Sitapha Savan¨¦, un presidente de impacto social

Cuando se quit¨® la camiseta de tirantes por ¨²ltima vez tras 16 temporadas en la ¨¦lite del baloncesto espa?ol ¡ªun a?o en Menorca, tres en Tenerife, ocho en Gran Canaria, dos en Badalona y otros dos en el Estudiantes¡ª, Sitapha Savan¨¦ (Dakar, Senegal; 44 a?os) decidi¨® cursar el M¨¢ster Executive MBA en la ESCP Europe Business School para impulsar su vocaci¨®n empresarial y pol¨ªtica. Resulta que siempre se preocup¨® de la sociedad que le envolv¨ªa y de los lazos con ?frica, pues sus padres ¡ª¨¦l, l¨ªder pol¨ªtico ...

Cuando se quit¨® la camiseta de tirantes por ¨²ltima vez tras 16 temporadas en la ¨¦lite del baloncesto espa?ol ¡ªun a?o en Menorca, tres en Tenerife, ocho en Gran Canaria, dos en Badalona y otros dos en el Estudiantes¡ª, Sitapha Savan¨¦ (Dakar, Senegal; 44 a?os) decidi¨® cursar el M¨¢ster Executive MBA en la ESCP Europe Business School para impulsar su vocaci¨®n empresarial y pol¨ªtica. Resulta que siempre se preocup¨® de la sociedad que le envolv¨ªa y de los lazos con ?frica, pues sus padres ¡ª¨¦l, l¨ªder pol¨ªtico de la oposici¨®n en Senegal; ella, funcionaria de la ONU¡ª, le inculcaron unos valores que ahora pretende contagiar al Gran Canaria como presidente de un club que hace dos semanas le retir¨® la el¨¢stica para la historia. ¡°Puse la condici¨®n de que quer¨ªa promover la uni¨®n, la identidad y la ilusi¨®n a trav¨¦s del impacto social. Aceptado eso, no pude rechazarlo porque es el club de mi vida y puedo poner en pr¨¢ctica mis pasiones como el baloncesto, el liderazgo y la gesti¨®n empresarial¡±, aclara el exp¨ªvot.

Savan¨¦ nunca fue una persona al uso, pues la vida y las circunstancias marcaron su personalidad. Un d¨ªa, cuando contaba con 15 a?os, entraron los militares en su casa y se llevaron a su padre desde la mesa del comedor a la c¨¢rcel. ¡°Fue en 1993, en un momento de protesta en Senegal. La oposici¨®n denunci¨® que hubo fraude en las elecciones y el presidente decidi¨® encarcelar a los l¨ªderes de la oposici¨®n. ?l estuvo m¨¢s de un mes, hasta que le liberaron por una huelga de hambre¡±, recuerda Savan¨¦, al tiempo que admite que aprendi¨® la lecci¨®n de que tener unos principios y no cambiarlos te hace como persona pero puede tener sus consecuencias.

Lecciones que en su casa no faltaban. Como cuando de ni?o, tras escuchar pelearse a sus padres durante varias ma?anas desde el otro lado de la puerta del dormitorio, les pregunt¨®: ¡°?Os vais a separar?¡±. Ellos, entonces, sonrieron y le explicaron: ¡°No discutimos sino que debatimos, y eso es muy sano¡±. Algo que ¨¦l tambi¨¦n se ha propuesto siempre en su vida, por m¨¢s que en Twitter arroje la toalla. Pero no le faltan an¨¦cdotas a Savan¨¦, que despu¨¦s de cursar sus estudios entr¨® en la universidad Naval, la p¨²blica n¨²mero uno en Am¨¦rica, gracias al expresidente norteamericano Jimmy Carter. ¡°Era amigo de mi madre porque hab¨ªan trabajado en alg¨²n consejo de administraci¨®n y por asuntos de la ONU. Recuerdo que le dio un buen discurso ¡ªporque ¨¦l hab¨ªa pasado por esa universidad¡ª y logr¨® que mi madre no fuera reacia a la oportunidad, pues hasta entonces no ve¨ªa claro que se fuera a un lugar de militares cuando ellos hab¨ªan venido a casa para llevarse a mi padre¡±, revela Savan¨¦, que con los a?os volvi¨® a tener una nueva an¨¦cdota con otro presidente de Estados Unidos, pues Bill Clinton le env¨ªo una c¨¢lida felicitaci¨®n por un art¨ªculo que hab¨ªa escrito en Sports Illustrated.

