Ion Izagirre se impone en la 12? etapa del Tour de Francia
El ciclista guipuzcoano del Cofidis se apunta la segunda victoria espa?ola en esta edici¨®n de la ronda francesa, despu¨¦s de cinco a?os de sequ¨ªa
Que termine la locura. Que comience la magia. Que suene la m¨²sica, ordena Titania, la reina de las hadas. Suena solemne, alegre, Mendelssohn. La Marcha Nupcial. Tres bodas se celebrar¨¢n. Tres veces sonar¨¢ acelerada. A tutta, a tutta. Todos saben qui¨¦n es su pareja. Tadej Pogacar, de blanco como las novias, y Jonas Vingegaard, de amarillo, se agarran y danzan a dos y no se sueltan de la mano todo el d¨ªa; Mathieu van der Poel y Wout van Aert tontean delante, como todos los d¨ªas de media monta?a, las etapas para su baile se?aladas. Se despistan. Se separan. Cada uno ataca 14 veces. Siempre...
Que termine la locura. Que comience la magia. Que suene la m¨²sica, ordena Titania, la reina de las hadas. Suena solemne, alegre, Mendelssohn. La Marcha Nupcial. Tres bodas se celebrar¨¢n. Tres veces sonar¨¢ acelerada. A tutta, a tutta. Todos saben qui¨¦n es su pareja. Tadej Pogacar, de blanco como las novias, y Jonas Vingegaard, de amarillo, se agarran y danzan a dos y no se sueltan de la mano todo el d¨ªa; Mathieu van der Poel y Wout van Aert tontean delante, como todos los d¨ªas de media monta?a, las etapas para su baile se?aladas. Se despistan. Se separan. Cada uno ataca 14 veces. Siempre en el peor momento. Solo, enloquece Mathieu y loco, caballo loco, sigue atacando sin destino. La ¨²ltima oportunidad de la semana vuela. Boda frustrada.
La tercera pareja que se avanza es la m¨¢s extra?a. La forman un fil¨®sofo normando que pedalea y un ciclista vasco que piensa. Uno junto a otro. Guillaume Martin y Ion Izagirre. Compa?eros en el Cofidis, equipo franc¨¦s al que habr¨ªa que llamar en el Tour, quiz¨¢s, Kofidis, tan vasco es, con Gorka Gerrikagoitia y Bingen Fern¨¢ndez de directores; con su franc¨¦s Victor Lafay ganando en Donosti; con Izagirre, lanzado, y qu¨¦ buenas piernas luc¨ªa en su hermosa Look, geom¨¦trica, Mondrian, que nunca us¨® el verde, finalmente, culminando lo que Laurent Jalabert, comentarista de la tele francesa, llam¨®, desbordante de alegr¨ªa, ¡°gran festival vasco¡±, una jai alai que Shakespeare, hace m¨¢s de cuatro siglos, ya llam¨® El Sue?o de una noche de verano.
El segundo gran festival particular de Izagirre en el Tour, escalador que ha hecho de la Itzulia su carrera favorita junto al GP Miguel Indurain en Estella, y que en el Tour de 2016, cuando corr¨ªa en el Movistar, uno de la media docena de equipos ¨CCaja Rural, Euskaltel, Bahrain, Astana, tambi¨¦n¡ªen los que ha corrido, ya gan¨® una gran etapa alpina, Joux Plane y descenso a Morzine. El a?o siguiente, en el pr¨®logo del Tour en Dusseldorf en el que Valverde se parti¨® la rodilla ¨¦l se rompi¨® dos v¨¦rtebras. Varios meses de baja. Cambio de equipo. De nuevo fuerte como un toro.
Guillaume Martin, el escritor, el m¨¢s intelectual de la pareja, racionaliza la magia del sue?o de la noche m¨¢s larga del a?o que Ion Izagirre, feliz como un ni?o, feliz como estar¨ªa su hija Iraia, que cumple cuatro a?os el mismo jueves, celebra tir¨¢ndose cuatro veces del arito de plata que cuelga de su oreja derecha justo unos momentos antes de cruzar la meta en la bien llamada Belleville. ¡°Habl¨¦ con ella esta ma?ana. Menuda coincidencia¡±, dice Izagirre, quien cuando Martin, ¨¦l, habla de c¨ªrculo virtuoso. Habla de su equipo, que llevaba 15 a?os sin ganar una etapa del Tour, y en 10 d¨ªas ha ganado dos; e Izagirre a?ade que su victoria llega dos d¨ªas despu¨¦s de la etapa de Pello Bilbao, ¡°otro ciclista de casa¡±, dice, que cerraba cinco a?os de sequ¨ªa espa?ola. ¡°Que siga la fiesta¡±, anima Izagirre, quien se acuerda de su paisano, Txomin Perurena, muerto unas semanas antes del Tour, guipuzcoano de Ventas de Astigarraga, gran figura del ciclismo vasco y director en el primer equipo de la Fundaci¨®n Euskadi, hace 30 a?os, la cantera de la que salieron Bilbao y el propio Izagirre, y tantos directores y entrenadores. ¡°Yo creo que muchos no saben, sobre todo la gente joven, lo gran ciclista que fue y gran persona. Yo la verdad es que no tuve mucha oportunidad de conocerle¡±, dice el ganador de la etapa, que lleg¨® al Euskaltel en la ¨²ltima ¨¦poca, la de Mikel Landa tambi¨¦n. ¡°Sab¨ªa de ¨¦l por la radio y escucharle, y la gente que me cont¨® las historias de ¨¦l, que siempre era muy divertido. Y la verdad es que una pena perderle, pero bueno, s¨ª, al final ya ves, son cosas de la vida¡±.
