muchos chascarrillos, sobre todo por su transparencia y naturalidad, y las dudas han aumentado despu¨¦s de una reuni¨®n de dos horas, diez d¨ªas de entrenamiento y un empate y tres derrotas, la ¨²ltima muy dolorosa contra el Mallorca, como se constat¨® por la irritaci¨®n de la hinchada en el Ciutat de Valencia.
A Seti¨¦n le silban los o¨ªdos por la m¨²sica que le llega de la grada y la rumorolog¨ªa de la cancha y el vestuario, hasta el extremo que la victoria de su equipo parec¨ªa innegociable en la cancha de un Espanyol igualmente necesitado por los malos resultados y m¨¢s preocupado por Chen Yansheng que por Diego Mart¨ªnez. No se saben muy bien cu¨¢les son los planes del due?o del club mientras que el entrenador procura optimizar los recursos despu¨¦s de contar ya seis encuentros sin ganar, tan apremiado por la clasificaci¨®n que corre todo lo que puede para espantar los males, mucho m¨¢s directo futbol¨ªsticamente que el Villarreal.
El equipo de Seti¨¦n vive al l¨ªmite porque flaquea en las dos ¨¢reas, permeable para futbolistas en¨¦rgicos y decididos como Darder. Las llegadas del volante blanquiazul, apoyado por Puado, fueron tan clarividentes como las penetraciones de Danjuma y Yeremi Pino. Los remates, en cualquier caso, eran muy escasos y no encontraron porter¨ªa hasta la segunda parte, cuando el partido se abri¨® y los dos equipos se intercambiaron las ocasiones, varias de inicio en el Villarreal -Capoue, Parejo, Chukwueze- y por el contrario m¨¢s claras en el Espanyol, sobre todo cuando Keidi Bare, solo en el ¨¢rea peque?a, chut¨® centrado al cuerpo del portero Rulli.
La suerte sonri¨® entonces al Villarreal. Yeremi Pino chut¨® al palo, Oliv¨¢n devolvi¨® el rechazo al campo de juego para que se activara Moreno y su centro fue tocado con la zurda hacia su propia porter¨ªa por el meta Lecomte. El gol no desanim¨® al Espanyol. Apretaron los blanquiazules y exigieron reiteradamente la intervenci¨®n de un acertado Rulli. Aunque la pelota no dej¨® de rondar el ¨¢rea, la pelota no encontr¨® la red para desdicha del Espanyol, que solo cuenta dos victorias en 14 partidos de Liga. Las reapariciones de Gerard Moreno y de Foyth redondearon la fiesta del finalmente liberado Villarreal de Seti¨¦n.
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