Jon Rahm es Jon Ryder
El vasco cultiva la pasi¨®n por el torneo y el liderazgo que convirtieron en mitos a Seve, Olazabal y Sergio Garc¨ªa
Severiano Ballesteros, Chema Olazabal, Sergio Garc¨ªa y Jon Rahm. El legado se transmite de generaci¨®n en generaci¨®n en el golf espa?ol y por extensi¨®n a la Ryder Cup, el torneo que revolucion¨® el genio c¨¢ntabro y que despu¨¦s de ¨¦l encumbraron su mejor heredero, Olazabal, un referente de la competici¨®n como Sergio Garc¨ªa y ahora Rahm. Ocurre lo mismo que en el Masters de Augusta, el grande que han saboreado todos ellos, el ¨²ltimo episodio este pasado mes de abril con ...
Severiano Ballesteros, Chema Olazabal, Sergio Garc¨ªa y Jon Rahm. El legado se transmite de generaci¨®n en generaci¨®n en el golf espa?ol y por extensi¨®n a la Ryder Cup, el torneo que revolucion¨® el genio c¨¢ntabro y que despu¨¦s de ¨¦l encumbraron su mejor heredero, Olazabal, un referente de la competici¨®n como Sergio Garc¨ªa y ahora Rahm. Ocurre lo mismo que en el Masters de Augusta, el grande que han saboreado todos ellos, el ¨²ltimo episodio este pasado mes de abril con la chaqueta verde que visti¨® el hombret¨®n de Barrika.
Todas las conexiones funcionaron. Roma rindi¨® homenaje el s¨¢bado a Ballesteros con una lona gigante en el tee del uno que rezaba en italiano: ¡°Por siempre en nuestros corazones¡±. Su hijo Javier aplaud¨ªa emocionado a pie de grada. El polo que visti¨® Seve en la Ryder de 1995, la ¨²ltima vez que jug¨® este torneo, presid¨ªa el vestuario europeo enmarcado en una cristalera. El recuerdo removi¨® las pasiones de Rahm, que ese mismo lunes, d¨ªa de la llegada a Roma, telefone¨® a Sergio Garc¨ªa. ¡°Me dio una informaci¨®n incalculable¡±, confes¨® el vasco sobre los consejos del castellonense, que no es un cualquiera sino el m¨¢ximo anotador hist¨®rico de la Ryder, con 28,5 puntos. Y el c¨ªrculo lo cerr¨® Olazabal, con quien Rahm se fundi¨® en un abrazo tras consumarse la victoria ante Estados Unidos.
¡°Poder celebrar la Ryder como equipo es algo incre¨ªble, a pesar de lo que algunos ya hemos ganado. Qu¨¦ pasada de d¨ªa, con lo duro que fue hace dos a?os por c¨®mo perdimos. Para m¨ª tambi¨¦n era una Ryder diferente, en la que se me ve¨ªa como l¨ªder. Estoy s¨²per orgulloso. La pareja con Hatton ha sido muy buena. Una vez que piensas en lo que hemos conseguido, el sentimiento de humildad es muy grande¡±, coment¨® Rahm en medio de las celebraciones. ¡°El esp¨ªritu de este equipo es no rendirse. Nos hemos acordado mucho esta semana de Seve¡±, a?adi¨®.
El capit¨¢n europeo, Luke Donald, hab¨ªa confiado en Rahm como su primer soldado para la batalla final. Primer partido y contra el n¨²mero uno del mundo, Scottie Scheffler. Ya sab¨ªa Rahm lo que era enfrentarse al toro m¨¢s bravo en una Ryder. En Par¨ªs 2018, el curso de su bautizo en la competici¨®n, Rahm andaba deprimido despu¨¦s de su floja estad¨ªstica en los duelos de viernes y s¨¢bado por parejas. Y entonces el sorteo le emparej¨® ni m¨¢s ni menos que con Tiger Woods. Era el revulsivo que necesitaba, y el vasco venci¨® al gran mito en un duelo decisivo para la victoria final.
Esta vez rem¨® y rem¨® para asegurarse medio punto, tambi¨¦n clave. ¡°Me alegro de haberlo conseguido. Scheffler es un diablo de competidor. Me quito el sombrero ante ¨¦l. El s¨¢bado llor¨® porque esto le importa. Yo tambi¨¦n llor¨¦ a principios de semana viendo v¨ªdeos de la Ryder¡±, cont¨® Rahm, Jon Ryder.
El misterios de las gorras
La Ryder Cup es una competici¨®n ¨²nica por muchas cosas, y entre ellas una es la que afecta al bolsillo. El Mundial del golf, el torneo que re¨²ne durante tres intensos d¨ªas de competici¨®n a los 12 mejores golfistas de Estados Unidos y de Europa, no paga ni un euro o d¨®lar a las estrellas que pisan el verde. Pese a la inmensa m¨¢quina de dinero que es este torneo bienal (derechos de televisi¨®n, patrocinadores, entradas...), los jugadores se van con las manos vac¨ªas.
En tiempos de inflaci¨®n, con la Liga saud¨ª engordando las cuentas bancarias de sus clientes y el circuito americano respondiendo con cheques con muchos ceros, el asunto es, como m¨ªnimo, objeto de debate. El hecho de que Cantlay jugara sin gorra, habitualmente un escaparate publicitario, se interpret¨® como una protesta en ese sentido. La Presidents Cup, la cita que enfrenta a los golfistas estadounidenses con una selecci¨®n mundial que excluye a los europeos, s¨ª paga a los convocados.
Cantlay y Schauffele, adem¨¢s, no acudieron a la cena de gala del jueves, y la prensa estadounidense apunta a que ellos dos se negaron a que las c¨¢maras de Netflix entraran en el vestuario americano para grabar un documental.
El misterio de las gorras fue la nota de color de una Ryder que se cerr¨® con unos caballerosos apretones de manos. Los jugadores estadounidenses desfilaron ante los europeos para felicitarles, cerrando as¨ª (aparentemente) la pol¨¦mica del d¨ªa anterior, cuando McIlroy se enfrent¨® a Joe LaCava, caddie de Cantlay, por agitar ante ¨¦l, precisamente, su gorra.
Todos los resultados de la Ryder Cup de Roma.
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