Djokovic resucita y vence a un incansable Alcaraz en otra final ¨¦pica
El serbio conquista Cincinnati tras remontar al espa?ol (5-7, 7-6[7], 7-6[4] en 3 horas y 50 minutos) despu¨¦s de sufrir una bajada de tensi¨®n y salvar una bola de campeonato en otro partido para el recuerdo
Se tira al suelo Djokovic, exhausto y rendido, despu¨¦s de vencer en otro partido memorable a Carlitos Alcaraz, que llora sin consuelo en su banco, liberando toda la tensi¨®n de estas dos semanas llenas de obst¨¢culos que ha ido superando hasta que ha chocado con un ser de mil vidas que le salva una bola de partido y le frena en su camino hac¨ªa la victoria en Cincinnati. ¡°Ha sido uno de los partidos m¨¢s duros de mi vida¡±, confiesa el serbio tras conquistar su Masters 1000 n¨²mero 39,...
Se tira al suelo Djokovic, exhausto y rendido, despu¨¦s de vencer en otro partido memorable a Carlitos Alcaraz, que llora sin consuelo en su banco, liberando toda la tensi¨®n de estas dos semanas llenas de obst¨¢culos que ha ido superando hasta que ha chocado con un ser de mil vidas que le salva una bola de partido y le frena en su camino hac¨ªa la victoria en Cincinnati. ¡°Ha sido uno de los partidos m¨¢s duros de mi vida¡±, confiesa el serbio tras conquistar su Masters 1000 n¨²mero 39, el tercero en Cincinnati, despu¨¦s de otro encuentro para la historia (5-7, 7-6(7) y 7-6(4) en tres horas y 50 minutos) en el que el ¨²ltimo exponente de la vieja generaci¨®n, inclin¨® en julio en Wimbledon ante el espa?ol, ha vuelto a demostrar que se resiste al cambio de era.
Esta vez la gloria le toc¨® al serbio en un duelo que nada tuvo que envidiar al de Londres. Se volvieron a enfrentar los dos mejores tenistas del mundo, y con amplia diferencia sobre el resto. No pod¨ªan luchar por el n¨²mero uno, ya asegurado por el espa?ol para el US Open, pero una final es una final y ninguno de los dos se dej¨® nada. Encontr¨® Alcaraz su tenis en el primer set e inflig¨ªa un ritmo tan alto que dejaba completamente noqueado al balc¨¢nico, que sufr¨ªa una bajada de tensi¨®n. Reapareci¨® el de Belgrado cuando el espa?ol rozaba el t¨ªtulo para llevarse el segundo set y en la ronda final ambos se enzarzaron en una aut¨¦ntica lucha de golpes de la que sali¨® victorioso el m¨¢s veterano.
El inicio fue positivo para el de El Palmar, que conectaba otra vez con su derecha, la volv¨ªa a sentir y con ella mov¨ªa al serbio, por primera vez exigido en el torneo. Pero no hay tenista que sepa lidiar con la presi¨®n mejor que Nole, que acept¨® el desaf¨ªo, subi¨® el nivel y en el sexto juego pegaba su primer zarpazo, rompiendo en blanco el servicio del murciano. Ni se inmut¨® el de El Palmar, m¨¢s concentrado y sereno que durante toda la semana, resuelta a golpe de remontadas; respond¨ªa Alcaraz al instante y le devolv¨ªa el break: 4-4 en 34 minutos de puro de tenis.
El rey del circuito estaba jugando su mejor partido desde la final de Wimbledon. El n¨²mero dos, mientras, padec¨ªa un baj¨®n por el calor y por el ritmo que impon¨ªa el de El Palmar, que iba con el turbo; corriendo para arriba y para abajo, abri¨¦ndose de piernas para llegar a las bolas y as¨ª, con una intensidad digna de un n¨²mero uno, volv¨ªa a romper y con su servicio se llevaba el primer set por 7-5, en una hora de encuentro. Un Alcaraz imparable se pon¨ªa por delante ante un serbio que se retiraba a los vestuarios a coger aire despu¨¦s de una primera manga en la que empez¨® s¨®lido y termin¨® exhausto.
