El Olympiacos es un hurac¨¢n

Un torbellino pas¨® por Kaunas. Vest¨ªa de rojo y en 10 minutos arras¨® todo lo que encontr¨® a su paso. El Olympiacos alcanz¨® la final de la Euroliga tras vencer al M¨®naco en un encuentro partido en dos. Por un lado, el tercer cuarto, una exhibici¨®n en la que el conjunto griego escribi¨® un impresionante 27-2. Por otro, todo lo dem¨¢s. As¨ª desemboc¨® el grupo que dirige Bartzokas en la cita en que buscar¨¢ su cuarta corona europea tras las de 1997, 2012 y 2013. Honores al M¨®naco, un novato en una Final Four que muri¨® de pie.

El marcador en Kaunas lo estren¨®, qui¨¦n si no, ...

Un torbellino pas¨® por Kaunas. Vest¨ªa de rojo y en 10 minutos arras¨® todo lo que encontr¨® a su paso. El Olympiacos alcanz¨® la final de la Euroliga tras vencer al M¨®naco en un encuentro partido en dos. Por un lado, el tercer cuarto, una exhibici¨®n en la que el conjunto griego escribi¨® un impresionante 27-2. Por otro, todo lo dem¨¢s. As¨ª desemboc¨® el grupo que dirige Bartzokas en la cita en que buscar¨¢ su cuarta corona europea tras las de 1997, 2012 y 2013. Honores al M¨®naco, un novato en una Final Four que muri¨® de pie.

El marcador en Kaunas lo estren¨®, qui¨¦n si no, Vezenkov, el m¨¢ximo artillero y MVP de Europa. Pero fue un espejismo, un tiro libre, porque las defensas ahogaban a los ataques y los fallos se suced¨ªan en cada tablero, por dentro y fuera. En dos minutos y medio de semifinal, un timid¨ªsimo 1-2, como si cada tropa tuviera miedo de golpear primero. Ni rastro de esa mu?eca letal de Vezenkov desde el per¨ªmetro. El Olympiacos se mov¨ªa siempre muy forzado (6-10). El f¨¦rreo l¨ªder de la fase regular solo aport¨® seis puntos en casi ocho minutos, dos m¨ªseras canastas en juego. Frente a esa pobreza, Bartzokas rescat¨® al agitador Sloukas.

El M¨®naco despert¨®. Hab¨ªa resistido el griter¨ªo de los miles de hinchas griegos y comenz¨® a mostrar las armas que le han llevado hasta la gran pasarela. Sobre todo esa pareja de jugones que forman Mike James y Jordan Loyd. Si el rival tapa a uno, aparece el otro con el ca?¨®n a punto. James estamp¨® el 8-15 con un triple y a una estrella respondieron otras con la misma herramienta: Vezenkov, de nuevo James y Papanikolaou se lucieron desde el per¨ªmetro. De repente los dos equipos se hab¨ªan soltado las cadenas en unos segundos de inspiraci¨®n (14-20 para cerrar un asfixiante primer cuarto).

Los r¨¢pidos movimientos de Sloukas para partir el muro del M¨®naco, la crecida en el rebote de Black y un par de recuperaciones restauraron las tablas despu¨¦s de la pausa. Loyd acudi¨® para certificar con cinco puntos seguidos que la cenicienta no iba a entregarse tan f¨¢cilmente (25-31). El conjunto monegasco se defend¨ªa con la pasi¨®n del reci¨¦n llegado que quiere mostrarse al mundo. Al Olympiacos le costaba hallar una rendija en esa telara?a de brazos y en cambio sufr¨ªa para detener el brazo ejecutor de Mike James a distancia. El tiro exterior de Larentzakis ni toc¨® el aro y en cambio Okobo abri¨® la brecha antes del descanso (29-41). Saltaba la sorpresa y hasta la encendida hinchada griega parec¨ªa dormida.

La remontada griega pasaba por morder atr¨¢s. Con las l¨ªneas m¨¢s prietas y una intensidad ahora s¨ª digna del escenario, los hombres de rojo resucitaron. ?Y de qu¨¦ manera! Vezenkov, Papanikolaou y Fall comenzaron a herir por dentro con sus combinaciones y cuando el M¨®naco se tapaba en la zona percut¨ªan los tiradores. En cinco minutos, un parcial de 14-0 puso el encuentro en ebullici¨®n (43-41). El primerizo equipo del Principado se hab¨ªa quedado mudo, seco, hundido por las p¨¦rdidas, con el bal¨®n muerto en las manos al agotarse la posesi¨®n hasta en tres ocasiones. Ni siquiera aparec¨ªa la varita de James mientras el Olympiacos volaba. El Zalgirio Arena rug¨ªa de nuevo. El 27-2 del tercer cuarto fue una paliza hist¨®rica (56-43). Un hurac¨¢n.

Se levant¨® de la lona el M¨®naco, orgulloso, pero el revolc¨®n hab¨ªa sido tan tremendo que apenas pudo sacudirse el polvo en un re?ido intercambio de canastas. La final era para el Olympiacos. El aplauso, para la gran temporada del M¨®naco.

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