Argentina sobrevive a Jap¨®n y se mete en cuartos del Mundial de rugby
Los Pumas resuelven la gran batalla ofensiva del campeonato (27-39) ante el matagigantes asi¨¢tico gracias al triplete de Mateo Carreras
Mateo Carreras aplaz¨® el gabinete de crisis del rugby argentino con una actuaci¨®n memorable, tres ensayos para acabar con la resistencia de Jap¨®n, el matagigantes del rugby internacional en la ¨²ltima d¨¦cada que no estuvo lejos de sumar otra pieza a una colecci¨®n ilustre que incluye a Sud¨¢frica, Irlanda o Escocia. El gran envite de la fase de grupos, un duelo a tumba abierta por un billete entre los ocho mejores, termin¨® en Nantes con c¨¢nti...
Mateo Carreras aplaz¨® el gabinete de crisis del rugby argentino con una actuaci¨®n memorable, tres ensayos para acabar con la resistencia de Jap¨®n, el matagigantes del rugby internacional en la ¨²ltima d¨¦cada que no estuvo lejos de sumar otra pieza a una colecci¨®n ilustre que incluye a Sud¨¢frica, Irlanda o Escocia. El gran envite de la fase de grupos, un duelo a tumba abierta por un billete entre los ocho mejores, termin¨® en Nantes con c¨¢nticos de alivio de los aficionados albicelestes, que estrenar¨¢n los cuartos de final el pr¨®ximo s¨¢bado ante Gales.
El partido pareci¨® un tr¨¢mite cuando Chocobares aprovech¨® un grosero fallo de los japoneses en el placaje para colarse sin oposici¨®n rumbo al primer ensayo. Apenas hab¨ªan pasado 65 segundos y las dudas sobre los asi¨¢ticos, una versi¨®n devaluada de la selecci¨®n que dio la talla en su Mundial en 2019, parec¨ªan legitimadas. Una generaci¨®n sin aparente relevo, una oportunidad perdida para integrar en el ecosistema mundial a un equipo que ven¨ªa de ganar nueve de sus ¨²ltimos 12 envites mundialistas. Pero no fue as¨ª.
La falta de envergadura obliga a los japoneses a jugar sin red, una asunci¨®n de riesgos permanente, tambi¨¦n en campo propio, en busca de exprimir la posesi¨®n, su mejor defensa ante f¨ªsicos superiores. Pasada la caraja inicial, se plantaron en campo argentino y no consiguieron el ensayo porque a Naoto Saito, el medio-mel¨¦, se le escurri¨® el oval. La primera marca nipona surgi¨® porque su capit¨¢n, Michael Leitch, el neozeland¨¦s m¨¢s japon¨¦s que los samur¨¢is, arriesg¨® reteniendo el bal¨®n en su propio campo. Picaron dos argentinos; as¨ª se gener¨® la superioridad para que Amato Fakatava, un gigant¨®n de m¨¢s de dos metros, intentara una patada a seguir impropia de su talla. El bote sali¨® a pedir de boca y Jap¨®n empataba.
Fue el primer intercambio del gran duelo ofensivo de lo que va de Mundial. Con los Pumas sonados, Jap¨®n se adue?¨® del territorio y del alma, pero no pudo llevar el dominio al marcador y cedi¨® la inercia tras la amarilla por un placaje alto de Pieter Labuschagne. Incluso en esos diez minutos con uno menos, arriesgaron un drop ¨Cpatear a bote pronto en busca de los palos¨C que bloque¨® Kremer. La consecuencia, con la defensa japonesa descolada, fue el primer sprint feliz de Carreras. Un ensayo al que los asi¨¢ticos respondieron con una internada de Kotaro Matsushima, su gran anotador, que se col¨® ente Boffelli y Mall¨ªa como si vistiera de albiceleste para asistir a Saito y reducir la desventaja a la m¨ªnima antes del descanso (14-15).
La prueba de los nervios albicelestes es que cuando Betranou rechaz¨® emprender un ¨²ltimo ataque, sus aficionados pitaron rumbo a vestuarios. Su delantera mejor¨® enteros en el segundo acto y gener¨® pronto la superioridad para que Carreras, plantado en la banda como un francotirador mientras sus gordos empujaban en primera l¨ªnea, activara sus propulsores y ensayara tras un quiebro de bailar¨ªn junto a la zona de marca. Jap¨®n respondi¨® esta vez con calma, dos patadas entre palos ¨Cun golpe de castigo y un drop¨C para ponerse de nuevo a dos.
Una hora de juego y un papel¨®n para los Pumas, nerviosos pero con una delantera m¨¢s entera. De ah¨ª lleg¨® su cuarto ensayo, con Betranou sacando el bal¨®n de la mel¨¦ a un suspiro de que se hundieran las primeras l¨ªneas. Mall¨ªa y Boffelli se redimieron de su pifia defensiva y aprovecharon la superioridad por el costado para que el segundo se zambullera y anotara tambi¨¦n la conversi¨®n, previo toque con el palo, buen augurio. Otra vez nueve arriba.
Pero Jap¨®n no se rend¨ªa. De nuevo en la l¨ªnea de cinco metros de los argentinos, con sus delanteros infringiendo y asumiendo el peaje f¨ªsico. Los argentinos acumulaban efectivos en la trinchera y dejaban desnuda su retaguardia. As¨ª que Naikabula ensayaba, Matsuda embocaba una patada endiablada y los Pumas sent¨ªan de nuevo el aliento nip¨®n en la nuca. Pero el final de infarto no lleg¨®: Carreras volvi¨® a acelerar en cuanto su selecci¨®n reanud¨® el juego.
Su ensayo bajo palos ya no tuvo r¨¦plica y la precaria situaci¨®n con la que Argentina afrontaba el duelo qued¨® aparcada. Pit¨® el ¨¢rbitro y los medios, Santiago Carreras y Betranou, se saludaron aliviados. Su seleccionador, Michael Cheika, confi¨® en ellos pese a la derrota abultada ante Inglaterra o la ins¨ªpida victoria ante Samoa, dejando a la vieja guardia, a sus ganadores del pasado, en el banquillo. Con una puesta en escena llena de dudas, con mucho que perder, han llegado a cuartos. Ahora empieza otro Mundial.
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