Sitapha Savan¨¦: ¡°Antes ser¨¦ ministro que entrenador¡±
El p¨ªvot senegal¨¦s, l¨ªder del Joventut de Badalona, antepone su condici¨®n de ciudadano a la de deportista y proyecta sus opiniones pol¨ªticas
¡°Si los ni?os de Senegal tuvieran las mismas oportunidades que los de Badalona, la historia ser¨ªa muy distinta¡±. Sitapha Savan¨¦ (Dakar, Senegal, 1978) reflexiona con solemnidad, mira con empat¨ªa y vive con compromiso. Veterano ilustre de la Liga (12 temporadas en la ACB) y l¨ªder silencioso del Joventut, predica con el ejemplo y proyecta sus inquietudes anteponiendo su condici¨®n de ciudadano a la de jugador de ¨¦lite. ¡°Cuando me retire, volver¨¦ a mi pa¨ªs para dedicarme a la pol¨ªtica. Ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil verme de ministro de deportes que de entrenador¡±, cuenta en el repaso de una biograf¨ªa marcada por la reivindicaci¨®n permanente y la conciencia social. Puntos, rebotes y asistencias, quedan en un segundo plano cuando comienza un discurso que separa con naturalidad lo sustancial de lo accesorio.
¡°Mis padres son pol¨ªticos de toda la vida. Se conocieron durante un mitin en Par¨ªs en mayo del 68 y la pol¨ªtica ha sido algo central en nuestra familia¡±, narra Savan¨¦, el segundo hijo de Landing y Marie Ang¨¦lique, pol¨ªtico opositor senegal¨¦s y funcionaria de la ONU, que, desde su posici¨®n de clase media acomodada, inculcaron en aquel ni?o la importancia de viajar y el valor de debatir.
¡°La pol¨ªtica ha sido algo central en nuestra familia. De ni?o era un poco mitinero con mis amigos¡±
Savan¨¦ practic¨® muchos deportes, pero no se acerc¨® al baloncesto hasta los 14 a?os, cuando comenz¨® a escalar rumbo a los dos metros de altura y el bal¨®n de f¨²tbol se le qued¨® muy lejos de la vista. Creci¨® idolatrando a la Francia de Platini, llorando su eliminaci¨®n ante Alemania en la semifinal del Mundial 82 y ¡°despertando inquietudes¡± en su pandilla. ¡°Era un poco mitinero¡±, reconoce repasando las tardes de juego en Dakar de aquel joven que qued¨® marcado por la persecuci¨®n pol¨ªtica que llev¨® a su padre a la c¨¢rcel. ¡°Formaba parte de nuestra realidad y lo entend¨ªamos como un sacrificio por el camino que hab¨ªamos elegido¡±.
Su estir¨®n coincidi¨® con un encantamiento. El dream team de Barcelona 92 le cautiv¨® y su marcha a Estados Unidos para estudiar Econ¨®micas le llev¨® a abrazar definitivamente el baloncesto entre la pasi¨®n y el pragmatismo. ¡°Vi que ten¨ªa cierto nivel y que eso me permit¨ªa lograr becas para ayudar a mis padres a pagar el past¨®n que costaba aquello. Despu¨¦s, como economista vi que ten¨ªa m¨¢s sentido seguir esta carrera hasta donde me llevara y aparcar mi formaci¨®n para retomarla en un futuro¡±. Eligi¨® el camino de Europa. ¡°Soy un so?ador realista. No me ve¨ªa capacitado para competir entre los grandes de la NBA. Me di la oportunidad de probar unos a?os en Europa a ver qu¨¦ pasaba y 15 a?os despu¨¦s sigo en esta ruta¡±. Un a?o en Menorca, tres en Tenerife, ocho en Gran Canaria y, de momento, otros dos en Badalona, ejerciendo la tutela de otra prometedora camada del Joventut (clasificado para la Copa y quinto en la clasificaci¨®n). ¡°Siempre tuve los 35 a?os como la meta para acabar la carrera, pero cuando te ves bien te dices ¡®vamos a seguir a ver hasta donde llegamos¡±. Se declara una especie de ¡°segundo entrenador dentro del campo¡± y tiene claro su ideario deportivo. ¡°El ejemplo es m¨¢s importante que el discurso y el compromiso est¨¢ siempre por encima del talento¡±, se?ala el p¨ªvot.
¡°Seule la lutte lib¨¦re¡± (s¨®lo la lucha libera), reza el lema de su twitter, reducto de sus opiniones y de pol¨¦micas recientes. Alejado de lugares comunes, su apoyo impl¨ªcito a la independencia de Catalu?a y a los planteamientos de Podemos y su posicionamiento ideol¨®gico como ¡°de extrema izquierda¡±, agita el debate. ¡°Lo que antes se consideraba de izquierdas ahora se llama extrema izquierda. Con Podemos la ¨²nica duda que tengo es si pueden lograr las cosas que propone. Ninguna respecto a sus planteamientos. La extrema izquierda ser¨ªa un partido comunista que nacionalizara todo y eliminara la propiedad privada. Eso no es lo que yo le he o¨ªdo a Podemos. La primera parte es indignarse y la segunda es actuar. Cuando echaron de la Puerta del Sol a la gente del 15-M les dijeron que formaran un partido. Lo han hecho¡±.
La mirada del primer mundo hacia ?frica y los problemas de su pa¨ªs marcan sus preocupaciones. ¡°Hay mucho inter¨¦s y colonialismo en la cooperaci¨®n. Se deber¨ªa hacer siempre escuchando y trabajando con los africanos. En el deporte la ayuda busca m¨¢s veces compensar carencias que impulsar en desarrollo. Serge Ibaka, por ejemplo, juega con Espa?a y tiene todo el derecho a elegir, pero qu¨¦ bien le vendr¨ªa al Congo. Hay muchos chanchullos. No me entra en la cabeza que alguien tenga el pasaporte de un pa¨ªs que no ha pisado¡±. Ciudadano Savan¨¦.
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