Esos estudios hicieron que trazara un plan al acabar su carrera como deportista, pues siempre hab¨ªa encontrado en los libros muchas de las soluciones a sus problemas. Quer¨ªa ser un lazo de uni¨®n entre Espa?a y ?frica. ¡°Me involucr¨¦ en proyectos de emprendimiento social entre Senegal y Espa?a con empresas espa?olas que van all¨ª para hacer negocios. Tambi¨¦n inici¨¦ un proyecto de agricultura en Senegal y trat¨¦ de crear puestos de trabajo en varios sectores. Ahora, sin embargo, no tengo tanto tiempo y lo llevo con apoyo de otras personas¡±, admite. M¨¢s que nada porque le lleg¨® la oferta de presidir al Gran Canaria. Y quiere dejar huella.

El modelo de EE UU

¡°Hemos aceptado como club un compromiso para utilizar esta voz ¨²nica y potente del deporte para impactar de manera positiva en la sociedad. Entre directivos, abonados y jugadores, bajo el proyecto Compromiso Granca, hacemos acciones de reforestaci¨®n, de limpieza del litoral para que las tortugas vuelvan al mar, de charlas en los colegios contra el bullying¡­¡±, enumera con orgullo. Y sentencia: ¡°Ganar no es la ¨²nica raz¨®n de ser de un club de ¨¦lite. Y menos nosotros por la singularidad de la isla. Siempre he sido muy competitivo y lo sigo siendo, por lo que salimos a ganar todos los partidos. Hasta ahora va bien [el equipo est¨¢ en la tercera plaza de la ACB], pero habr¨¢ momentos que no ganaremos tanto. Y no se puede juzgar a un club por eso¡±.

Savan¨¦ prefiere la comuni¨®n con su gente y se fija en el modelo de Estados Unidos. ¡°Tengo excompa?eros que han jugado en la NBA, tambi¨¦n me llevo muy bien con el presidente de los Raptors [Masai Ujiri] y tengo claro que hay que copiar el concepto Sportainment. Deporte y entretenimiento. Hay que ofrecer algo a la afici¨®n para que le apetezca pasar el d¨ªa con nosotros. El contacto con los jugadores no se puede reducir a dos horas cada dos semanas en el pabell¨®n¡±. ?l tampoco lo hace.

Resulta que es normal verle viajar con el equipo y bajar a la cancha para ayudar a coger rebotes. O, sobre todo, ponerse a hacer pesas en el gimnasio con todos. ¡°Ah¨ª les hago coaching, les hablo como un hermano mayor. Por suerte, en este equipo la gente es muy madura y todos tienen claro d¨®nde est¨¢n los l¨ªmites. Nadie me habla de renovar contrato. Entienden que est¨¢ Taph el presi y Taph el hermano mayor¡±, rese?a. Y aunque no se inmiscuye en el ¨¢rea deportiva, tiene claro que prefiere jugadores cultos y con valores. ¡°No todo se reduce a botar, tirar¡­ He vivido 18 a?os en los vestuarios y hay que dar importancia al valor humano para convertir un grupo de jugadores buenos en un equipo bueno¡±.

Es el Gran Canaria y Savan¨¦, un presidente que tambi¨¦n como jugador dio siempre su opini¨®n. ¡°No podemos quejarnos de que el deportista vive en una burbuja y despu¨¦s quejarnos de que expresen sus opiniones. Pero si vas a debatir, hazlo con argumentos buenos¡±, concluye. El suyo pasa por el impacto social.

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