Scottie Scheffler, de ser detenido por la polic¨ªa a luchar por ganar el PGA

Caos en el Campeonato de la PGA, el segundo grande de la temporada de golf, que se celebra en el campo de Valhalla, en Kentucky. La segunda jornada se retras¨® una hora y 20 minutos debido a la muerte de una persona al ser atropellada por un autob¨²s cerca de las cinco de la madrugada, hora local, en las inmediaciones del campo. La tragedia provoc¨® una gran retenci¨®n de tr¨¢fico justo cuando los jugadores, caddies, ¨¢rbitros y el personal de la organizaci¨®n intentaban acceder a las instalaciones para el comienzo de la jornada, previsto a las 7.15.

En medio del desconcierto, el n¨²mero...

Caos en el Campeonato de la PGA, el segundo grande de la temporada de golf, que se celebra en el campo de Valhalla, en Kentucky. La segunda jornada se retras¨® una hora y 20 minutos debido a la muerte de una persona al ser atropellada por un autob¨²s cerca de las cinco de la madrugada, hora local, en las inmediaciones del campo. La tragedia provoc¨® una gran retenci¨®n de tr¨¢fico justo cuando los jugadores, caddies, ¨¢rbitros y el personal de la organizaci¨®n intentaban acceder a las instalaciones para el comienzo de la jornada, previsto a las 7.15.

En medio del desconcierto, el n¨²mero uno mundial y ganador del pasado Masters, el estadounidense Scottie Scheffler, de 27 a?os, se salt¨® un control policial y fue esposado y detenido por los agentes despu¨¦s de un enfrentamiento verbal. La ficha del departamento policial de Louisville, en Kentucky, registraba la detenci¨®n de Scott Alexander Scheffler a las 7.28. Despu¨¦s, fue puesto en libertad y se dirigi¨® a toda prisa al campo para el comienzo de su ronda, a las 10.08 de la ma?ana. Sin embargo, se tendr¨¢ que enfrentar a los cargos de oposici¨®n a un oficial, conducci¨®n imprudente e ignorar las se?ales de tr¨¢fico de un agente (ha sido citado para declarar el pr¨®ximo 21 de mayo). El l¨ªder de la clasificaci¨®n mundial fue fichado por la polic¨ªa antes de recibir el permiso para regresar a un Campeonato de la PGA muy accidentado para ¨¦l. Scheffler fue duda hasta ¨²ltima hora porque esperaba el nacimiento de su primer hijo y no ten¨ªa previsto jugar la segunda cita del Grand Slam este a?o si su mujer, Meredith, no daba a luz antes. Finalmente, el nacimiento tuvo lugar el pasado s¨¢bado, as¨ª que el estadounidense vol¨® justo a tiempo para los entrenamientos previos.

Antes de saltar a la pradera tras su paso por comisar¨ªa, Scheffler explic¨® lo sucedido a trav¨¦s de un mensaje en las redes sociales: ¡°Esta ma?ana, estaba procediendo seg¨²n las indicaciones de los agentes de polic¨ªa. En una situaci¨®n muy ca¨®tica, comprensible teniendo en cuenta el tr¨¢gico accidente que se hab¨ªa producido antes, ha habido un gran malentendido sobre lo que yo cre¨ªa que me estaban pidiendo que hiciera. Nunca fue mi intenci¨®n hacer caso omiso a ninguna de las indicaciones. Espero dejar todo a un lado y centrarme hoy en el golf¡±. Despu¨¦s de completar su ronda, volvi¨® a incidir en el argumento del ¡°malentendido¡± e incluso tuvo cuerpo para bromear: ¡°He estado un rato estir¨¢ndome en una celda de la c¨¢rcel, ha sido la primera vez para m¨ª¡±.

La detenci¨®n policial pareci¨® no afectar al n¨²mero uno del mundo, que arranc¨® su ronda en medio de la lluvia con un birdie en el par cinco del hoyo 10. Solo una mente de acero es capaz de dejar de lado todo lo sucedido y centrarse en la competici¨®n, m¨¢s si cabe en una disciplina individual que exige una concentraci¨®n m¨¢xima. En pocos minutos hab¨ªa pasado de posar ante la c¨¢mara policial de Louisville vestido de naranja a enfundarse el polo blanco de Nike. De llevar las manos esposadas a empu?ar los palos como el mejor golfista del mundo en la actualidad.

Scheffler carg¨® despu¨¦s con un bogey en el 11, pero recuper¨® la renta perdida en el siguiente hoyo. Luego comenz¨® a enlazar pares, como si hubiera rebajado ya toda la tensi¨®n, hasta otro golpe descontado en el par cinco del 18 para cerrar la primera vuelta de su recorrido en los puestos de cabeza. Ya hab¨ªa pillado el tono, y es sabido que en esas ocasiones es una locomotora dif¨ªcil de parar, un jugador que apenas comete errores. Tres birdies a la vuelta de la esquina (hoyos 2, 4 y 7) le permitieron entregar una tarjeta de -5 en la ronda y -9 en el global (el l¨ªder es Schauffele con -12, por el -11 de Morikawa y el -10 de Theegala). Por algo es el n¨²mero uno. De la comisar¨ªa a luchar por un grande, su segundo consecutivo este curso, con apenas un rato de diferencia. Como si nada.

Tambi¨¦n Jon Rahm pas¨® bajo el agua que reg¨® el campo de Valhalla durante las primeras horas del d¨ªa. El vasco hab¨ªa resistido en la jornada anterior despu¨¦s de un inicio desastroso (cuatro bogeys en los seis primeros hoyos), aseada su tarjeta con cuatro birdies en los seis ¨²ltimos pelda?os. La remontada le dio confianza para escalar m¨¢s posiciones, pero los errores en la salida le condenaron en la segunda jornada de este PGA y no ha pasado el corte. La bola de la nueva estrella de la Liga saud¨ª aterriz¨® en muchas ocasiones a la izquierda de la calle, terreno peligroso por el rough que convierte esas escapadas en un laberinto. Lo pag¨® Rahm por ejemplo en el hoyo 17, de donde sali¨® con dos golpes de m¨¢s. Era un d¨ªa a remolque por los desv¨ªos con los primeros impactos de cada hoyo y un juego terrenal sobre el green. De modo que, una vez m¨¢s, hab¨ªa que apretar los dientes ante la amenaza de no pasar el corte (tambi¨¦n se quedaron fuera del fin de semana David Puig, con tres arriba, y Adri¨¢n Otaegui, en el par). Por el camino dej¨® el de Barrika varias recuperaciones para salvar pares, una resistencia que se acent¨²a en los peores momentos. Baj¨® la persiana con +1 en el d¨ªa y el par en total, finalmente eliminado. Tiger Woods se despidi¨® con una jornada de +6 para +7 en total.

Clasificaci¨®n del Campeonato de la PGA.

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