Clasificaci¨®n de la etapa:
Posici¨®n | Corredor | Equipo | Tiempo |
---|---|---|---|
1 | Ion Izagirre | Cofidis | 3:51:42 |
2 | Mathieu Burgaudeau | Total Energies | +58s |
3 | Matteo Jorgenson | Movistar Team | +58s |
4 | Tiesj Benoot | Jumbo-Visma | +1:06s |
5 | Tobias Johannenssen | Uno X-PRO | +1:11s |
Clasificaci¨®n General:
Posici¨®n | Corredor | Equipo | Tiempo |
---|---|---|---|
1 | Jonas Vingegaard | Jumbo-Visma | 50:30:23 |
2 | Tadej Pogacar | UAE Team Emirates | +17s |
3 | Jai Hindley | Bora-Hansgrohe | +2:40s |
4 | Carlos Rodr¨ªguez | Ineos Grenadiers | +4:22s |
5 | Peio Bilbao | Bahrain Victorious | +4:34s |
El de Pello Bilbao, tanta emoci¨®n, fue otro d¨ªa similar en las carreteras del Arverno antiguas, y sus altiplanos que dejan sin aliento, tan parecido su asfalto ¨¢spero al que cubre las rutas estrechas de los pueblos soleados de la comarca, ni un metro llano, carreteras solo acostumbradas a los tractores de los viticultores de las vi?as del Beaujolais, y sus colinas, por las que Izagirre, guipuzcoano de Ormaiztegi, veterano del Tour y del ciclismo, de 34 a?os, todo cabeza y piernas, piensa y act¨²a. Forma parte de la fuga de 15 que tarda en formarse siglos y dolor de piernas y ataques sin aliento, y Pogacar y Vingegaard siempre por el medio, y se mueve supercontrolada. Ni Jumbo ni UAE quieren cargar con un trabajo excesivo la v¨ªspera de la monta?a del Grand Colombier, donde Pogacar, que ya gan¨® all¨ª en 2020, dice que quiere vestirse de amarillo, y que no le costar¨¢ mucho deste?ir a Vingegaard, solo 17s les separan. En la Croix de Montmain, la cuarta de las cinco colinas del d¨ªa, Izagirre se descuelga. ¡°Est¨¢ cuit [muerto]¡±, analiza desde la moto de la tele Thomas Voeckler, que se equivoca. ¡°Cre¨ª que lo de delante se hab¨ªan ido solo para esprintar por los puntos de la monta?a, pero siguieron¡±, dice Izagirre. ¡°Y luego vi que se hab¨ªan ido m¨¢s delante todav¨ªa Van der Poel y Amador¡±. Y Voeckler, alucinado, y todos los que siguieron imantados por la acci¨®n su pedalada, observa y vocea c¨®mo Izagirre, todo fuerza, revive. Alcanza al segundo grupo y sin parar se pone en cabeza y lleva a su Guillaume hasta el primero, y ascendiendo los ¨²ltimos vi?edos, los de Croix Rosier, no se conforma, y sigue. ¡°Sent¨ª bien las piernas¡±, dice, simplemente, el ciclista que piensa pero act¨²a, tanto talento, por puro instinto en los momentos decisivos. ¡°Sin pensarlo siquiera ataqu¨¦ y me vi solo, y cuando vi que hac¨ªa hueco y sabiendo que todo era descenso, casi 30 kil¨®metros, hasta meta, ya ni pens¨¦ en parar¡±.
Cuando tuvo un minuto de ventaja sobre un grupo en el que Martin hac¨ªa de stopper y desorganizaba cualquier intento de conjunci¨®n, solo pens¨® en c¨®mo felicitar a su Iraia, tan tierna. Y para ella invent¨®, a su manera, un nuevo final del sue?o feliz de una noche de verano.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.