De la Fuente en la hora del des¨¢nimo
Aunque provoc¨® sorpresa en algunos sectores, la decisi¨®n de nombrar al riojano se corresponde con una regla no escrita, pero bastante extendida en Espa?a, donde el ¨¦xito de las selecciones juveniles concede a sus t¨¦cnicos una posici¨®n de privilegio en la l¨ªnea sucesoria
Solo los que no juegan salen indemnes de las decepciones del Mundial. Es una ley tan vieja como el f¨²tbol. Qatar se cobr¨® varias v¨ªctimas en la selecci¨®n. Luis Enrique abandon¨® el cargo y le sucedi¨® Luis de la Fuente, seleccionador sub 21 en los ¨²ltimos a?os. Aunque p...
Solo los que no juegan salen indemnes de las decepciones del Mundial. Es una ley tan vieja como el f¨²tbol. Qatar se cobr¨® varias v¨ªctimas en la selecci¨®n. Luis Enrique abandon¨® el cargo y le sucedi¨® Luis de la Fuente, seleccionador sub 21 en los ¨²ltimos a?os. Aunque provoc¨® sorpresa en algunos sectores de la prensa, la decisi¨®n se corresponde con una regla no escrita, pero bastante extendida en Espa?a, donde el ¨¦xito de las selecciones juveniles concede a sus t¨¦cnicos una posici¨®n de privilegio en la l¨ªnea sucesoria, como ocurri¨® con I?aki S¨¢ez, que ocup¨® el puesto que dej¨® Camacho en 2002, y Luis Su¨¢rez en 1988, tras el ciclo de Miguel Mu?oz.
De la Fuente fue un cotizado extremo juvenil, reubicado por Javier Clemente en el lateral izquierdo del Athletic que gan¨® las Ligas 1982-83 y 83-84, antes de saltar al Sevilla, donde prosigui¨® una s¨®lida trayectoria profesional. Su acceso a la selecci¨®n se ha producido por v¨ªa interna. Su prestigio se relaciona con los ¨¦xitos que obtuvo con las selecciones sub 19 y sub 21. Hombre de la casa, se llama a esa figura en el f¨²tbol. No pertenece, por tanto, a la categor¨ªa de entrenador famoso, antigua estrella internacional o nuevo t¨¦cnico de moda.
De la Fuente ha dispuesto de una ventaja -segundo en la escala de entrenadores de la federaci¨®n- y se enfrenta a algunos inconvenientes, uno de ellos relacionado con la percepci¨®n medi¨¢tica. Sin pasado como t¨¦cnico en Primera Divisi¨®n, su margen de error ser¨¢ m¨¢s estrecho que el asociado a los seleccionadores de amplio palmar¨¦s en los clubes. Le toca ganar pronto y mucho. De lo contrario recibir¨¢ una temible etiqueta: t¨¦cnico de transici¨®n.
Su futuro depender¨¢ de cuatro partidos, dos en la clasificaci¨®n de la Eurocopa 2024 -Noruega y Escocia- y los dos de la fase final de la Liga de las Naciones, que se disputar¨¢n en junio. En semifinales se enfrentar¨¢ con Italia. De ah¨ª a la final o al partido por el tercer y cuarto puesto. A Luis de la Fuente se le medir¨¢ en este cort¨ªsimo periodo, un combate contra el reloj que ya ha comenzado y que continuar¨¢ este martes en Escocia.
La selecci¨®n atraviesa tiempos de inquietud desde el Mundial 2014. Los tres ¨²ltimos Mundiales se han saldado con enormes decepciones. Del periodo m¨¢s brillante en la historia del f¨²tbol espa?ol -periodo 2008-12, victorias en dos Eurocopas y un Mundial- se ha pasado a un largo ciclo de frustraciones, cuyo efecto es visible en una selecci¨®n que ya no asusta en el panorama internacional.
Cada trastazo en los Mundiales ha empeque?ecido el cartel de la selecci¨®n. Fuera, se la respeta, pero no se la teme. Dentro, se observa una p¨¦rdida de autoestima, de confianza, de empaque, de todos esos intangibles que sirven para medir la verdadera estatura de un equipo. En muchos aspectos, esta selecci¨®n remite a la que sali¨® malparada de la Eurocopa 2004 y pas¨® un infierno para alcanzar el Mundial 2006.
Como ahora, se dec¨ªa que al f¨²tbol espa?ol le sobraban jugadores correctos y le faltaban los diferenciales. A Luis Aragon¨¦s le toc¨® gestionar aquel complejo periodo. Contra todo pron¨®stico, la selecci¨®n conten¨ªa una de las colecciones m¨¢s inolvidables de jugadores que ha visto el f¨²tbol. Luis ten¨ªa nombre, pasado, carisma y agarraderas medi¨¢ticas. Le permiti¨® ganar el tiempo que quiz¨¢ a otros no se les hubiera reservado. Construy¨® el m¨¢s distinguido de los equipos despu¨¦s de atravesar momentos muy delicados.
Al nuevo seleccionador le espera un trabajo abrumador. En cuatro partidos tendr¨¢ que remediar el abatimiento que envuelve al equipo y llamar al optimismo. No hay mejor plaza que el venerable Hampden Park para avanzar en la aventura.
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