Jon Rahm gana el Masters de Augusta y escribe su destino

Puede que el destino estuviera escrito, que debiera ser un 9 de abril el d¨ªa en el que Jon Rahm Rodr¨ªguez ganara el Masters de Augusta, la misma hoja del calendario en la que hace 66 a?os nac¨ªa Severiano Ballesteros, tambi¨¦n la misma en la que hace seis cursos Sergio Garc¨ªa tocara el cielo en este torneo. Puede que ya todo estuviera escrito cuando el golfista vasco parti¨® en la ¨²ltima ronda dos golpes por detr¨¢s del estadounidense Brooks Koepka y remont¨® con tanto coraz¨®n y car¨¢cter como juego para besar la gloria. Porque un 9 de abril Jon Rahm conquist¨® el Masters de Augusta, su segundo grande, a los 28 a?os, tras el US Open de 2021, el d¨¦cimo t¨ªtulo de Grand Slam para el golf espa?ol, la sexta chaqueta verde en una secuencia que ya es leyenda: Seve (1980, 83), Olazabal (1994, 99), Sergio Garc¨ªa (2017) y Jon Rahm.

La historia se escribe en Augusta. Rahm venci¨® con -12, cuatro golpes de ventaja sobre Brooks Koepka y sobre Phil Mickelson, enorme a los 52 a?os. El triple rey del Masters (2004, 2006 y 2010), ausente el curso pasado por su relaci¨®n con la Liga saud¨ª, firm¨® -8 con cinco birdies en los siete ¨²ltimos hoyos. Sobre todos se aup¨® Rahm, que de paso recuper¨® el n¨²mero uno mundial y alegr¨® al circuito americano en ese otro Masters que se disputaba ante los chicos de LIV Golf, con Mickelson, Koepka y Patrick Reed en lo alto.

La acci¨®n comenz¨® en una jornada taquic¨¢rdica a las 8.30, hora local, con el bocinazo de apertura que reanudaba el juego tras la suspensi¨®n por tormenta del s¨¢bado y con m¨¢s de media tercera vuelta por completar. Un marat¨®n de 30 hoyos arrancaba con un instante crucial. Koepka fall¨® el putt para par en el 7, cargando con su primer bogey tras 29 hoyos sin fallo, y Rahm celebr¨® el birdie para descontar en un chasquido dos golpes y apretar el careo (-12 por -10). El vasco escap¨® en el 9 de un buen l¨ªo al perder la calle y caer luego al b¨²nker, del que emergi¨® con un impacto de maestro en un green que era un tobog¨¢n cuesta abajo, mientras su rival se llenaba de dudas. Temblaban las manos y los dos gigantes cedieron golpes sobre el tapete. Los pares se sudaban. Tan importante como acertar era no fallar. Las emociones estaban a flor de piel en un Masters de una enorme dureza mental por las interrupciones de los dos d¨ªas anteriores debido a la lluvia y lo incierto del resultado. La chaqueta verde estaba en juego en medio de una guerra psicol¨®gica. Y en ese escenario Rahm tiene la coraza de acero del mism¨ªsimo Tiger Woods (retirado por lesi¨®n antes de comenzar la ronda).

La vuelta decisiva requer¨ªa a golfistas de una pieza. Pronto se apreci¨® que Koepka hab¨ªa partido con el brazo encogido, como si a los 32 a?os y con cuatro grandes en el palmar¨¦s (dos US Open y dos PGA) no conociera de sobra la presi¨®n de las ¨²ltimas horas. El estadounidense enlaz¨® el tripateo del pen¨²ltimo hoyo de la tercera ronda con la calle perdida en el 1 en la cuarta, un putt fallado para birdie en el 2, otro en el 3 y una visita al b¨²nker en el 4. A su lado, Rahm descont¨® un golpe en el tercer escal¨®n de la vuelta, un par cuatro corto, y cuando ambos se plantaron en el tee del 5 ya no hab¨ªa diferencia (-10). Col¨ªder del Masters con 14 hoyos por delante, la ambici¨®n y la confianza de Rahm en s¨ª mismo ya eran incontenibles.

Por detr¨¢s del d¨²o de cabeza, la clasificaci¨®n era una monta?a rusa. Hovland hab¨ªa presentado otra vez la candidatura con cinco birdies seguidos en el segundo tramo de la tercera ronda, pero de pronto se descolgaba con un doble bogey en el 6. Jordan Spieth emerg¨ªa de ninguna parte y encontraba hueco entre los perseguidores con una tarjeta de -6 en la ronda. Y escalaba y escalaba el eterno Phil Mickelson, un sabio de Augusta, hasta firmar -7 en el d¨ªa para -8 en total, redoblando la presi¨®n.

Rahm atrap¨® el liderato en solitario en el 6. Koepka baj¨® los pu?os y el vasco sigui¨® firme como un cirujano. Seguramente ard¨ªa de deseo por dentro, pero transmit¨ªa una calma impactante. El campe¨®n de Barrika coleccion¨® dos golpes de ventaja con un birdie en el 8 y otra escapada de Koepka. Cuando gir¨® la esquina para encarar los ¨²ltimos nueve hoyos, estaba a las puertas de la historia. Sorte¨® la trampa de Amen Corner, exprimi¨® el par cinco del 13, ya tres arriba, cuatro al hoyo siguiente... Imparable. Sin rival. Era un domingo 9 de abril y el destino estaba escrito: Jon Rahm, campe¨®n del Masters de Augusta.

Clasificaci¨®n del Masters de Augusta.

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