El instinto de Nole
¡°?Somos una roca!¡±, le recordaba Ferrero al inicio del siguiente set. ¡°?Novak, Novak!¡±, gritaba la pista central de Cincinnati, deseosa de m¨¢s tenis ante el desfallecimiento del campe¨®n de 23 grandes. Sin embargo, Djokovic incluso fue a peor y, d¨¦bil y mareado, realizaba tres dobles faltas seguidas y perd¨ªa el servicio. No se encontraba nada bien y ten¨ªa que ser atendido por los m¨¦dicos. La fuerza del sol y la intensidad de Carlitos le noquearon y se mostraba desorientado en el banco. Le tomaron la tensi¨®n, le dieron una pastilla y volv¨ªa al ruedo.
A partir de entonces revivi¨® el serbio, recuperaba la energ¨ªa perdida y avisaba con dos bolas de break que supo defender Alcaraz. Pero Djokovic tiene siete vidas, romp¨ªa el ritmo acortando los puntos y recuperaba el quiebre. Se re¨ªa Carlitos que, en un abrir y cerrar de ojos, ve¨ªa c¨®mo pasaba de acariciar el trofeo de Cincinnati, con la indisposici¨®n de su rival, a tener que sacar para no perder el segundo set. Cerraba el pu?o y apretaba los dientes el n¨²mero uno, sorprendido ante la incre¨ªble resurrecci¨®n del serbio.
El choque desemboc¨® entonces en el tie break, en el que el espa?ol pod¨ªa rematar. Remont¨® un 3-1 en contra y dispon¨ªa de un punto de campeonato, a un solo paso de triunfar por primera vez en este escenario y refrendar otra vez que hoy manda ¨¦l. Sin embargo, la veteran¨ªa y el instinto de supervivencia de Djokovic se impusieron y, de nuevo, cuando el serbio estaba en la camilla volv¨ªa a mostrar su grandeza y se llevaba la segunda manga. Como ya sucediera en el primer encuentro entre ambos en Madrid y tambi¨¦n en el ¨²ltimo de Londres, el partido iba a decidirse en el ¨²ltimo set. ¡°Ha sido uno de los m¨¢s duros que he jugado nunca¡±, expuso el campe¨®n.
Suspense hasta el final
La final se calm¨® por primera vez y los juegos se suced¨ªan. Ya no hab¨ªa p¨¢jaras, solo dos maquinas competitivas. El m¨¢s m¨ªnimo fallo pod¨ªa ser decisivo. Y el primero en errar fue Alcaraz, al s¨¦ptimo juego, cuando despu¨¦s de salvar cuatro bolas de quiebre ca¨ªa en la quinta. Las 56 finales de Masters 1000 jugadas por Nole empezaban a hacer mella. Djokovic estaba en su mejor momento y se colocaba 5-3. A Carlitos no le quedaba m¨¢s que lanzar una ¨²ltima ofensiva. ¡°Si se nos va, se nos va. Pero hay que ir a por ello¡±, le ped¨ªa Ferrero, mientras el tanque de energ¨ªa iba vaci¨¢ndose. Aun as¨ª, el espa?ol logr¨® anular dos bolas de partido con su saque.
El balc¨¢nico sacaba para llevarse el torneo y Carlitos lleg¨® a disponer de dos opciones de break, pero Djokovic las neutralizaba y gozaba de su tercer punto de partido, que volv¨ªa a desperdiciar con una doble falta. Nadie se atrev¨ªa a predecir qu¨¦ iba a ocurrir porque Alcaraz se negaba a caer y levantaba la cuarta bola de campeonato. Se llevaba las manos a la cabeza Ferrero porque los dos jugadores estaban levantando otro monumento al tenis y en uno de esos arrebatos, al fin, romp¨ªa Alcaraz. Comenzaba otro partido y la grada lo celebraba.
Se resolvi¨® el dilema otra vez al desempate, en una s¨ªntesis ideal: intercambios infinitos, alternancias, y m¨¢s y m¨¢s dosis de drama. La experiencia siempre es un grado y finalmente Alcaraz sucumb¨ªa. Djokovic consum¨® la revancha de Wimbledon en un duelo agotador y ante un rival que le exigi¨® como pocos. ¡°Este chico solo hace que mejorar y mejorar¡±, afirmaba el balc¨¢nico despu¨¦s de una final interminable y donde tambi¨¦n record¨® a otro jugador: ¡°Esta experiencia ya la he vivido anteriormente, y fue contra otro espa?ol¡±.
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