El Mundial alivia al Madrid
El Real, al que se le ha ca¨ªdo el f¨²tbol, llega apurado al par¨®n de la Liga tras superar con lo justo al C¨¢diz en un partido bronco y con muchos errores
M¨¢s apurado de la cuenta, el Real Madrid lleg¨® al par¨®n de la Liga con alivio tras superar con lo justo al C¨¢diz, que tuvo el empate a la vista en el tiempo a?adido. Espino no acert¨® y el cuadro de Carlo Ancelotti cant¨® el triunfo que le permite focalizar el Mundial catar¨ª a dos puntos del Barcelona. En Chamart¨ªn hubo tralla, mucha tralla y mucho patinazo. De f¨²tbol, casi nada.
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M¨¢s apurado de la cuenta, el Real Madrid lleg¨® al par¨®n de la Liga con alivio tras superar con lo justo al C¨¢diz, que tuvo el empate a la vista en el tiempo a?adido. Espino no acert¨® y el cuadro de Carlo Ancelotti cant¨® el triunfo que le permite focalizar el Mundial catar¨ª a dos puntos del Barcelona. En Chamart¨ªn hubo tralla, mucha tralla y mucho patinazo. De f¨²tbol, casi nada.
Al Madrid se le ha ca¨ªdo el f¨²tbol. De forma repentina, ni migas del Real de Valverde, de Vinicius, de Rodrygo... Ya sea por el horizonte mundialista o por un mero apag¨®n futbol¨ªstico, el equipo ha desviado el tiro. Hoy se discute horas sobre una mano de Asensio o los arrestos a Vinicius. Un equipo abatido que de nuevo sell¨® un partido disonante, esta vez ante un C¨¢diz lidiador, igual que en sus dos ¨²ltimas visitas a los blancos, de las que sali¨® imbatido. Esta vez, salvo Kroos por su imponente remate para certificar el 2-0, en ning¨²n bando tuvo alguien motivos para fardar.
Hasta que Milit?o despej¨® el camino, en Chamart¨ªn hab¨ªa m¨¢s tiranteces que f¨²tbol. Un duelo con botas de lija, rudo y tosco. Un reguero de asaltos, Vinicius-Alejo, Lucas V¨¢zquez-Alcaraz, Fali-Rodrygo... El encuentro discurr¨ªa de pique en pique, de fregado en fregado, sin apenas avisos en las ¨¢reas, salvo por un remate de Espino desde 33 metros que rebot¨® en el larguero y alguna aventura de Modric por el costado de Valverde y Lucas. M¨¢s animoso que preciso, el gallego, relevo de Carvajal, se convirti¨® en el mejor ventilador de los locales.
Por el corredor de Vinicius todo eran minas. Al brasile?o no le conviene la crispaci¨®n, ni al madridismo fomentarla. Quejica por naturaleza, con raz¨®n muchas veces, no siempre. Los centinelas lo saben y no dudan en tirarle el anzuelo. A su vez, a ¨¦l no le falta cierta teatralidad.
Las constantes interferencias imped¨ªan cualquier atisbo de f¨²tbol arm¨®nico. Los de Sergio Gonz¨¢lez, bien pertrechados y sin complicarse la vida jam¨¢s. Un C¨¢diz mosquetero y con camarader¨ªa, con auxilios permanentes. Intr¨¦pido, lo justo. Ante cualquier apret¨®n, el pelotazo no desordena.
El Madrid, fatigoso, plomizo, limitado a un par de disparos desde La Castellana. Un Madrid al que no estiraba Vinicius ni articulaba Rodrygo. Un Madrid vaciado en el ¨¢rea visitante. Por la naturaleza de sus atacantes, en el Real nadie anida cerca de la porter¨ªa ajena. En el ataque no se est¨¢, se llega. No en esta ocasi¨®n. Al menos hasta que Kroos enrosc¨® la pelota tras un despeje de Ledesma en un c¨®rner y Milit?o repiti¨® el bingo de Vallecas. Cabece¨® solo y con los pies clavados en el verde ante una defensa desabrochada en la que Fali habilitaba al brasile?o. Con los cadistas de merienda, Milit?o, poderoso con la pelota en vuelo, propici¨® un par¨¦ntesis entre tanta gresca.
Llegado el segundo acto el choque tuvo mayor tregua. Pero result¨® igual de borroso, con errores y chascos por uno y otro lado. Se suced¨ªan las p¨¦rdidas, pases parvularios que derivaban en un enredo propio. Y hasta el 2-0 la misma poca agitaci¨®n en las porter¨ªas, salvo un reto de Sobrino con Courtois antes de otro de Valverde con Ledesma.
El Madrid no cerraba las llegadas y el C¨¢diz no ten¨ªa a la vista a Courtois. En nada le mejoraron los cambios de Sergio Gonz¨¢lez. Hasta el ¨²ltimo instante, nunca fue un conjunto expansivo. Y otro saque de esquina le conden¨®. Lo lanz¨® Modric y lo festej¨® como nadie el que se supon¨ªa que debiera haber ejecutado el c¨®rner. De nuevo caz¨® un cabezazo Milit?o, la pelota lleg¨® a Vinicius, que la estrell¨® en Iza. Al rebote fue Kroos, que sin dejar botar el bal¨®n caz¨® un disparo con metralla, un bal¨ªn imposible para Ledesma. Lo ¨²nico que mereci¨® un brindis en un partido tan turbio que acab¨® con hechos extraordinarios. Porque ins¨®lito result¨® que Modric fallara el gol m¨¢s elemental de su vida. Con la porter¨ªa abierta de par en par y a un palmo de la red mand¨® al garete el pase de Vinicius en su ¨²nica aventura exitosa de la noche. Igual de chocante result¨® que a Courtois se le escapara la pelota a pies de Lucas P¨¦rez en el 2-1. Para mayor pasmo, una jugada precedida de un error de un futbolista tan cl¨ªnico como Modric. Espino tuvo el empate cuando el C¨¢diz ya cercaba al Madrid. Todo raro, muy raro en un partido tan feote en general como callejero de entrada.
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