La vieja guardia argentina abrasa a Espa?a en el Metropolitano

El Metropolitano, un estadio en el que se discuten victorias hasta el ¨²ltimo suspiro, asisti¨® este s¨¢bado al valor de una derrota segura. Argentina, el rival con m¨¢s pedigr¨ª del rugby hispanoamericano en lo que va de siglo ¨Cdesde la ¨²nica aventura mundialista, en 1999¨C, hizo honor a su lugar en la ¨¦lite mundial y arroll¨® a los Leones (3-62) en su ¨²ltimo partido de preparaci¨®n de cara al Mundial que descorchar¨¢ el 9 de septiembre en Marsella ante Inglaterra. Espa?a, descalificada de la cita en Francia por la falsificaci¨®n del pasaporte del sudafricano Gavin Van den Berg, recuper¨® su credibilida...

El Metropolitano, un estadio en el que se discuten victorias hasta el ¨²ltimo suspiro, asisti¨® este s¨¢bado al valor de una derrota segura. Argentina, el rival con m¨¢s pedigr¨ª del rugby hispanoamericano en lo que va de siglo ¨Cdesde la ¨²nica aventura mundialista, en 1999¨C, hizo honor a su lugar en la ¨¦lite mundial y arroll¨® a los Leones (3-62) en su ¨²ltimo partido de preparaci¨®n de cara al Mundial que descorchar¨¢ el 9 de septiembre en Marsella ante Inglaterra. Espa?a, descalificada de la cita en Francia por la falsificaci¨®n del pasaporte del sudafricano Gavin Van den Berg, recuper¨® su credibilidad internacional a un grande.

El seleccionador argentino, Michael Cheika, avis¨® en la previa que en el rugby internacional no hay amistosos. El encuentro fue una reivindicaci¨®n de su vieja guardia, representada por Nicol¨¢s S¨¢nchez, el apertura de 34 a?os que lider¨® a los Pumas al cuarto puesto en el Mundial de 2015. Relegado a la suplencia por Santiago Carreras, aprovech¨® la que puede ser una de sus ¨²ltimas titularidades con la selecci¨®n para dominar el tempo, abrir el campo con su juego al pie y exhibir su precisi¨®n entre palos. As¨ª abri¨® el marcador, embocando un golpe de castigo centrado.

Espa?a ten¨ªa un reto de enjundia ante el n¨²mero siete del ranking mundial, especialmente en la delantera. El tama?o de la primera l¨ªnea argentina domin¨® la escena desde el inicio, obligando a sus rivales a acumular efectivos en los placajes, desnudando as¨ª el flanco contrario. Ah¨ª estaba S¨¢nchez para canjear la superioridad con una patada al costado que caz¨® Juan Cruz Mall¨ªa rumbo al primer ensayo. Gonzalo Vinuesa intercept¨® poco antes otro proyectil diab¨®lico, pero esta vez su defensa no ten¨ªa n¨²meros.

Cuando los grandullones argentinos suman la precisi¨®n a su repertorio resultan imparables. La prueba es que no hubo una mel¨¦, el lance que reanuda el juego tras un pase adelantado o un error de manos, hasta el minuto 38. Espa?a se defend¨ªa con faltas porque su l¨ªnea de fuera de juego se romp¨ªa, pero no pod¨ªa evitar estampidas como los 144 kilos de Joel Sclavi, el ¡®pilier¡¯ que ha pasado de Gernika a Stade Rochelais, doble campe¨®n de Europa.

Argentina anotaba a punto por minuto y Espa?a se descos¨ªa ante la velocidad de Mateo Carreras, que sorte¨® obst¨¢culos con una velocidad portentosa rumbo al tercer ensayo. Espa?a no pis¨® la zona de 22 rival hasta el minuto 19 y fue en inferioridad num¨¦rica ¨Cpor la reiteraci¨®n de faltas¨C cuando tuvo su momento dulce en una patada de Vinuesa que casi pilla en un renuncio a la ¨²ltima cortina albiceleste. No hubo ensayo, as¨ª que Espa?a decidi¨® quitar el cero de su marcador con una patada a palos. Un consuelo precario porque Tom¨¢s Cubelli extendi¨® la ventaja antes del descanso (3-31) col¨¢ndose entre la plataforma de delanteros. Otro de los veteranos relegados dejaba su impronta.

Espa?a aprovech¨® la cita para celebrar el centenario de su rugby, con gui?os al pasado como un homenaje a quienes han vestido su camiseta. Y al futuro, al equipo sub-20 que ha logrado colarse en la ¨¦lite de la categor¨ªa, dejando atr¨¢s a pa¨ªses mundialistas como Uruguay o Escocia. El presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Rugby, Juan Carlos Mart¨ªn ¡®Hansen¡¯, esgrime al pa¨ªs con m¨¢s potencial de crecimiento en el rugby internacional, en parte por unos estadios de primer nivel; el reto es llenarlos, porque Metropolitano, con unos 20.000 asientos ocupados, se qued¨® grande. Los aficionados corearon con ganas las primeras defensas espa?olas, pero la megafon¨ªa y las celebraciones argentinas ganaron la batalla de los decibelios.

El quinto partido entre ambas selecciones estaba condenado a un marcador sonrojante. Argentina hab¨ªa ganado los cuatro anteriores, desde el 19-28 de Vallhermoso en 1982 hasta el 34-43 de 1992, su ¨²ltima cita. Con todo resuelto, Cheika se llev¨® un disgusto de primer orden cuando vio retirarse cojeando entre l¨¢grimas a Santiago Grandona, animado por sus compa?eros en la banda. Espa?a busc¨® el ensayo hasta el final, pero solo lleg¨® en la imaginaci¨®n de Tani Bay, que se col¨® bajo palos tras un saque antes de tiempo y provoc¨® una ovaci¨®n. Argentina volte¨® en su zona de marca la mejor incursi¨®n espa?ola, evit¨® el posado y Mart¨ªn Bogado anot¨® el noveno ensayo de la noche con el tiempo cumplido. Porque en rugby no hay amistosos y no se regalan puntos.

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