Pena m¨¢xima para Espa?a en la final del Europeo sub-21
Abel Ruiz falla un penalti en el a?adido que impidi¨® a la competitiva selecci¨®n de Santi Denia forzar la pr¨®rroga ante la potente Inglaterra, campeona sin encajar un gol
Una Espa?a que no se resign¨® a la derrota vivi¨® un drama encarnado en la figura de Abel Ruiz, el mejor del torneo. El capit¨¢n espa?ol ara?¨® un penalti en los ¨²ltimos segundos del a?adido, cuando Inglaterra ya festejaba el t¨ªtulo que les otorgaba el tanto de Palmer. El mismo Abel Ruiz lo ejecut¨®, pero Trafford le adivin¨® la trayectoria. Ni Aimar Oroz ni Camello lograron embocar los dos rechazos francos que recogieron. P...
Una Espa?a que no se resign¨® a la derrota vivi¨® un drama encarnado en la figura de Abel Ruiz, el mejor del torneo. El capit¨¢n espa?ol ara?¨® un penalti en los ¨²ltimos segundos del a?adido, cuando Inglaterra ya festejaba el t¨ªtulo que les otorgaba el tanto de Palmer. El mismo Abel Ruiz lo ejecut¨®, pero Trafford le adivin¨® la trayectoria. Ni Aimar Oroz ni Camello lograron embocar los dos rechazos francos que recogieron. Pena m¨¢xima la de Espa?a para una generaci¨®n de futbolistas que se marcha con el billete para los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs, pero con la desaz¨®n de no haberse coronado campeona de Europa sub-21 y de no haber aprovechado ese penalti para forzar la pr¨®rroga. El meta ingl¨¦s, que pertenece al Manchester City, justific¨® que se pueda decir que Inglaterra gan¨® este europeo gracias a sus intervenciones. Deja su porter¨ªa impoluta, sin un tanto que reprocharse.
Combati¨® La Rojita contra otra camada inglesa excelente, que se marcha sin haber encajado un tanto en el torneo. Compiti¨® primero un partido trabado y despu¨¦s se emple¨® con un f¨²tbol con m¨¢s entra?as que finura para tratar de igualar el gol encajado al borde del descanso. Un anticipo del infortunio final: entr¨® tras golpear en la barrera la falta ejecutada por el fino zurdo Palmer.
La final arranc¨® estrecha. Con dos selecciones que se tem¨ªan tanto como se conoc¨ªan. Ambas con el empe?o de atrofiar a la otra el manejo de la pelota con f¨²tbol pizarrero. Todo medido en defensa, casi todo impreciso a la hora de dibujar un ataque claro. Ese paisaje solo daba para fogonazos. Y fue Inglaterra la que se solt¨® primero. Gordon, extremo diestro del Newcastle que juega a pierna cambiada, hizo una diagonal y puso a prueba a Arnau Tenas con una curva rasa. El propio Gordon aprovech¨® un pase filtrado de Palmer para romper la espalda de la defensa espa?ola. A su centro atr¨¢s le falt¨® medio pie a Gibbs-White para empujarlo a puerta vac¨ªa.
Los dos chispazos ingleses avisparon a Espa?a, que decidi¨® meter el colmillo m¨¢s arriba. Creci¨® a partir de Antonio Blanco. El mediocentro madridista se agigant¨® en las recuperaciones y a partir de ¨¦l la pelota empez¨® a ser de La Rojita. Una posesi¨®n poco punzante, solo da?ina tras recuperaciones en campo contrario que necesitaban de poca elaboraci¨®n. Alex Baena dibuj¨® una buena par¨¢bola que se fue por un par de palmos y a Paredes le falt¨® finura para dirigir un buen cabezazo tras un c¨®rner.
En el gobierno del partido que ejerc¨ªan los futbolistas de Santi Denia chirriaba la ausencia de actividad de Abel Ruiz. No hab¨ªa conexi¨®n con su f¨²tbol expansivo que tanto ha generado durante el torneo. Su ausencia de protagonismo era un s¨ªntoma evidente de que Espa?a no flu¨ªa como quer¨ªa. Tampoco aparec¨ªan Rodri, muy de m¨¢s a menos en el campeonato, el fiable Sancet y la conexi¨®n zurda Miranda-Sergio G¨®mez. En el lado ingl¨¦s, tras el comienzo rutilante de Gordon, tambi¨¦n se echaban de menos las virguer¨ªas de Gibbs-White y Smith-Rowe. Desde la pizarra, el objetivo de reducir las virtudes del contrario fue intachable por parte de los dos seleccionadores.
Abundaban los tramos de exceso de tacticismo y faltas tobilleras para cortocircuitar juego que obligaron al colegiado a tirar del tarjetero. A Baena le subieron las revoluciones un par de veces despu¨¦s de haber visto ya una amarilla.
Subido de temperatura el partido, en el tramo final del primer acto se abri¨®. Espa?a amenaz¨® con un par de ataques r¨¢pidos sin precisi¨®n en el ¨²ltimo pase. A la carrera, los ingleses tambi¨¦n se desplegaban afilados. De una contra sacaron una falta lateral. El central Colwill estamp¨® contra la hierba un martillazo de cabeza picado que elev¨® el bote de la pelota hasta la cruceta. Y de otra falta nacida en una transici¨®n lleg¨® el tanto ingl¨¦s. El zurdo Palmer ejecut¨® el libre directo y se col¨® por el palo contrario que defend¨ªa Arnau Tenas. Un bofet¨®n porque restaban segundos para llegar al intermedio. La celebraci¨®n de Palmer destap¨® los piques de otras batallas como la final del Europeo sub-17 en el que se impuso Espa?a y la final del Mundial de la misma categor¨ªa, disputada meses despu¨¦s, ganada por Inglaterra.
Con ese gol en contra de dura digesti¨®n, Espa?a regres¨® al campo decidida y atrevida. Dispuesta a asumir los riesgos de ofrecer metros de hierba a Gordon y a Gibbs-White. Acorralaron los futbolistas de Santi Denia a Inglaterra. La sitiaron y la agobiaron. Abel Ruiz, que empez¨® a ejercer de nueve y medio, en una falta lateral conect¨® un cabezazo limpio que dobl¨® las manos de Trafford. El VAR decret¨® que su hombro estaba adelantado cuando Miranda sac¨® el centro. La FIFA estudia un nuevo fuera de juego que d¨¦ por buenos este tipo de goles en los que uno o dos cent¨ªmetros no pueden significar ventaja alguna para el rematador adelantado. Veremos si el remedio no es peor que la enfermedad.
La apuesta de Santi Denia se redobl¨® con sus primeros cambios: quit¨® a los desdibujados interiores, Sancet y Alex Baena, y meti¨® a Gabri Veiga y Aimar Oroz. Tambi¨¦n fue relegado Rodri, muy apagado, por Barrenetxea. A centro de Sergio G¨®mez, Abel Ruiz roz¨® el empate con un testarazo que silb¨® el palo. Otro remate alto suyo y otro al lateral de la red ratificaron que no era su d¨ªa, ni el de Espa?a.
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